sábado, 3 de abril de 2010

DE LA TRADICIÓN PRIMORDIAL Y LA SABIDURÍA PERENNE

AMADOS/AS CRISTALINOS/AS ENCARNADOS/AS:



DE LA TRADICIÓN PRIMORDIAL, O SABIDURÍA PERENNE
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quisiera compartir unas reflexiones desde





 la Cristalinidad espiritual y un homenaje a los Ancestros Maestros/as de la más cristalina Sabiduría humana y divina.

Inspirado también por el cristal de espacio-tiempo del entorno cultural que me toca testimoniar, que en su declarada Semana Santa celebra sus misterios con la compunción de muchos seguidores sinceros, pero también con la astucia de otros que organizan el espetáculo popular a modo de "Congreso anual de Partido", comparto con los Gemo-Amigos/as la conexión con unos arquetipos sagrados que se extraen de la observación de éstos ritos colectivos sacros que a mi parecer trascienden cualquier religión específica.

En ésta época tan materialista en la cual los ritos colectivos laicos o civiles se caracterízan por asociarse sobre todo al consumismo de negocios privados, como los de la televisión o el fútbol (todos en términos de sucedáneos de la religión o la política en nuevas formas de alienación colectiva), entre tantos otros mitos engañosos que caracterízan la religión laica dominante del Monetarismo, los ritos religiosos se revisten de una mística arqueológica impactante por su aparente contra-sentido común.

Es interesante entonces conectar los ritos sacros que quedan de la Semana Santa de una gran religión vigorosa pero decadente, con una meditación más profunda acerca de hasta que punto las celebraciones de ésta religión poseen los reflejos de una antigua tradición espiritual precedente mucho más luminosa y cósmica (astronómica/astrológica en muchos casos), de la cuál la expresión posterior de la religiosidad como grandes religiones jerárquicas no es más que un remanescente descarrillado o desencaminado.

Para muchos ésta religión está más que desencaminada. No es nada nuevo. Siempre le ha ocurrido con los estallidos de las numerosas espiritualidades independientes a las que oprimió con vileza a hierro, sangre y fuego mientras tuvo un poder social dominante cercano a la absolutitud.

Desde sus orígenes y evolución hubo quienes creyéran que el judío-cristianismo era una desviación degenerada y pervertida de la religión primordial y la Sabiduría Perenne, que la Roma católica era una verdadera heresía o heterodoxía mal-intencionada con relación a su auténtica matriz espiritual, de la que se había alejado o traicionado.

Los más radicales escandalizados por los abusos acusáron ésta religión incluso de haberse vuelto diabólica, de haber pactado con el peor enemigo de su Fundador.

Es un hecho que los escabrosos escándalos de pederastía y violaciones que finalmente surgen a la luz del conocimiento público, con tantísimos abusos a menores por todas partes dónde está instalada la estructura eclesiástica, que no ha hecho sino ocultar estos hechos y retaliar a las víctimas no pocas veces con amenazas para proteger a la corporación de algunos de sus hábitos que habían de guardar en secreto, no hace más que reactualizar intensamente ésta creencia generalizada.

El desprecio que se le dedica una parte mayoritaria creciente de la opinión pública hacía sus empleados y siervos amenaza gravemente la institución, que observa con espanto e impotencia (en este caso sí) la erosión del poder social y económico que le queda, y desde dentro, al descrédito igualmente creciente entre los de sus propias filas, aunque todo este sucio escándalo no tenga porque afectar la fe cristiana de muchos creyentes hasta un extremo de desilusión  sin retorno.

Os lo digo al menos cuanto a la más clara, pura, dura y cristalina apostasía definitiva, irremediable e irrevocable ni siquiera en caso de pena de muerte para el/la apóstata, como los creyentes -o sus jefes- suelen nombrar amablemente a sus ex-seguidores o compañeros/as de partido.

Lo más similar de un Anti-Acto de Fe religiosa en pro de un Acto de Fe Laica, Civíl, Fe Natural, sobrenatural y praeternatural en la la Luz de Vida, de Vida con Amor y Sabiduría, emancipándose por completo de los clérigos, los dogmas, los sistemas ideológicos cerrados o la necesidad de intermediarios/as entre lo humano y la Plenitud no sea la misma Luz de la Esencia universal del Ser, en la propia gema única de la Individualidad: Una y multidimensional a la vez.

