martes, 27 de julio de 2010

DE AMENAZA NUCLEAR Y LA HOMBRÍA ADAMANTINA




 
DE AMENAZA NUCLEAR
Y LA
 HOMBRÍA ADAMANTINA


AMADOS/AS CRISTALINOS/AS:

Os ofrezco un poema de regalo que para mí define bastante bien que es lo que entendemos en Gemosofía como caracteres del Nuevo Hombre y la Nueva Mujer que concebimos como "homo sapiens cristalinum", en la siguiente etapa evolutiva de la especie humana que viene a sustituir al homo sapiens bestialis. Esto sí, en el caso de que superemos los desafíos para progresar en el Cambio de Edad y de Eras que está ocurriendo hacía la espléndida Civilización de Cristal que nace con el adviento de la nueva Edad de la Piedra Avanzada.

Y que no tarde en llegar, por que este Neolítico Tardío de la Edad de la Piedra Nueva, nueva y tallada pero opaca, tosca y brutal, reino del homo bestialis con sus diábolos y de los que llegaron ya al menos a la condición de homo sapiens bestialis, o de los más avanzados y afortunados homo sapiens bestialis praeter cristalinum, es una gigantesca bomba de relojería.

La triunfal aunque agónica civilización nuclear y petrolera irresponsable que impera con toda la suciedad física y moral que la caracteriza, depredadora, criminal, brutal y genocida, amenaza gravemente la supervivencia no sólo de nuestra especie en la Biosfera de este hermoso bólido cósmico que llamamos Tierra. Aquí todas las formas de vida están amenazadas.

O las luces embrionarias de la nueva Civilización de Cristal vienen prontamente a rescatarnos de la insensatez suicida de la Anti-Civilización Bestial Triunfante del Monetarismo, o la Biosfera planetaria se convertirá en una tierra infértil desolada por la radiación nuclear durante muchos miles de años.

Por qué si una nueva élite-ética mundial no toma las riendas del problema energético imponiendo el bien común sobre los intereses de los privilegiados del punto más alto de la pirámide social globalizada, responsabilizándose seriamente sobre qué hacer y cómo protegernos del Cordón Nuclear, o sea, de la red de centenares de Usinas Termonucleares que circundan el planeta, aquí no hay futuro para nadie (no me acuerdo del dato exacto ahora pero hace pocos años estábamos entre 600 a 800 Centrales Nucleares).

El peligro que representan no sale en la gran prensa, claro, no en su verdadera magnitud, y casi siquiera en la prensa más independiente, pero no son pocos los que desde hace muchos años están alarmados por este Cordón Nuclear que envuelve la Tierra como un Cinturón Amenazador de Muerte, que si no por hombres le hubiera creado el mismísimo diablo.

Frente al cambio climático que puede afectar a decenas de éstas macro-bombas de relojería, y no me refiero sólo a las que se construyéron en las costas, ¡¡junto al mar!! (vaya estulticia más irracional),  o cualquier otro avatar cósmico, planetario o humano de tipo cataclísmico, el Cordón Nuclear entrará para la Historia (si queda alguien para contarla en el caso de que no llegue a tiempo la Civilización Cristalina redentora) como la más grande locura desarrollada jamás por los Amos del Mundo.

Ya sabéis de que no estoy refiriéndome a sus vasallos, como la gran mayoría de los políticos, ni a los serviles presidentes o mandatarios de países cuya estabilidad depende de sus verdaderos Amos, los máximos poseedores del Gran Capital internacional apátrida, que desde el uso de su gran poder y al abrigo de la opacidad que les protege los hacen elegir.

El Cinturón Nuclear ha servido para más cosas que generar la energía para el desarrollo de los países ricos. También corresponde a una mentalidad táctica señorial añeja que utiliza el Cordón (potencialmente exterminador de toda forma de vida en la Tierra) para chantajear la humanidad. La energía nuclear marca una tendencia marcadamente autoritaria vinculada a la manutención de un des-orden mundial injusto e ensandecido al que no se admiten cambios (para mejor, en términos humanísticos y medioambientales).

En otras palabras, el Cordón Nuclear es tan peligroso que en caso de disturbios sociales graves por la insoportable desigualdad reinante en el mundo, intentos de emancipación de las relaciones Norte-Sur como relación de países ricos explotadores contra países ricos por natureza pero hecho de pobres  por sus competidores o colonizadores -que podrían rebelarse-, o cualquier otra crisis que pudiera amenazar el sistema internacional económico-financiero-militar de la Bestia Monetarista Triunfante, los Amos del Mundo tienen la excusa perfecta para amenazar la sociedad civil con los ejércitos nacionales que dirigen sus vassallos, para imponer estados de sitio y derogar cualquier vestigio de democracia a bien de la "seguridad global" de las Usinas Termonucleares.

