viernes, 27 de julio de 2012

50ºCap. d Cofradía NeoF.: ¿Cambiamos el Mundo?

50º Capítulo del Líber Concilium Manualis Neofranciscanus Asisiano:



¿CAMBIAMOS EL MUNDO?

La pregunta clave es ¿vamos a cambiar el mundo? Fieles al amor a nuestro amado patrono Francisco de Asis, los neofranciscanus tratamos de convertir al espíritu de su mensaje no sólo en la consciencia cristalina de un nuevo ser humano como también en una nueva civilización humana avanzada que refleje a su espíritu y amor.

Es posible cambiar la realidad si los bastantes lo deciden y se integran para obrar en red siendo conscientes de que lo estamos re-creando cada día. No nos contentamos sólo con criticar la realidad cruel si no que sugerencias para curar muchos males. Si diversas personas de diferentes culturas piensan y sugieren otras fórmulas, se puede con el tiempo llegar a consensuar respuestas más creativas y racionales que cristalicen una civilización avanzada para una nueva humanidad. Veamos algunas sugerencias revolucionarias neofranciscanas para la creación de un nuevo mundo humano más evolucionado:

1. Antes que nada, cambiamos a nosotros mismos, claro, con nuevos paradigmas y modo de ser en un sentido provida. Sé más libre y creativo, actúa de un modo inteligente y responsable Ten atención, compañerismo y solidaridad con el prójimo y el entorno.

2. Sigamos un nivel de consumo ecológico de economía solidaria, sana, ética y responsable, de preferencia reduciendo el consumo animal, atento con la causa de los derechos animales y de extirpar el sufrimiento de otras especies que sirven a lo humano, lo que es una causa santa en nuestra Cofradía.

3. Pensemos en otro sistema alternativo al actual que sea justo, bello y sostenible, que integre los seres humanos en un ideal de dignidad intrínseca de todos los individuos del género humano, que cultive una nueva y mejor humanidad ética.

4. Que un impuesto solidario sobre los movimientos de los capitales internacionales, entre otros, sobre el gran patrimonio, canalice recursos necesarios para erradicar la miseria y el hambre en el mundo.

5. Que al patrón “dinero” de los capitales para el intercambio de riqueza sea, como mínimo, complementado por otro sistema de valores estable, que proporcione medios de calidad y dignidad de vida a todos los seres humanos. Necesitamos de nuevos valores aparte el “dinero” para el intercambio de productos y servicios, valores basados en activos reales como el trabajo, el alimento y los derechos inalienables de la dignidad humana.

6. Todo individuo debe de nacer no con deudas como ocurre en este trágico presente mundial si no con un crédito social automático – de por vida – que le garantice medios básicos para alimentar su cuerpo, alma y espíritu. Que tenga cubiertas sus necesidades vitales de alimento, de higiene, medicina, educación, afecto, morada, trabajo, ocio y cultura, y variadas opciones filosóficas, místicas, espirituales y religiosas si esto es lo que desea.

7. Ofrezcamos a los adolescentes de todas las nacionalidades la posibilidad de vivir un año o dos fuera de su tierra y país en otra parte del mundo y cultura, desarrollando labores humanitarias, si cabe, y de aprendizaje, de modo que abran sus perspectivas y desarrollen un sentido de identidad y de solidaridad global.

8. Proponemos que los nuevos medicamentos y soluciones químicas avanzadas se financien para extirpar el dolor y el sufrimiento de la faz de la Tierra, al menos en lo referente a los individuos del género humano. También que se aparten los violentos de los que no lo son, que se los traten como enfermos en crisis de transición del estado homo bestialis al estado humano de homo sapiens cristalinum, sin poder más para victimar los inocentes.

9. Una sociedad que no cuida de proporcionar oportunidades iniciales iguales para todos, adaptándose a sus desigualdades innatas y creativa diversidad, y luego, que no cuida muy atentamente de sus mejores talentos como una auténtica meritocracia, además de discernir y dar un trato especial preventivo a los perversos y a los que apuntan a psicopatologías, no es una sociedad digna de un porvenir.

10. Es tan grandiosa la responsabilidad de tener hijos y luego educarlos adecuadamente, que los que se ofrecen en serio a ello deben de recibir la subvención social adecuada para el perfecto cumplimiento de esta misión sagrada para la sociedad. La sociedad civil debe de cuidar atentamente también de todos los niños y adolescentes nacidos fuera o expelidos de estos núcleos familiares por medio de organismos especializados del Estado, creativos y bien financiados, que se encarguen de proporcionarles todo lo que necesiten para formarse como ciudadanos libres, invirtiendo en ello un gasto como mínimo superior al utilizado en armamentos.