La crisis religiosa es más de la institución supuestamente sacra, oficial y jerárquica, que de la religión cristiana en sí misma. Ésta puede seguir existiendo sin un sacerdocio institucionalizado.

Sin embargo, lo que resalto aquí es la buena oportunidad de distinguir en este momento qué corresponde en las formas y creencias de las grandes religiones decadentes, los faros atemporales de una intuición metafísica inherente a muchos individuos desde in illus tempore. 

Invoco así los auténticos remanescientes de la "Tradición primordial", la primera luz interior que verdaderamente alumbró la humanidad y sigue vigente con más vigor masivo que nunca , debido además a las desafiantes pero -en ésto- oportunas características demográficas explosivas del siglo.

En un tiempo dominado por unas élites todavía medíocres incapaces de organizar el inmenso potencial humano con más inteligencia. Y en consecuencia, incompetente para planificarlo, organizarlo y bien encauzarlo con lógica, ética y una generosidad sagaz imbuída de compasión y humanismo.

Virtudes cooperativas como éstas son más importantes que nunca en la frontera evolutiva clave en que nos encontramos frente a la Era Transhumanista que adviene cada día con más fuerza. Ya están experimentando alargar la vida humana por medio de su comuñión con la más alta espiritualidad y tecnología, hecho del que algunos magnates y auténticos potentados (en la sombra) ya se están beneficiando.

La mayoría de los que conocen, colaboran o siguen mi trabajo en la Tradición Cristalina hasta ahora pertenece a una categoría creciente de personas que, distribuídas por todo el mundo, ubican perfectamente las tres grandes religiones del monoteísmo (así como otras formas organizadas de Búsqueda de la Trascendencia antiguas o nuevas) como parte de un Culto Solar inmemorial.

Este culto afloró primero en el Imperio del Antiguo Egipto como el delírio de una revolución caótica y rupturista de un joven Faraón vuelto loco que causó tamaña conmoción que estremeció al Imperio en sus mismos fundamentos, removiendo creencias ancestrales oriundas de la Tradición primordial hasta el riesgo de desmembrar el propio Imperio.

La turbación fue de tal impacto en el primer Gran Imperio conocido que los sacerdotes tradicionalistas tratáron lo más pronto de recuperar y restaurar lo que tenían de la tradición primordial en tanto el Faraón enloquecido con su esposa desapareciéron en el mundo de los vivos invisibles.

El Culto Solar patriarca aportó avances pero también muchos retrocesos, incórdios o crímenes contra la vida, el respeto y la convivencia tanto del ser humano consigo mismo como con su entorno. Aparte de impulsar inumerables combates  bestiales entre las comunidades humanas entre sí y una actitud completamente depredadora con relación a otras especies y la naturaleza.

Lo entendemos en Gemosofía como un poderoso magnetismo vital orífico a veces redentor para muchos individuos pero mayormente represor, tanto a nivel de sociedad de masas como hasta en el de la família, por autoritario, patriarcal y patrimonialista, manipulado por diferentes castas sacerdotales y económicas.

La nueva religión solar originó toda una Era basada en la agricultura, el consumo animal-grangero masivo y la guerra. En ella hubo mucho misticismo e iniciativa empreendedora, por no llamarla conquistadora, pero imperó sobre todo el terrorismo espiritual por parte de las grandes religiones abanderadas de este culto que combatiéron muchas veces de forma cruenta, implacable e inmisericorde contra los demás cultos y tradiciones espirituales para imponerse como poder hegemónico único, exclusivista, intolerante y totalitário.

A lo largo de los siglos y tras algunas revoluciones recientes avassalladoras para el antiguo régimen, la civilización cristiana occidental derivó en una enorme civilización global materialista neopagana, pero con el lastre todavía de las viejas religiones influenciando la geopolitica mundial en una sociedad global a la vez opulenta y miserable, sumamente cínica y violenta.