Es como para no olvidar del gran científico Tesler que antes de que los banqueros con fuertes intereses petroleros le hubiéran deshecho y marginado, hace más de 100 años ya había demonstrado cómo la economía mundial podría desarrollarse de un modo mucho más sano basándose en energías limpias y renovables democráticas, no-verticales si no socializadoras, que para no extenderme me quedo aquí sólo con uno de sus mejores inventos, que era el de mover las máquinas no con petróleo sino con hidrógeno, el elemento más abundante del universo. Mientras Tesler ya investigaba incluso con la antimateria para lograr el mismo objetivo.

De lo que pasó a Tesler ya sabe la Historia: el gran banquero Morgan acabó con su reputación al convertirlo en motivo de chistes por toda Norte-América logrando crearle una imagen pública de "científico loco", para desprestigiar uno de los más grandes genios de todos los tiempos (que se atrevió a proponer un modelo mundial de desarrollo radicalmente distinto al del banquero).

J.P.Morgan, que prefería al científico más dúctil a sus intereses Thomas Édison, utilizó su influencia para que los poderosos medios de comunicación de una forma sinvergüenza actuáran como auténticos enemigos del verdadero progreso humano, en una intensa y larga campaña de difamación. Pese a todos sus inventos y patentes, Tesler murió pobre, mientras Édison se convirtió en un magnate con gran reconocimiento público. 

Una vez más en este capítulo de la historia del Neolítico tardío agonizante que perdura, las tinieblas triunfan sobre la Luz, la codicia o la mediocridad conspira contra los mejores.

Pero ésto cambiará. Ya existe una consciencia cristalina humana planetaria que se viene fortaleciendo año a año, con cada vez más seres despiertos conformando masa crítica hasta que la Luz de la razón humanista al servicio de la Vida y el bien general, con sabiduría, sea la que triunfe sobre las tinieblas de la codicia, la maldad y la ignorancia.

Frente a tanta insensatez interesada de los Amos del Caos, del negocio de la guerra permanente y la explotación desalmada de la inmensa mayoría de los seres humanos, humanamente omnipoderosos con su cohorte de vasallos serviciales muy bien pagados, contando con los mejores expertos del mundo en todos los campos a su sueldo, con su ejército de agentes corruptores, la fuerza del dinero y de las armas, que se aprovechan tan hábilmente de la complicidad consciente o ignorante de las masas, existe un poder superior que les supera.

Mucho más poderosos que los Amos del régimen racista-nazi-neoesclavista y depredador que imponen como un infierno en la Tierra por doquier, son las Leyes Cósmicas a escala humana, la Gran Armonía, los Arcontes del Yo superior de la humanidad, los Cristalinos Ascendidos, la omnipotente voluntad divina de la Vida que quiere vivir. En su mentalidad estrecha, ignoran que por en cima de ellos existe una Justicia Divina que a veces parece que tarda pero en verdad no falta ni se equivoca. En Oriente le llaman a esto la Ley del Karma: de causa y efecto.

Entre estos poderes de orden superior que pueden más que el que más entre los maestros de las Tinieblas encarnados, servidores de Tanatos, Samael y Shaitan, están los poderes de la Cristalinidad espiritual manifestada en cada vez más individuos.

El Nuevo Hombre y la Nueva Mujer de la Civilización de Cristal, el Homo Sapiens Cristalinum, apoyado por los vanguardistas homo sapiens bestialis praeter cristalinum (seres en transición), está dotado de unas calidades excepcionales. Entre otros poderes e virtudes frente a la más densa Oscuridad de la maldad, el Homo Cristalinum Incarnatus la extingue al instante con su sola presencia, irradiando Vida con Sabiduría en la excelsa luminosidad de la Consciencia Cristalina. 

Como un Faro de Consciencia divina que ahuyenta a velocidad de la luz los diábolos enemigos de la Vida que quiere vivir, los Cristalinos/as Encarnados ya cuentan con no pocos de los muchos talentos de la humanidad nueva que sustituirá a la actual con el paso del tiempo. Con ellos, también tienen una grave y grandiosa responsabilidad.

En su más famoso poema, un gran poeta y escritor inglés de Gloucester  describe a mi modo de ver con insígne Claridad algunas características claves de los Cristalinos/as precursores de la próxima Edad de la Piedra Avanzada, Cristalinolítica por citar un término gemosófico esclarecedor más preciso (bueno, para los ya están Iniciados en el Curso Piedra Filosofal sobre todo). En él describe un perfil de ser humano indispensable para lograr el Gran Cambio a Bien.

Evoco así la memoria de Willian Earnest Henley. Nacido el 23 de Agosto de 1849 y desencarnado el 11 de Julio de 1903 d.P.. Cuando niño el autor sufrió una grave tuberculosis que estuvo a punto de costarle la vida. En una etapa del tratamiento los médicos decidieron amputarle una pierna. En los doce meses que estuvo internado recobrándose en la Enfermería de Edimburgo, Henley se puso a escribir poemas con tanta calidad que causó conmoción, empezando  a forjar una solida reputación literaria.