11. Cuanto antes unamos todos nuestros esfuerzos y exigencias en el sentido de sustituir lo antes posible la industria contaminante de los combustibles fósiles, la economía del petróleo, ese fósil de muerte que crea una cultura mundial igualmente tétrica, por la nueva economía limpia y autosostenible de la vida basada en la luz, en el hidrógeno y el silicio, que entre estas tres fuentes están las soluciones para todos los problemas energéticos. No seamos cómplices en legar a la posteridad un planeta recubierto con residuos de centrales termonucleares -que pueden existir por millones de años inviabilizando la vida en la biosfera-, que bajo el impacto de un asteroide en el mar produciendo tsunamis, por ejemplo, puede contaminar todo el planeta.

12. Fomentamos una cultura mundial de tolerancia y de respecto a la diferencia y a la diversidad, un culto al amor y la observación de la naturaleza, con paz y meditación. Pedimos más representatividad democrática real, local y global, con autoridad y Derecho obrando por la justicia, el equilibrio, el bien estar, la inteligencia y la libertad de los individuos, con patrones cristalinos de armonía.

Con estas fórmulas terapéuticas globales, seguimos aportando semillas de esperanza y sumándonos a otras fórmulas más, con tanto de visualizar y obrar por un mundo humano incomparablemente más desarrollado y civilizado, pues mucho se puede hacer y cambiar en muy poco tiempo, coordinando ideas y acciones con sentimientos nobles de espíritu.

Cumplimos así con la parte ética de nuestra consciencia espiritual y mística neofranciscana, solidaria y cooperativa, colaborando en promover más consciencia cristalina humana global. El amor y la caridad nos insuflan a tener cada vez más esperanza, y con tanto que uno lo haga en red, muchos empiezan a hacerlo también. Así empieza el Gran Cambio.



viernes, 20 de julio de 2012

49ºCap.d Cofradia NeoF.: Cambiar el Mundo Es Inevitable

49ª Capítulo del Líber Concilium Manualis Neofranciscanus Asisiano:

CAMBIAR EL MUNDO ES INEVITABLE CUANDO LA SUFICIENTE MASA CRÍTICA DE INDIVIDUOS INTELIGENTES LO DECIDE.



CAMBIAR EL MUNDO ES INEVITABLE CUANDO LA SUFICIENTE MASA CRÍTICA DE INDIVIDUOS INTELIGENTES LO DECIDE.
UN 10% DE LA POBLACIÓN BASTA PARA ARRASTRAR LA MAYORÍA SUFICIENTE PARA UN GRAN CAMBIO, TRAS UN PERÍODO DE LUCHA INTENSA CON EL CARISMA DE UNA PERSEVERANCIA EFICAZ IRESISTIBLE.

¿Cambiar el mundo? “Que locura”, dicen los conservadores u otros cómplices del poder mundial perverso imperante, “que romanticismo político más inútil y fuera de lugar”, alegan, aunque quienes lo dicen sean hijos y fruto de esta misma tendencia política que tuvo su gloria desde el siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, atizando pasiones o destilando odios de un extremo al otro del arco político.

“Lo que hay es lo mejor que se puede alcanzar, no hay nada que hacer al respecto”, no hay nada más allá posible que se pueda hacer, afirman para intentar conservar y salvar al menos lo que queda de bueno en una civilización desenfrenada, justificando desigualdades sociales extremas y crímenes inaceptables de grande calado en la economía mundial.

Pero esto es mentira. Son afirmaciones engañosas, un aspecto de la verdad no es toda la verdad. Sólo son verdaderas en la medida que el receptor del mensaje lo acepta como tal sin cuestionarlo, dejándose reflejar la idea y condicionar su mente como una imagen distorsionada en la superficie de un agua calma.

Quien se somete no tiene nada que ganar, sólo se ofrece a una aspiradora de su tiempo y energía vital a cambio de llenarlo con una ilusión de pertenencia, de falsas identidades, que le hace creer a uno que lo protegerán pero que sólo conducen a error y sufrimiento.