El Culto al Héroe Solar, el Redentor, se catapultó en oposición a una religiosidad anterior mucho más antigua caracterizada por un Culto Lunar o Cósmico, anterior al patriarcado y la organización de los grupos humanos como grandes colectivos formados por conformistas adoctrinados por jefes que administran los seres humanos como rebaños. En rebaños de ovejas/humanas que los líderes muchas veces transmutan en fieras para conformar ejércitos de genocidas capaces de cometer las peores atrocidades.

Desde luego que coincido y me uno con los Maestros de Sabiduría de las corrientes espirituales tradicionales o Escuelas de Misterios que creyéron y creen que "el instinto metafísico" fundamental del Ser, con su anhelo saudoso del Absoluto y de libertad en la Infinitud, constituye una calidad intrínseca de la naturaleza más esencial, pura y cristalina sino de todos sí de una mayoría considerable de miembros de la especie humana, pese a que el ego-cultural-artificial/esclavo-mental de muchos la tema y desconozca, si es que no la rechaza y combate.

Además, sé por mis propias experiencias en las dimensiones del Espíritu que ésta calidad intrínseca no es ni mucho menos un fallo evolutivo ni ningún error o un engaño si no una intuición espiritual o premonición metafísica completamente acertada y veraz.

Puesto que cada punto del cosmos -cómo la chispa vital esencial de Ser individual- es a la vez parte y Centro del Todo, el Ser Es una morada oculta del Uno, el Ser Supremo.

Esto no es poca cosa...

Ésta toma de autoconsciencia espiritual es uno de los pilares de la tradición primigenia de Sabiduría Perenne desde los primeros homínidos humanos. La experiencia de la Gran Unidad es una de las intuiciones espirituales o experiencia mística de las más extraordinarias de la tradición espiritual humana en su proceso evolutivo ascendente de humanización e Individuación en la Plenitud y la Transcendencia.

Otro de los pilares de la Primera Revelación que es la tradición promordial es una idea clara acerca de la naturaleza complementaria del Ser manifestado en forma armónica polar benigna, al revés de la fratricida Dualidad, como ocurre en el caso del divino arquetipo mitológico del Andrógino primordial o Antrophos, "Hombre primordial".

Lo humano plenamente desarrollado y trascendido en las amplitudes de la consciencia cristalina "primitiva", intuyó un Ser humano primordial antes unido, un Ser total, completo y generador de Vida en el Sí Mismo. Era un Ser total pero que debido al cataclísma de una misteriosa Gran Caída se escindió y desdobló en los dos sexos predominantes del género humano.

Así los sabios representáran la idea de una energía vital inteligente primordial que es Una, universal y adimensional, que se expresa en la manifestación aparente captada por el Ser humano como un Principio Cósmico masculino y otro femenino, como el Yin y el Yang, lo solar y lo lunar, que deben integrarse en armonía tanto en el individuo como en su suma la comunidad, en relaciones flúidaz de complementariedad, respeto y reciprocidad, en términos cooperativos amistosos pactados si de lo que se trata es estar Centrado en el Tao, el Absoluto divino. Jamás percibiéndoles como antagonistas.

La cosmogonía de las religiones dualistas derivadas de Revelaciones que apuntában la existencia de un Principio Divino luminoso y Benefactor para la Vida humana, en combate contra otro Principio omnipresente en la manifestación pero que es lo opuesto al Dios de la Luz, o sea, un Principio metafísico o Entidad maligna enemiga de la Vida, y de la vida todavía inteligente más, es muy posterior a la tradición espiritual primigenia que ha perdurado además durante mucho más tiempo.

El Zoroastrismo es una de sus expresiones más importantes. Su dualismo metafísico ha sido una influencia decisiva en el desarrollo histórico de los tres monoteísmos, con mucha más presencia en la práctica religiosa y civil de los creyentes y sus jerarcas que en el cuerpo teológico con el que procuran resguardarse en la ortodoxía no-dualista, insistiendo en un monoteísmo estricto y obsoleto todavía más irracional y contradictorio que el Dualismo en su cosmovisión de la realidad (que en realidad no era tan dualista una vez que el Zoroastrismo preconizaba la existencia de un Primer Principio Andrógico, aunque lejano), frente a las absurdidades existenciales con las que convive cualquier Ser humano a diario.