Basta con ver la mirada tierna y bondadosa que emanaba de alguna de sus fotos, dotada a la vez de una pujante fuerza interior con un brillo especial de indomabilidad en sus ojos, para percibir en el artísta un Ser de Luz, de Luz espiritual, y si no, cuando menos, con la energía de un implacable buscador de la luz de la verdad. Un ser sensible y fuerte a la vez.

El poema que reproduciré aquí para los/as Cristalinos/as y otros/as Visitantes del Blog es considerado su obra maestra. No le falta un vernáculo con términos de su época que pueden resultar ariscos para la sensiblería posmoderna, y a otros parecer soberbia. Pero lo suyo no se trata de la típica soberbia occidental, en general de fondo racista, si no de un orgullo legítimo de ser humano a partir de la consciencia cristalina de la dignidad inmanente del Ser.

Por mi que su poema de lo que habla es de hombría en el mejor significado (tan perdido...) de la misma.

Esta palabra no se refiere sólo al ser masculino, también se puede aplicar a la mujer porqué en su sentido más profundo nos transmite una actitud de espíritu que puede aplicarse tanto a hombres como a mujeres y andróginos: se refiere al sentido de la propia dignidad intrínseca del hombre o la mujer por el simple hecho de estar vivo, perteneciente a una especie con numerosos defectos pero que en su mayor parte, nadie discute su evidente dureza testaruda -a veces heroica- con tal de resistir todos los embates para sobrevivir, defender sus seres queridos y garantizar un porvenir a su descendencia.  

La Hombría que invoco para los Cristalinos/as tiene que ver con el valor de Ser y existir sin corromperse o siquiera flaquear, éste último no sea más que por momentos, sin pérdida de la consciencia individual acerca de la propia dignidad humana intrínseca.

Nuestra hombría es adamantina en el sentido de que en la esencia del individuo se ha cristalizado una segunda -o nueva naturaleza- que le convierte en indestructible, o invencible, en un sentido espiritual o moral,  porque aunque se le vaya la vida a uno en defensa de lo que cree ser su deber, aunque le torturen y traten de humillar y rendir, nada ni nadie puede con la fortaleza del Espíritu que le anima. El Espíritu que dona Vida al ser más allá del envoltorio corpóreo visible.

La hombría cristalina y adamantina es un caso de incorruptibilidad anímica. Una convicta  actitud noble de espíritu frente a una condición humana fuerte a la vez que frágil, corruptible, débil de carácter, en un momento evolutivo además donde casi todos los estímulos sociales le invitan a uno a rendirse de Sí Mismo (lo contrario de rendirse al Sí Mismo, imagen de la Esencia del Ser), abdicando de las calidades que nos hacen más humanos.


Nuestra hombría cristalina y adamantina por lo tanto, la que veneramos en Gemosofía como parte de un orden de valores ético y humanista, significa entereza, probidad, honradez e integridad.


Invoco, Evoco y Saludo así al Homo Sapiens Cristalinum que redimirá la humanidad sufriente, devolviéndole la consciencia de su propia dignidad intrínseca más la potencialidad divina y creativa ilimitada que tiene por desarrollar, con A.mor, inteligencia, respeto y Sabiduría.   

Tras todo lo dicho acerca de la amenaza nuclear que ésta civilización bárbara impuso a lo humano, reivindico este poema, evidentemente, no en términos estoicos de suportar lo que venga de malo si no todo lo contrario.

Os lo propongo para animaros a hacer frente al riesgo nuclear -cada uno según sus posibilidades- posicionandose, volviéndonos todos corresponsables del drama, mobilizandose aunque sea expandiendo la consciencia cristalina sobre este asunto en el entorno personal, manifestándose en foros o colaborando con las entidades civiles que defienden un cambio energético radical para la civilización, para erradicar lo antes posible las fuentes de energía nuclear o fósil-combustible a cambio de tecnologías cristalinas más avanzadas, limpias, sostenibles y sin riesgos.

Dediquemos le luego muchas gracias al espíritu eterno de su autor, que Ojalá, disfrute ahora  del Olimpo que se merece. Muchas Gracias, Willian.

Aquí tenéis parte de su legado en el poema:


INVICTUS


Más allá de la noche que me cubre
negra como un abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.