El neo-esclavo/a sometido/a y domesticado no hace más que reproducir el viejo esclavo explotado de las civilizaciones bárbaras precedentes. Es un tornillo más en una máquina que se lo sacará todo y luego se lo dejará oxidar y lo echará en el vacío cuando deje de serle útil a esta máquina que no considera a las personas más que números impersonales.

El individuo seguirá sólo en un Universo hostil, consigo mismo y el Uno, sin duda. Le conviene cristalizar un ser interior estable y permanente clarificado, que se desarrolle con unos arquetipos más libres y creativos.

El discurso oficial afirma como verdad científica indiscutible que lo mejor que la civilización pudo realizar es un sistema que genera un número limitado de puestos de trabajo, que no abarca todas las personas disponibles que se pueden integrar en él, quedándose alejajadas de los beneficios que la sociedad de información, la ciencia y tecnología avanzadas pueden proporcionar.

Todos los demás se quedan fuera, como “desintegrados”, sirviendo de “masa humana disponible”, despensa de mano de obra barata, y mientras, se vuelve necesaria como consumista secundaria de la basura que se les deja los muy privilegiados económicos, generando beneficios con el reciclaje de lo que no les sirve más a los “integrados” en este sistema impersonal de producción y consumo.

Pero lo humano no es solo una máquina si no un alma, tiene un espíritu o individualidades no sólo “físicas”, por más lejanos que estén de ella los grandes científicos que militan como sumos sacerdotes de las nuevas verdades establecidas.

Ni sólo la condición de animales abarca la totalidad del fenómeno humano, como le quieren reducir los sumos sacerdotes del reduccionismo cientificista. Pero los seres humanos tampoco son los “seres supremos” de la creación, como lo son para nos monoteístas teomaníacos creacionistas por exigencia bíblica igual que las demás mitologías antropocentricas.

Es muy perverso este sistema capital-monetarista industrial dominante, narco-militar-farmacéutico, bajo el supremo oriente y mando bancario mundial de la más alta aristocracia del Capital, aliado de la política como corrupción, produce integrados pero depende de la existencia de una gran masa de desheredados y excluidos de los cuales no solo no interesa su progreso si no lo contrario.

Todo lo montado y sostenido como “sistema mundial del libre-comercio” depende precisamente de impedirlo, obligando cada vez más personas a vivir de una forma cada vez más marginal, desfavorecida y sufriente, para el beneficio de poderes privados selectos.

Éstos son los que en realidad financian y controlan las “agencias de control” encargadas de vigilar y garantizar la “libre-competencia” entre los grandes poderes privados, por decisión del poder político, que debería de servir al bien público.

El neocolonialismo totalitario del nuevo imperialismo capitalista-monetarista es en sí mismo una agresión contra la dignidad del ser humano y de las demás especies que comparten la biosfera, porque condena y obra para que sigan en la injusticia una gran mayoría de la población, a la vez que sigue depredando los recursos naturales con la fuerza de una gran devastación.

Si este tipo de capitalismo es la única propuesta de sociedad vamos muy mal los homo “sapiens”, aceptando una mentira como verdad, pues es evidente que otros escenarios mundiales se pueden construir si lo decide la suficiente cantidad crítica de calidad de personas inteligentes.

Lo que propone el “pensamiento único” neoliberal es lo opuesto del ideario ecologista fraterno preconizado por el franciscanismo revolucionario de todos los tiempos. Si lo que hacen es crear una isla de civilización en medio de un mar toxico lleno de barbarismo y terror, una civilización que no es sostenible en absoluto.

Es nuestra obligación hacer causa común con otras visiones y propuestas planetarias solidarias con el desarrollo de una auténtica civilización humana – aunque “de masas” – inteligente y desarrollada, mucho más digna y sostenible que todas las anteriores.

Cuanto más humanista sea la nueva civilización cristalina avanzada, mayor contraste habrá de crearse con la actual barbarie de esta última civilización humana depredadora y devastadora, Monetarista, totalitaria, injusta y cruel -pese a su discurso oficial “democrático”- como jamás se ha visto en tan gran escala en la Historia.

Para los “des-integrados” conviene re-integrarse o se esfumarán sin recuerdos en el porvenir, como ha ocurrido a muchos sabios y conocedores en el pasado.

Conviene a los que idealizan un futuro más grato para la vida humana visualizar y hacer la Historia o la harán sus enemigos y exterminadores. No se lo dejemos hacer otra vez lo que quieran que esto sería una lástima y una tragedia.