Sin embargo chegamos aquí en una frontera cultural extrema entre la percepción primigenia de la tradición espiritual humana primordial y su posterior desarrollo, desviación o cisma como en las religiones de masas.

En la síntesis gemosófica de la tradición primigenia de Sabiduría humano-divina, tanto el Principio Solar como el Lunar y el Cósmico deben existir integrados en armonía, fusionados en el Elemento Cósmico trascendente sagrado que el Hermetismo clásico denominó Quintaesencia. El misterio divino de la Trascendencia para aquellos sabios no descartaba ni entraba en contradicción con la doctrina de la Inmanencia divina en la Naturaleza, propia de las religiosidades de inspiración más panteísta con las que conviviéron.

Lo importante para los maestros de sabiduría de la tradición primordial era vivir en paz con las necesidades cubiertas y algunas alegrías, alineando su microcosmos individual con el macrocosmos del Gran Todo divino, también llamado Gran Espíritu.

Tenían muy claro que el Caos hostil era lo contrario al Orden vital característico de una organización sana -sea celular, humana o de cualquier otro tipo- que permite el nacimiento, el desarrollo y la continuidad de la vida humana, pues ésta fuerza disolvente y destructiva era el "Mal", la fuente de todo sufrimiento, indefensión y enfermedad, la causa última de la desesperación y la mortandad, así cómo de la sufriente esclavitud que padece la gran mayoría del género humano al final de la Era de Piscis, el final de una Edad Planetaria con el Reinício de otra nueva Gran y Larga nueva Edad Humano-Planetaria regida por la Cristalinidad espiritual.

Los sabios ancestros no concebían la Dualidad si no bajo la Luz de la Gran Unidad y su Obra Maestra en ésta dimensión conocida: la existencia en un cosmos, o Cristal Cósmico, constituído por una multitud de mundos y otros cosmos repletos de vida y otras formas o grados de vida, inteligencia y consciencia, en el Todo infinito de la Gran Armonía que se desdobló desde el Gran Uno primordial.

En la perspectiva de una cosmovisión sagrada de la existencia como ésta, en la Esencia Cristalina del Ser resplandece un foco centrado de captación e irradiación del Infinito, una Gema de Consciencia de la Luz participante de un sin fin de realidades y dimensiones en un inmensurable Multiverso, dónde tanto la Gran Unidad como la diversidad no se pueden contener.

El Uno se replica y desdobla Sin-límites en un asombroso misterio que se hace cada vez más misterioso en particular para los no-Iniciados en la divina Sophia (el arquetipo supremo de la Divina Sabiduría acerca del mundo de la Divinidad y el Invisible, con el conocimiento esoterico <> de las Leyes Cósmicas ocultas que rígen el mundo humano igual que el cielo o el intramundos, en el idioma griego).

Hay tradiciones vulgares y sagradas, mutantes o perennes, que protegen, promueven y amplifican la Vida humana o todo lo contrario, o sea, que la oprimen y degrada, le restan libertad y dignidad.

Es evidente que en tanto a espiritualidad cristalina cómo hacía una mística o religiosidad sanas se refiere, por mis vivencias en Tradición espiritual universal de la experiencia humana y como gemósofo, entiendo y me declaro fiel heredero-amante de la Teosophia Perenis.

Me remito a ésta parte del conocimiento sagrado retransmitido por tradición de generación en generación desde lo más remoto de la época anterior al advento de la civilización hasta el presente, como en el futuro mientras exista la especie humana..., aunque a veces parece haber desaparecido la Sagrada Antorcha de los/as Adeptos/as de la Luz de Sophía durante algunos tiempos o períodos cuando se estudia la Historia humana conocida más en detalle. Pero no, que para ésto estaben las Órdenes Iniciáricas, muchas veces como sociedades secretas obligadas a serlo por la persecución monoteísta-totalitaria reinante.