Willian Earnest Henley





1.(Existen diversas traducciones del poema; elegí la que considero más fiel y leal al sentido original del poema escrito en inglés).
2.(Posdata) Le llamé Tesler al notable científico Nikolas Tesla en 'escritura rápida' porque me quedé con el cariñoso término que los amigos de una sabia alemana viviente en España (y que tras 40 años aquí está tan furiosa con el país que se está transladando a Gran Bretaña) le llamábamos entre nosotros a Tesla, pues al traducir su nombre nos sonaba a "Tesler", y esto nos producía mucha gracia. Esta señora era una fan absoluta del científico yuguslavo(croata) nacionalizado norte-americano en 1891 y no perdía una oportunidad para citarlo como paradigma de un científico acuariano, en contrapartida a la mentalidad lineal-capitalista de Thomas Édison y sus financiadores. A Nikolas Tesla le dedicamos un largo homenaje en el apartado de "Gemo-Biografías" en uno de los 36 tomos del Tratado Gemosófico (Lapidarium Boström Líber Mirabilia Sapiens Mineralis) que es el eje central del Curso Piedra Filosofal de Fomación en Gemosofía, Cristalino-Hidro-Gemoterapia y Psico-Gemoterapia Holística.

En A.mor,
Saludo a los Cristalinos Ascendidos y Encarnados.
Vuestro,
Francisco R. Boström

domingo, 18 de julio de 2010

ILUMINISMO, ILUSTRACIÓN Y ENCICLOPEDIA EN EL ADVENIMIENTO DE LA MODERNIDAD


DE LA REBELIÓN METAFÍSICA EN LA HISTORIA: ILUMINISMO, ILUSTRACIÓN Y ENCICLOPEDIA EN EL ADVIENTO DE LA MODERNIDAD NEOPAGANA
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Amados/as Cristalinos/as:
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Quisiera compartir con los/as Gemo-Amigos y otros/as Visitantes do Blog
reflexiones sobre un conocimiento historiológico fundamental para entender nuestro presente. El siguiente estudio es un dossier perteneciente a la sección de "Neologismos y Nomenclatura" del Libro 16 de los 36 Tomos de Libros de Clase del Curso Piedra Filosofal de Formación en Gemosofía, Cristalino -Hidro -Gemoterapia y Psico-Gemoterapia.

Ruego el permiso a los Guías (espirituales) Benefactores del Curso y la compreensión de los/as Suscriptores/as de Piedra Filosofal, para compartir ésta propuesta de elucidación histórica central en las perspectivas de la Gemosofía como un sistema filosófico de inspiración mineral-cristalina con su propia interpretación acerca de las fuerzas propulsoras de la Historia y sus propios mecanismos, que no cabe desarrollar aquí y ahora.  

Espero que sirva a los/as lectores/as y los Gemo-Amigos participantes del Blog de los Cristalinos/as para conformar su propia compreensión acerca de una parte muy importante del presente colectivo, a partir de las influencias que lo condicionan tanto con las glorias como con las desgracias de un pasado no lejano que sigue influyendo en ésta época de Cambio de Edades y de Era.

Ojalá la reflexión os aporte datos para completar vuestras mismas síntesis y colabore con la consciencia cristalina en su faceta de conocimiento de los antecedentes históricos de las generaciones presentes y los factores de fondo que todavía las condicionan. 
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Saludos a todos/as.
Aquí la tenéis:

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A partir del siglo XVII en Occidente la ortodoxia cristiana empezó a denominar iluministas, e Iluminismo, los adeptos de la doctrina considerada "herética" según la cuál la divinidad se comunica directamente con el individuo por medio de revelación personal, y que el individuo con lo divino también se produce sin necesidad de intermediarios/as ni mediadores/as. 

Se considera que la iluminación espiritual, interior y trascendente, entre otras clarificaciones, reniega la necesidad de los sacramentos y rechaza las jerarquías eclesiásticas y las castas sacerdotales como viles explotadoras de la humanidad.

Muchos "iluministas" eran personas doctas y cultivadas emancipadas de la religión organizada. Aunque muchos de ellos fueran creyentes, eran libre-pensadores, varios de los cuales querían librarse de las influencias del mundo para depender cada vez más sólo de los influjos del Cielo.
Su camino fue abierto por unos pocos pensadores osados de la época anterior, cuando en el Renacimiento europeo artístico y cultural del siglo XVI los sabios recuperaron el clasicismo de los antiguos griegos y prefiguraron el esbozo del neopaganismo.

Entre los primeros iluministas o sus precursores se identifica como uno de los más grandes el místico cristiano y teósofo alemán Jacob Böhme (1575-1624), pero también eruditos -martirizados como Giordano Bruno (1548-1600)- o Giandomenico Campanella (1568-1639), y hasta el fanático milenarista desviado Savonarola, unos personajes muy diferentes entre si.
Acusados de promover una herejía y formar una secta, los iluministas en realidad eran bastante anárquicos e desvinculados unos de otros hallándose en su mayoría en diferentes países, pero aceptaron enseguida con agrado sarcástico la acusación de "iluminados", o "iluministas".