El paraíso en la Tierra es posible cuantos más seres libres conscientes se percaten de que les conviene tomar la iniciativa e integrarse cohesionándose en torno a sus intereses, responsabilizándose por el futuro común, o tendrán de salir del Gran Libro -o Mandala- de la Vida hacía las “Tinieblas Exteriores” de la vida en la luz, dejando a los perversos un porvenir efímero en un mundo indigno y devastado.

El Espíritu divino ojalá nos libre de ello a los devotos neofranciscanos y neoclarisas, con otros “neos” convergentes de esta fraternalmente prodigiosa celebración activa, que realizamos en pro de un nuevo verdadero mundo humano feliz en diferentes “Cofradías”. Un mundo más feliz que el imaginado por el genial Aldous Huxley y otros visionarios transhumanistas precursores, empezando por Platón.

Dicen los químicos que un diez por cien de las neuronas son las que determinan instrucciones, son decisivas para las demás, que simplemente cumplen con lo determinado por ellas. Igual ocurre entre los seres humanos.

Un diez por cien muy consciente de una población, movilizada y pro-activa lo suficiente basta para que en un cierto tiempo, cometiendo cada vez menos errores, ésta vanguardia evolutiva arrastre la mayoría suficiente para cambiar el mundo en el que viven si es lo que se proponen.



sábado, 14 de julio de 2012

48º Cap.d Cofradía NeoF.: Compromiso Vital por los Oprimidos/as

48º Capítulo de Manualis Neofranciscanus Asisiano.

COMPROMISO VITAL PRIORITARIO CON LOS OPRIMIDOS
Es comprensible que los más desfavorecidos, los marginados, miserables e injusticiados por un mundo humano tan mal construido y lleno de una amplia mayoría de desheredados del progreso, incluso entre ellos mismos, odien a los que tuvieran mejor suerte que la suya.

Así también, se entiende que los más conscientes o bien informados entre los desafortunados experimenten un verdadero furor contra los que hayan tenido mejor suerte o gocen de una situación muy privilegiada, que a su vez, en realidad sabemos que es frágil y mayormente efímera.

Sin embargo, si pudieran apreciar la amargura de sus vidas con cierta paz o equidistancia, reconocerían que el bien de unos tantos les dignifica por el hecho de que al menos algunos de su especie hayan logrado, o les haya tocado, razones para alegrarse de vivir.

Aun más se consolarían de su mala suerte los más desfavorecidos si supieran que no pocos de estos individuos afortunados de su propia especie, son buenas personas que administran bien lo que pueden disfrutar y procuran, de un modo u otro, aportar avances para un progreso que tiene por meta llegar un día a todos los seres humanos.

De este modo, también existe una gran responsabilidad para ser felices que atañe a los individuos que forman la vanguardia privilegiada de un grupo u sociedad, aunque ya sean muy privilegiados en términos metafísicos simplemente por gozar de la oportunidad de ser y de existir.

La élite humana en saber, consciencia, información y poder, debe de conquistar su propia categoría relativamente superior en el día a día, por dentro y por fuera de su propia individualidad, elevando su calidad de consciencia amplificada y cristalina de ser, de estar y hacer lo correcto para el bien de todos.

Desde las alturas dónde vive, la punta de lanza de la evolución humana tiene el deber de hacer todo lo posible por colaborar en la mejoría de la condición humana -para todo el escalón de la pirámide desde lo más alto hasta los submundos infrahumanos-. Y si lo hace es para su propio benefício holístico, sin perder de vista la conservación del patrimonio propio y colectivo que esto es un patrimonio de todos, pues el auténtico bien para uno mismo depende del bien de los demás.

Este es su deber pero no lo logrará si no conspira contra los poderosos enloquecidos y sus secuaces que amenazan el futuro de la especie humana y la vida en este planeta, si no se enfrenta y triunfa por medio de la inteligencia contra la maldad o la mediocridad, contra la fuerza monstruosa que no se importa más que con su propia codicia ignorante, indigna y depredadora.

Los individuos se van pero lo que hicieran se queda. Sus vidas quedan para siempre registradas en la memoria del Universo. Entre todos, formamos un gran mosaico en el que cada uno es el centro y el protagonista del todo que afecta a si mismo y su entorno así como a la especie entera.

Cada enclave de estas redes cristalinas es el centro del sistema entero, pues se trata de un gran holograma. La obra conjunta es un cristal de espaciotiempo precioso, un diminuto y parpadeante punto de luz en el Multiverso: el espíritu encarnado como parte de la tradición humana en su gran aventura para sobrevivir y evolucionar.