Conectamos así con un conocimiento sagrado que la humanidad actual tiene la inmensa buena suerte y fortuna de poder acceder navegando o sumergiéndose en el mundo de los libros, dónde se encuentra con el testimonio que muchos Grandes Maestros de Sabiduría o sus Discípulos y Adeptos que legáron a nosostros sus Enseñanzas transmitidas con palabras de un texto que a su vez insufla un espíritu divino y cristalino.

Y todo por medio del Espíritu re/transmitido por éste precioso y mágico medio de comunicación que os recuerdo es de Carbono en el caso de los libros de texto en papel, o sea, que están incluso emparentados químicamente con el género humano, mientras los nuevos suportes tecnológicos ahora basados en los poderes del Silicio anúncian lo que vendrá: la inevitable interación entre los Seres de Carbono con los Seres de Silicio para alargar la calidad y la extensión de la Vida humana.

Un género que sólo tendrá su salto evolutivo definitivo hacía adelante cuando incorpore el Silicio de los Cuarzos Hialinos Maestros de la Transparencia tanto en su propio cuerpo físico basado en el Carbono como su principal elemento químico constituyente tras el hidrógeno, por medio de la tecnología con fines terapéuticos volcada hacía una "inmortalidad" incluso física si así Uno/a quiere.

Es un salto cuántico hacía una calidad de vida sólida y longeva mucho más elevada. Con hasta la esperanza razonable de alcanzar un Paraíso de Inmortales tras el más allá, combinado con la meditación adecuada y la espiritualidad cristalina necesaria para redimirse, o sea, generar en el Sí Mismo la Sabiduría Cósmica que posee los elementos constituyentes de los Cristales Maestros en el Ser humano, reprogramándose de tal manera que los viejos condicionamentos nefastos dejen de molestar o torturar a la condición humana.

El Silicio es un elemento químico que tiene mucho que enseñar al Ser basado en la química del mismo elemento que constituye los diamantes, el Carbono, con el poder de renovarlo en el centro de su misma consciencia y desarrollar una nueva súperconsciencia, no sólo gracias a la alta tecnología sino por medio de ésta en armonía con la Consciencia Cristalino-Adamantina despierta a la que me referí antes, a la que se puede acceder por medio del estudio y la meditación sobre los patrones cristalinos cósmicos de armonía.

La ansia animal fundamental hacía la absolutitud y la Transcendencia también se revela en el instinto básico metafísico revolucionario individualista, inconformista con relación al grupalismo religioso y las organizaciones sociales rígidas, estrictas, injustas o desequilibradas.

Este poderoso instinto vital revive y resuscita de cuando en cuando en la Historia como parte de una consciencia humana y cristalina intrínseca espontánea muy extendida, entre una mayoría de seres humanos aunque mayormente de un modo más bién inconsciente o irracional, cuando no secuestrada y fanatizada por las instituciones religiosas que usan el Nombre del Supremo no para servirlo sino para explotarlo para sus benefícios mezquinos abusando de las creencias equivocadas y absurdas que insuflan maliciosamente en los demás.

No obstante, la Luz interior imanente se Clarifica como un sol en algunos seres especiales, muchos de ellos anónimos, pero que en algunos casos se manifiestan y se vuelven públicos hasta el punto de volverse decisivos en el Tránsito entre Eras o Edades de la Historia Humana, Cósmica y Planetaria. Son los Padres fundadores de nuevas grandes realidades colectivas o civilizaciones, que arrastran consigo una gran parte de la humanidad con ellos hacía un nuevo mundo humano y terrenal..

Ni las estructuras más rígidas pueden detener el tormentoso e imparable flujo de la Corriente de Energía Vital Creativa en su fluír incesante conforme a la leyes naturales. Dá igual incluso que sean duras y grandes piedras que bajo la erosión del paso de Eones también ellas se mueven y se transforman. Cuanto más frágil no lo será un invento humano como cualquier otro tan efímero como una ideología, aunque ésta parezca dominar la consciencia de las grandes mayorías durante largos períodos de tiempo.

Los pilares de la tradición primordial tratan de un convencimiento profundo o Saber que por en cima de todo se dispone a servir con amor a la Vida.