La acusación resultó muy aceptable para los místicos iluministas por contraste con la institución religiosa mayoritaria que consideraban su mayor enemiga, la Iglesia Católica Romana, que reconocían como "el poder del mal, la ignorancia y la oscuridad", y se tomáron al fin estos términos muy en serio. 
La reforma protestante y los nuevos movimientos religiosos independizados de la Iglesia del monopolio de la verdad se desarrollaron desde las semillas del Iluminismo místico medieval, su precursor más próximo. Una de las primeras evoluciones modernas de los "iluministas" inspiró -o se entroncó- en seguida con el movimiento cultural más importante desde el Renacimiento y la Reforma religiosa surgidos en Europa: la Ilustración.
El movimiento poseía un sentido libertário racionalista de nuevo cuño: preconizaba la secularización de la sociedad y su emancipación de la religión, o cuando menos de la religión "formal" tal como la conocían, sobre todo por su ambición desmedida y continuada en el sentido de mantener sometidos todos los sujetos a sus normas y doctrinas bajo su incuestionable y absoluta autoridad.

Sin embargo, los nuevos iluministas ilustrados no renunciaban a lo que consideraban la mística y la espiritualidad genuinas, incluso en el seno de una Iglesia que despreciaban cómo en cualquier otra religión, a modo de una dimensión religiosa auténtica y sagrada de la vida y la existencia que la Iglesia y otras religiones arcaicas sólo hacían oprimir y ocultar.
En cambio, hubo una corriente iluminista minoritaria que más tarde crecería y prosperaría mucho, rompiendo del todo con el pasado para adoptar un agnosticismo agresivo o un ateísmo radical como su principale seña de identidad. Son los herejes de "tercera generación", los padres de la cuarta generación, mucho más conservadora -si no contra-revolucionaria y reaccionária- que vino después.

La Ilustración empezó a desarrollarse sobre todo en Gran Bretaña y Francia, apropiandose del ambiente no clerical de las nacientes logias masónicas que evolucionáron de las sociedades profesionales laicas conocidas otras veces como cofradías. Los centros de oficio burgueses y artesanales que iniciaban aprendices en sus artes, se transformaron en lugares frecuentados por los iluministas.
Eran los lugares más neutrales y protegidos dónde podían expresarse libremente y comulgar ideas y planes conformando o fotaleciendo nuevos grupos de libre-pensadores, aparte disponerles de la posibilidad de hacer proselitismo y ampliar el número de adeptos para las nuevas ideas.

Los principales representantes de este movimiento casi secreto en sus inicios, o muy discreto, se fueron atreviendo a expresarse con cada vez más libertad a medida en que tenían menos temor de la revancha cristiana, sea de papistas o de reformados. A partir de 1525 las guerras civiles además habían empezado a llenar las tierras de sangre por cuestiones religiosas.

Tras un siglo de barbaridades cometidas entre hermanos cristianos el desastre acabó desacreditando ambos bandos, tanto el católico-romano como el cristiano reformado, protestante. La influencia de Roma decayó por primera vez en la mayor parte del continente que había sido, hasta entonces, casi exclusivamente suyo desde como hacía mínimo diez siglos como su Cristiandad.

Los nuevos pensadores eran muy críticos con la religión formal instituída, hombres y mujeres intelectualmente ilustrados, cultos, reflexivos, con ideas propias, que de un cierto modo discreto formalizáron su condición de neo-iluministas adoptando el adagio latino ¡Sapere aude! "Atrévete a saber", tan apreciado por los discípulos de Hermes y otras "ciencias ocultas" como su lema.
El verdadero conocimiento (gnosis) que conducía hacía la luz de la sabiduría para ellos era el primer paso al ideal más elevado al que podía aspirar un ser humano, con la consecuente autorrealización de sus mejores potencialidades.

De hecho, lo que antes era la luz de la fe en "Dios" y en los dictámenes de la religión, entre los pensadores ilustrados se transformó en fe en el conocimiento racional como la verdadera luz divina que conducía hacía la verdad y la mejoría de las condiciones de vida del ser humano.

Ya los primeros iluministas creían que cuando el faro del conocimiento sagrado aclaraba e ilustraba el intelecto, como en la transparencia de un cristal puro en el que la luz brilla fluyendo con toda libertad, esta luz resplandecía como una sabiduría que destruye las tinieblas de la ignorancia.
Los nuevos filósofos seculares decidieron apostar su confianza sólo en lo que ellos mismos pudieron percibir, verificar, corregir, y finalmente, en lo que pudieron elegir líbremente por ellos mismos. Se empezaba a afirmar la individualidad como un valor social importante que añadía creatividad y riqueza a la comunidad.

La doctrina central de la Ilustración reposaba en una confianza notable e irrestricta en la razón natural para resolver todos los problemas de la condición humana. Su objetivo central era aclarar, o ilustrar el intelecto humano con un conocimiento empírico de la realidad científico y racionalmente demonstrable, aunque sus sucesores a partir del siglo XIX incluyeron pronto en condiciones de igualdad la intuición con la razón.

En el encuentro del Intelecto racional y la Intuición asertiva nace lo mejor de todo lo que puede generar la mente. Habiendo además inspiración venida de un orden superior de la existencia o Espíritu, muy bienvenida sea en tanto resulte una gran síntesis, lo que en la nomenclatura gemosófica llamamos "Clarificación". Los nuevos iluministas reconvertidos en racionalistas en el siglo XVIII, no rechazaban tampoco la Transcendencia si no todo lo contrario. 