Es una grave responsabilidad formar parte de la dirección del timón de esta resistente pero delicada Nave, el mundo humano, en el bólido que es la Tierra con su frágil biosfera.

Igual de intenso es el deber del resto de la tripulación y del pasaje que viaja por el cosmos en este planeta con la consciencia de que son miembros de una misma especie y partes de una gran Unidad, seres resistentes pero frágiles viajando como una isla de conocimiento en expansión en un océano de misterios por desvelar, amenazados de forma continua por fuerzas hostiles a la vida con gran poderío y magnitud.

Nuestro mundo es frágil como los tres barcos rudimentales de madera con los cuales españoles e portugueses atravesaron el Atlántico para alcanzar el continente americano allá por el año 1500 d.P. Es cierto que con mínimos o escasos medios logramos grandes hechos o descubrimientos.

Es el caso de la consciencia cristalina de lo que es la dignidad intrínseca de lo humano, así como de los demás seres vivos con los que compartimos el mismo planeta, la urgencia de que salvaguardemos las buenas conquistas y superemos todo de inadmisible que hay que transmutar y hacer desaparecer del horizonte de la vida humana.

No olvidemos que en términos evolutivos el “proyecto humano” prosigue cada día y noche, entre avances y retrocesos. Estamos algo lejos aún de realizar el potencial humano más allá de la fiera animalidad, aunque hubo grandes progresos para muchos, todavía existimos en el duro embate del camino por la humanización del homo bestialis, más próximo de las fieras que de los ángeles ascensionados de la Cristalinidad espiritual.

Pero mientras la Civilización de Cristal avanzada del homo sapiens cristalinum no se cristaliza en la historia evolutiva humana -, el presente y porvenir del homo “sapiens” bestialis y su civilización bárbara y cruel no es más que un castillo de arena junto al mar, justo antes de la subida de la marea.

O la especie humana se desplaza a niveles superiores del Sí Mismo como conjunto de individuos que conforman un mundo con una civilización avanzada, o su aventura y existencia será tragada por la misma Naturaleza que le permitió hasta ahora la oportunidad de ser y estar.

Les toca a los que más recibieron ser también los que más aporten. Individuos que colaboran en el progreso de todos, ejemplificando el mejor camino a seguir, empezando por tratar de alcanzar un grado amable y lo más digno posible de felicidad.

La clave del éxito está en la capacidad de ayudar al prójimo entendiendo que en la gran Unidad todos/as somos Un sólo Ser, en un organismo con billones de células individuales como las estrellas de una galaxia, que desarrollan sus funciones en armonía cooperando unas con otras, o la salud del conjunto del organismo queda amenazado
.
Sí la inteligencia de la cabeza hasta los pies ignora el mal estar, la enfermedad o el sufrimiento de gran parte de las células individuales del cuerpo único del género humano, a más corto que a largo plazo no quedará ningún conjunto de células privilegiadas ni descendencia.

Sin cooperación y un esfuerzo conjunto coordenado para la salud de todos -o de casi todos-, la “galaxia” del experimento de humanización tiene todas las probabilidades de perecer.

De ahí que nos urge a lo humano, como especie y civilización, un salto evolutivo humanista y humanizador, con mucha más humildad y holísmo que en el primer humanismo surgido desde el Renacimiento en Occidente, sobretodo a partir del siglo XVIII y las revoluciones de la modernidad.

Hubo retrocesos, sin duda, y terribles algunos de ellos, pero se expandió la consciencia de los derechos y deberes del ser un individuo y colectivo digno de sobrevivir y mejorar sus condiciones de vida, para uno mismo como para su descendencia si la tiene. Así ha sido, al menos hasta que el capitalismo degenerado sin frenos haya elevado por en cima de los valores humanos y ambientales los valores egoístas del “capital” deshumanizador.

La clave de todo es la generosidad. El que seamos valientes en la generosidad y la empatía con los demás, si no es por los principios éticos y metafísicos de la consciencia cristalina, sea hecho por una cuestión de pura inteligencia, o sea, en una actitud pro-vida eficaz y contundente.

Inteligencia para que la especie tenga un porvenir con auténtico progreso, o ya es evidente para la mayoría esclarecida que en caso contrario no habrá porvenir alguno para nadie, al menos en la dimensión en que nos encontramos.