En especial la vida que más le merece a uno ser vivida que es la de sus seres queridos, tanto como la propia o más, así también para los sabios de la Philosophía Perenis, Amantes Iniciados/as en la Sabiduría Divina, el fenómeno de la vida era la suprema manifestación más inmediata de lo Divino (aunque en casos concretos la vida individual se encuentre en condiciones deplorables) a que podían acceder con los sentidos físicos del espíritu humano.

La cosmovisión de hecho más tradicional en el ámbito de las religiones incluye en el centro de su enseñanza y práctica devocional una percepción sagrada del Ser. Tan sagrada que abarca incluso una celebración de la naturaleza en un auténtico Culto a la sexualidad y de la libido como un medio de contacto directo, de una naturaleza espiritual orgásmica, de Comuñión con lo sagrado y Unión con lo divino.

Todo lo opuesto al rechazo violento cargado de culpas y mortificaciones que promueven los monoteísmos reduccionistas de la realidad con su intenso moralismo, una fe extremadamente suscetible a los pecados a causa de la energía sexual que considera maligna, con todo su culto al sufrimiento, al sacrificio y a la muerte antes que un culto vitalista a la resurrección como un modo sagrado de celebración de la vida.

En el hermoso camino sinuoso pero brillante de una Sabiduría que garantiza la continuidad en el tiempo de una consciencia humana elevada hasta la condición de Ser Uno, o Una, conviviendo en paz con la diversidad y en armonía con la consciencia divina no en un lejano más allá sino en el aquí y ahora del individuo despierto en términos de Consciencia Cristalina Clarificada en su interior.

La Tradición del Espíritu revelada y mantenida como Sabiduría Perenne, retransmitida a muchos o a unos pocos pero de un modo ininterrumpida por miles de años y generaciones, sea a modo laico-iniciático-chamánico o en el corazón místico de las religiones, es la luz espiritual que más ha servido la humanidad como su mejor amiga y maestra desde lo más antiguo de la historia conocida.

Si alguna de las religiones o religiosidades que cité posee dos mil años con lenguaje escrito y textos sagrados, o como mucho cinco mil (en el caso de Oriente), como en el caso de que la gloriosa civilización egípcia hubiera haber existido a lo largo de unos doce mil años como afirman algunos estudiosos, la corriente cultural que alabo y venero tanto en este texto como en mi vida diária y que se expresa a lo largo y lo ancho de toda la Gemosofía adviene de una religiosidad de origen chamánico mucho más antigua.

Está conectada con una cultura común universal del ámbito humano que pervivió y se retransmitión entre los frágiles y raros pero valientes y resistentes grupos de ésta especie que existía en la Tierra desde entonces hasta su largo desarrollo en las sobrepobladas generaciones actuales.

El inspirador carisma clave de la tradición primordial era la gran fuerza vital que les unía entonces en una cierta empatía colectiva o grupal, cuyo poderoso magnetismo garantizaba la supervivencia con progreso, decencia y descendencia para los seres humanos no sólo por unos pocos miles sino durante decenas o cientos miles de años, como una única y más bien celestial que terrenal Unidad fraterna suficiente para lograr seguir existiendo como especie en el peligroso espaciotiempo vital circundante.

Ésta es una Tradición de Luz de Vida por en cima de todo, así cómo por oposición o contraste con relación a todas las demás fuerzas sean propias o ajenas, humanas o no, terrenales, cósmicas o de ultratumba, sea como sean, que desde lo visible o el invisible amenazan la dignidad o la misma pervivencia del Ser humano.

Es la misma diferencia insalvable entre Eros y Tanatos la que ocurre entre la Tradición de la Luz espiritual de la Anti-Tradición, la vandálica Contra-Tradición perversa y oscura de la violencia y los instintos inferiores sin el mando soberano de la razón y la consciencia cristalina.

Me adhiero así con los demás Gemo-Iniciados/as y la consciencia cristalina al impulso vital de una lucha honrada por la Vida, por su conservación, sanación, mejoría, plenitud, autorrealización y Felicidad, luchando, resistiendo y trabajando infatigablemente contra todo lo contrario, como los varios peligros y enemigos que la amenazan grávemente sea cual sea el período histórico que observemos, aunque suelen cambiar de forma para engañar a los vivientes con falsas esperanzas, como un predador que a veces juega con sus presas.