La primera consecuencia de la mística y los frutos de esta nueva racionalidad laica sería el progreso de los individuos y las sociedades, que expandieron sus economías con el apoyo de los avances científicos-tecnológicos que sólo reafirmaban la validez las proposiciones ilustradas.
Hasta que se ha ido convertiendo en parte y sobre todo en algunos lugares en un nuevo credo civil, pero que en algunos casos resultó tan dogmático, jerárquico y fanático como el que querían combatir. 

Así una parte del progresismo iluminista-ilustrado llegó a ser en sus manifestaciones extremas un sucedáneo laico de carácter messiánico propio de la religión cristiana fundamentalista precedente, a la que quiso desterrar y trascender. En conjunto era un producto selecto, único y universal de Occidente, destinado a ser exportado e implantarse en el mundo entero con la promesa de crear la aurora de una nueva civilización más avanzada.

La cofianza exaltada de los adeptos de la razón se originó a su vez de antiguas doctrinas místicas que afirmaban al Intelecto como una chispa divina inmanente al Ser Humano, una porción de la Divinidad como potencialidad a desarrollar si el individuo así lo decide, una vez se haya iniciado en el conocimiento libertario del poder creativo de su propia individualidad. 

Lo humano merecía por lo tanto vivir en una sociedad que respetara su razón, su libertad de pensamiento, consciencia y expresión, con un Estado fuerte que preservara sus derechos básicos, su dignidad intrínseca, justo para expresar mejor así la luz interior salvífica del Ser: la inteligencia aclarada por el conocimiento y la sabiduría tras un ejercício libre de discernimiento y voluntad.

Siempre y cuando el ciudadano/a no faltára grávemente, claro, con sus deberes para con el estatuto legal de convivencia colectiva y su comunidad, cobijado en una sociedad que evolucionaría hasta tal punto que un día respetaría incluso su derecho a equivocarse, sin dejar de ser tratado con dignidad y tener nuevas oportunidades. 

Estas concepciones metafísicas esotéricas transpostas a la sociología acabaron inspirando ideales progresistas como la fraternidad republicana, el sufragio universal, la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, o la misma democracia.
Lo mismo ha sucedido en caso de las raíces culturales del socialismo utópico o la inspiración fundacional de las Naciones Unidas, como puede que con la misma Unión Europea en proceso de formación desde el final de la II Guerra Mundial.

La rebelión metafísica expresada como un esoterismo místico de carácter político revolucionario que habría de reflejarse en el orden social y económico de las sociedades occidentales, tan temido por la religión dominante que ésta la excomulgó -algo mucho peor que maldecir- en todas sus variantes en numerosas oportunidades, estuvo en los orígenes de las grandes revoluciones que dieron paso a la modernidad.
En el principio remoto de los movimientos iluminista e ilustrado, que convergieron hasta formar un gran oleaje revolucionario, muchos de sus protagonistas vivían lejos unos de otros, incluso en diferentes países, por lo que estos seres inteligentes basados en la química del carbono ideáron conectar y contactar unos con otros formando una red por medio de otro tipo de material hecho de carbono: en forma de papel con tintura escribiendo un amplio epistolario. Esto les llevó a ser conocidos como partícipes o miembros de la República de las Letras.

Los hábiles sucesores del inventor de la imprenta Johannes Gutemberg (1397-1468) permitieron a los iluministas, ahora como ilustrados unos siglos más tarde, divulgar y popularizar sus pensamientos rapidamente en forma de libelos, libretos y opúsculos que contagiaron a numerosos lectores con las nuevas ideas por todo el continente.

Y más allá del espacio continental europeo hasta el otro lado del Atlántico en las repúblicas nacientes del Extremo Occidente de las tres Américas a partir del influjo europeo ilustrado en sus antiguas colonias, como algo más tarde desencadenó hacía las culturas y naciones de Oriente.

No tardaron en aparecer las primeras Academias de Letras por los países europeos y sus ex-colonias pero también sociedades secretas y organizaciones inspiradas por la Ilustración envalentonadas, cada vez más poderosas e influyentes, radicalizadas en cuanto a iniciativa política e ideológica y con la pasión de llevar estos ideales a la práctica transformando radicalmente el orden establecido hasta entonces desde tiempos muy remotos.

Unas décadas más tarde una era convulsionada perpleja vió y sufrió como una serie de repúblicas -más autoritarias que democráticas- sustituían las viejas monarquías tradicionales, con sus "antimodernos" régimes basados en los clanes dinásticos y alguna religión en particular.