La Tradición de la Sabiduría siempre ha sido y es el gran sostén de continuidad de la tradición humana en la Existencia como una especie potencialmente inteligente lo bastante como para ser digna de un porvenir.

El instinto básico que impulsa ésta tradición primordial es tan clave y vitalista como igual sostienen a lo humano otros de sus instintos vitales básicos como los de alimentarse y depurarse, de respirar, moverse, abrigarse y cuidar de mantener encendida la cálida antorcha de la propia vida como un Cristal único y precioso, programado para luchar con todas sus fuerzas si esto es necesario para conservar la propia vida en ésta existencia y su continuidad, así como la de sus seres queridos en todo cuanto y hasta dónde sea posible y algo más... por medio del poder de la magia, de la religión o la Sabiduría.

En el templo de este mandala humano-cristalino de Sabiduría de la tradición primigenia es dónde los humanos se agrupan como alrededor de la llama reconfortante del conocimiento sagrado que les protege de la gélida desolación hostil de un entorno vital y existencial lleno de trampas y peligros, experimentando en cambio a la vida como un extasis divino.

Sea solo o en común, en el interior atemporal de cada Uno está el Sanctum Sactórum alquímico y transmutador dónde la cruel frialdad de la existencia torturada de un Ser humano normal y corriente en una época ensandecida,  se convierte a la velocidad de la luz en una existencia nueva y regenerada incomparablemente más agradecida, sana, afortunada y feliz.

Los conocimientos sagrados de la tradición primordial proporcionan al Ser humano el desarrollo de estar mejor dotado para hacer frente al aparente paso implacable del tiempo, más capacitado para sobrevivir con dicha y trascender al Tránsito mortal más tarde y en paz, tanto como para poder llegar incluso a renacer enseguida en los mundos superiores de la Pátria original del alma, dónde su espíritu inmortal puede descansar en el Sin-Tiempo de la fusión con el Gran Espíritu totalmente desapegado y libre de toda dualidad.

El templo interior que se alumbra en el alma del que se alimenta con la savia milagrosa de ésta Tradición de Luz de Vida con Sabiduría reconforta al espíritu humano, como una cálida hoguera en la fría noche oscura del alma en compañía de otros/as asombrados con a las dimensiones abismales de la realidad.

En el círculo mandálico-humano del conocimiento sagrado, otras individualidades también están aterrorizadas por los extraños ruídos y peligros ocultos que llegan de las Tinieblas del miedo al Caos, el horror de la violencia y la muerte que circundaba a los humanos en aquellos tiempos tanto como ahora pervive la condición humana en civilización o fuera de ella, existiendo como un islote de Luz de Vida y Consciencia en un inmensurable océano misterioso de oscuridad alrededor en forma de ignorancia.

Pero los cristalinos humanos autorrealizados saben que obtienen el Elixir de la Piedra Filosofal que les rejuvenece o resucita como mínimo en el último momento de sus Encarnaciones, tanto del alma en agonía como a veces incluso del cuerpo físico antes de romperse el último vínculo corpóreo vital con el mundo físico aparente que la impedía de explanarse por la Plenitud de la Liberación del Ser en el Infinito, con alegría y una confianza y entrega absolutas.

Celebro esta venerable tradición universal de Clarificación del Espíritu que pervive en el corazón de muchos y vibra desde la esencia de casi todos.

Igual que antaño la Sabiduría es ahora la gran esperanza para la aurora de un mundo mejor tanto personal como colectivamente, inspirando la ciencia y el poder tecnológico creciente hacía una vía más sana y positiva para la Vida, que conduzca lo humano hacía una resplandeciente, sostenible y maravillosa nova Civilización de Cristal capaz de superar el mejor Olimpo de cualquier mitología antigua acerca de cómo vivían los dioses/as para sus Cristalinísimos/as Conciudadanos/as.