El Siglo de las Luces que empezó con un animoso intercambio de cartas de mentes excepcionales y en las alegres tertúlias de aristócratas con otros privilegiados en algunos casos geniales, en lugares y escenarios espléndidos,  como herederos espirituales de antiguos rebeldes mayormente menos afortunados que no podían permitirse el lujo de reflexionar e intercambiar ideas nuevas con total libertad, acabó desencadenando una tempestad mundial.

Los modestos livros con las ideas de los primeros filósofos ilustrados acabaran provocando una fiera cadena de batallas, las más violentas revoluciones y guerras atroces. Si pudieran, algunos filósofos ciértamente abjurarían las aberraciones cometidas por muchos revolucionarios en nombre de los ideales humanistas de la Ilustración, con sus honestos sueños progresistas de igualdad, justicia y capacidad libertária reflejadas en su mote "Igualdad, Libertad y Fraternidad".

Los ilustrados eran sobre todo caballeros, unos seres cordiales y altruistas felizmente educados e inspirados. Pero el resultado final de la pugna descomunal que han desatado está todavía por desvelarse.

El mundo permanece envuelto en la confrontación entre la pre-modernidad, la modernidad y la posmodernidad. En términos gemosóficos, ésta deriva conflictiva se explica por el embate que ocurre inevitablemente entre las resistencias del período Neolítico tardío y los influjos de la nueva Edad Cristalina, que con muchas esperanzas bien fundamentadas no pocos individuos y grupos tratan de progresar anhelando un futuro mejor para sus descendientes y la humanidad.

Entre los precursores teóricos protagonistas de la revolución iluminista-ilustrada está el gran humanista y genio avatárico Isaac newton (1642-1727) y, entre otros, John Lock (1632-1704), David Hume (1711-1776), George Berkeley (1685-1753), François Voltaire (1694-1778), Denis Diderot (1713-1784), G.E.Lessing (1729-1781), J.J.Rosseau (1712-1778), Johann W. Goethe, Emmanuel kant (1724-1804) y Christoffer Jacob Boström (1797-1866) en el campo del espiritualismo filosófico y la teología.

Unos más que otros, todos fueron grandes maestros buenos conocedores de los orígenes místicos gnósticos de la filosofía moderna. También tenían conocimientos profundos sobre la alquímia, el esoterismo occidental tradicional y el conocimiento de la Piedra Filosofal. La mayoría tuvo además una próspera, larga y agradable vita breve, confirmando en parte este saber oculto de la vejez que poseían en secreto compartiéndolo sólo con unos pocos.

Desde el principio y en adelante ambos movimientos, tanto el Iluminismo como la Ilustración, tuvieron mucho que ver el uno con el otro transformando el mundo en pocas generaciones. En su raíz común existe una mística, una gnosis, un gnosticismo, un saber y una intuición primigenia, hasta un esoterismo que unió ambas corrientes culturales en un sólo gran movimiento cultural imparable que cambiaría radicalmente el curso del mundo y la historia de la humanidad.

La savia está constituída por una combinación de tradiciones espirituales transgresoras aunque casi siempre pacifistas, con una actitud vital revolucionaria atemporal, y buena parte de la rebelión metafísica derivada de un antiguo instinto revoltoso o ansia de Iliminitud que volvió a reproducirse en gran escala irrompiendo con violencia en la sociedad occidental a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.

Sin embargo la Ilustración comenzó una primera decadencia profunda y se desprestigió gravemente tras las violencias de la Revolución Francesa, las guerras napoleónicas y las Restauraciones conservadoras seguidas de disturbios. Más tarde, tras un turbulento y sangriento siglo XIX europeo, su prestígio residual cayó en picado tras la Primera Guerra Mundial.

Las revoluciones modernizadoras desterraron o limitáron seriamente el poder absoluto de los tronos y los altares, las clases dinásticas oligárquicas y la casta sacerdotal, pero luego se lo recojiéron los dueños del Gran Capital, que a su modo arroparon el Iluminismo ilustrado secuestrando su discurso para manipularlo en función de intereses egoístas, frecuentemente contrarios al bien y el progreso general de todos sin humanismo ni compasión.

En este hecho encontramos la ruptura traumática fundamental que rompió la médula de la motivación humanista creadora común del nuevo mundo libre pos-teocrático del Antiguo Regimen, defraudó los auténticos humanistas, sacrificó a numerosos idealistas y acabó rompiendo con los ideales fundacionales de la propia modernidad

Pronto los nuevos príncipes del mundo -grandes banqueros- y otros magnates de la era industrial surgida de las revoluciones burguesas- hiciéron lo mismo con el resto de la comunidad de naciones propulsando la civilización industrial-petrolera y tecnológica global neoesclavista depredadora de la naturaleza, armada, guerrera y beligerante, marcada sobre todo por unas desigualdades sociales extremas.