La siguiente etapa de la existencia humana evolucionará como una Tradición del Espíritu cada vez más y mejor preparada para sanar los grandes desafíos del Tránsito de Edades, que promoverá (a la vez que resultará) un nuevo ordenamiento mundial que equivaldrá a la entrada histórica definitiva del género humano en una primera gran maturidad estable, próspera, pacífica y feliz, autosuficiente y lo más libre.

Será un Ser colectivo e individual humano finalmente mayor de Edad en tanto que Responsable e más inteligente, aunque disponga de una vitalidad juvenil, tendrá más tiempo vital disponible para asentarse en la existencia en una condición superior de afortunada y sabia felicidad.

Os hablo de una humanidad comparada a la cual toda la anterior parecerá lo que es y sólo se oculta por el deslumbramiento engañoso creado por el mundo del espetáculo y el Circo (cada vez con menos pan) para la mayoría, cuando el espectador cree en lo que le venden o proponen como real, creyéndolo más de lo que realmente es: el simple reflejo reincidente de una especie prehumana o humana de bajo perfil, más bestial que cristalina, en un mundo peligroso, presor, insano, vano, pueril y... desconcertantemente cruel.

Una Humanidad Cristalina es lo equivalente a una nueva raza de semidioses en camino de convertirse en auténticos seres divinos, en tanto los poderes y el grado de consciencia amplificada que poseen les permite sobrellevarse y elevarse por en cima de las condiciones sufrientes que padecéran sus ancestros sin éste grado superior de consciencia y tecnología cristalinas.

En el reafirmarse en ésta poderosa Luz espiritual que trasciende todo mal y mortandad está la espiritualidad cristalina y terapéutica de la Tradición de las Piedras, una corriente cultural tradicional espiritualista en plena evolución como Gemo-Sabiduría y Gemosofía del primer Mileniunn Cristalinum, con sus buenas hijas operativas la Gemoterapia Vibracional, la Cristalino-Hidro-Gemoterapia y la Psico-Gemoterapia.

La Tradición de las Piedras Sagradas es el eje central del tronco y savia del gran Árbol de la Vida con Sabiduría de la tradición humana. Se encuentra en la vanguardia de su evolución desde un estado condicionado homínido-bestial hacía un reinado soberano del Sí Mismo como un Cristal eterno, un Ser humano pleno y Autorrealizado, con las mejores condiciones de vida que uno misma elija.

En el Poder de las Piedras y la Consciencia Cristalina del Tiempo Geológico está el principal bastión de la tradición primordial que pervive. Es un luminoso Espíritu tanto individual como de grupo que vuelve más bella y feliz la vida humana, inspirada y alumbrada por la Luz de Vida en Amor y Plenitud de la Unión autoconsciente con el absoluto, el Infinito y la Trascendencia. Un Renacer hacía lo Maravilloso.

Es un poder cristalino que nos transporta a la posibilidad de vivir durante un tiempo indeterminado lo más equivalente al Cielo en la Tierra que puede experimentar el Ser en la condición humana.

Quizás no sea más que sólo un poco más adelante cuando llegue la hora de superar al poder de los dioses/as nefastos y Arcontes que no han hecho más que retrasar el imparable progreso de la humanidad que evoluciona hacía una nueva condición vital que se corresponde más bien con la idea de una súperhumanidad cristalina, semejante o superior a los dioses que adoraban los pueblos incultos devotos de las antiguas religiones. Nada comparable con todo lo que ha existido hasta el momento presente de la evolución humana.

Aquí me detengo en éstas meditaciones con una referencia à modo de Reverencia devota, Invocación y Evocación mágicas Teúrgica del próximo Homo Sapiens Cristalinum que vendrá con su espléndida nueva Civilización de Cristal, que en realidad ya está entre nosotros.

Con un Saludo Adamantino Fraterno en A.mor a todos/as los/as Gemo-Amigos/as Iniciados/as en la Gemosofía de Piedra Filosofal como a los/as Adeptos/as de otras ramas o corrientes de la Pan-Sofía, como a los más normalitos pero no menos importantes Visitantes primerizos o habituales del Blog de los Cristalinos/as.

Francisco Boström