Este hecho extraordinario produjo una consecuente transformación radical de costumbres ancestrales en todo el mundo: alargó la estimación de vida media y mejoró la calidad de vida de millones de personas. Fue una de las mejores consecuencias del movimiento iluminista-ilustrado pero al radicalizarse éste en otros frentes, al ponerse al servicio de intereses no más que privados, puso en jaque la moralidad de los libre-pensadores que ideáron el nuevo sistema de producción y convivencia humana, sus doctrinas y mecanismos y mitología.

La guerra mundial puso en entredicho los beneficios de la ciencia y la tecnología, las hijas predilectas de la razón y el racionalismo, revelando sus capacidades para producir también unos grados de destrucción masiva como jamás se habían visto, igual que sostener la barbárie y atrocidades de nuevas tiranías que no tenían nada que ver con el antiguo Despotismo Ilustrado de feliz recuerdo saudoso para muchos hasta finales del siglo XIX y bien entrado en siglo XX.

La modernidad nació así de las sucesivas revoluciones inspiradas por el Iluminismo y la Ilustración de los Siglos de Oro de Occidente en combate con los poderes clericales-reacionarios, y en parte es producto de una espiritualidad eclética discreta de fondo pero influyente y determinante.

La Ilustración se caracterizó por una postura intransigente en contra de la intolerancia religiosa, la defensa de los derechos inalienables del ser humano, como el gozar de un Estado de Derecho democrático que proteja la inviolabilidad de su dignidad intrínseca incluyendo la libertad religiosa y vital, de pensamiento, derecho a la educación y otros mínimos vitales del principio al fin de su vida, con libertad de movimiento y expresión.
Uno de sus mejores resultados estuvo en liberar del oscurantismo religioso a los investigadores libres fomentando el desarrollo científico y, entre las ciencias más beneficiadas estaban la geología, la mineralogía y la gemología, como nuevas fuentes vitales de valores, energía y civilización. 

La Tradición Mineral Cristalina en este contexto histórico extraordinariamente expansivo contribuyó y aceleró los cambios revolucionarios generando lo más importante de la riqueza, la economía y la materia prima de la industria, el trabajo y la prosperidad general que proporcionó un aumento vertiginoso de la poblacción mundial como consecuencia del progreso.

El poder de las piedras suplió así con minerales de tipo estratégico o vital tanto las necesidades tecnológicas inmediatas como el vasto imaginario de los seres humanos. Una vez más, la materia prima y las herramientas generosas de conocimiento de la Tradición Mineral sirvieron de grandes motores revolucionarios para el cambio en pro del desarrollo pleno del potencial humano con el paso de generaciones.

La exaltación de la razón y la libertad declaró enemigos todo tipo de absolutismo causando varias guerras fratricidas entre Estados y naciones. El racionalismo y uno de sus frutos más explosivos, el cientificismo, catapultó un nuevo mundo tecnológico e industrial en muchos casos deshumanizador, pero entró en crisis moral y sufrió otra grave pérdida de confianza tras la Segunda Guerra Mundial.

Jamás se había visto con tal intensidad y magnitud como los sueños humanistas fundacionales de la modernidad se podían volver en contra de las personas.

Se observó como la ciencia y la técnica sin un control de la consciencia superior, una inteligencia ética y humanista con sabiduría, e independencia de los poderes particulares con intereses egoístas espúrios, son perjudiciales o nefastos para las grandes mayorías, podían convertirse en armas fatídicas de explotación y destrucción masiva tanto de seres humanos como del medio ambiente hasta llegar a ir en contra de si misma.

Uno de los anhelos utópicos de la Ilustración era reunir todo el saber humano del conocimiento científico y humano en un gran libro que era una sóla obra en numerosos tomos, tan gruesos como un conjunto de tratados: la Enciclopedia. Su significado profundo como proyecto de la consciencia cristalina humana intuitiva era lograr la gran síntesis o re-unión de lo diverso en un ser único omniabarcable, plasmado en forma de caracteres con dibujos en una colección de hermosos libros de papel en un material ligero, táctil y agradable de carbono.

Pues es con este mismo espíritu que busco proporcionar en el presente Lapidarium una visión lo más amplia y completa de la Tradición Mineral Cristalina que ubicamos como Gemosofía en el Curso Piedra Filosofal.

Hay una línea de continuidad ininterrumpida desde los primeros adeptos del Iluminismo clásico pagano, neoplatónico o gnóstico, del hermetismo medieval-cristiano más refinado y heterodoxo como el posterior al renascentista-humanista en el Siglo de las Luces, y así posteriormente hasta entre las revoluciones modernizadoras  hasta el presente.
Todos somos herederos de la gran aventura de este movimiento del Espíritu divino y humano manifestándose en la Historia.

En el actual Tránsito de Eras y de Edades sucediendose con numerosos cambios añadidos aparte muchas cicatrices, la aventura sigue todavía por ejemplo, entre otras vías, en el espíritu de aspiración enciclopédica holística que anima el Curso Piedra Filosofal de Formación en Gemosofía, Cristalino-Hidro-Gemoterapia y Psico-Gemoterapia.


Francisco R. Boström