EL PEZ: UN SÍMBOLO MAGNO DE LA
TRADICIÓN CRISTALINA.
Aprendiendo a 'Nadar' y Fluir por las Nuevas Frecuencias de Paz, Amor, Armonía y Abundancia.
TRADICIÓN CRISTALINA.
Aprendiendo a 'Nadar' y Fluir por las Nuevas Frecuencias de Paz, Amor, Armonía y Abundancia.
Pájaros, alas y peces son
motivos recurrentes de espejismos al contemplar las nebulosas de
cristalizaciones internas de los Cristales, en particular, del
Cuarzo Hialino y el Yeso (la Selenita), gemas supremas en el panteón
de la Tradición Mineral Cristalina.
Debido a la persistente omnipresencia de
este símbolo -el pez- en la naturaleza 'sólida' cristalina, conviene
estudiarlo según las claves reveladoras de la gemosimbología.
Considerado animal sagrado
en muchas tradiciones, el pez se refleja, como dijimos, en las
cristalizaciones internas del Cuarzo Hialino así como en otras
especies minerales transparentes, como el Yeso, la Turmalina o la
Calcita, entre muchas otras, con demasiada frecuencia como para que
no lo analicemos con detenimiento.
La forma del pez en un
cristal –según la Tradición- refleja un don de fluidez del
mineral que lo posee, y cuantos más peces, más dones de fluidez
contiene. Este representa también el desplazamiento persistente y tenaz
del buscador del conocimiento por distintos niveles del Ser y la
conciencia, en busca de la Trascendencia.
Este pez simboliza el
buscador de un tesoro oculto, sea en las profundidades del agua como
en las correlaciones del 'minero' con las minas, por el mundo de las gemas y de las dimensiones cristalinas del Ser y la Existencia.
Cualquiera que curiosea por
la existencia sabe que para alcanzar el Gran Tesoro hay que moverse
por aguas distintas y variadas. Hay que fluir hasta encontrar las
aguas de uno mismo, en las que se está a gusto, el sitio en el que
uno realmente quiere nadar.
Hay que aprender a fluir
sin caer en las redes de los pescadores ni en las garras de los
predadores, los peces gordos que el pez pequeño sólo ve cuando es
demasiado tarde.
Sólo los peces sabios y experimentados, dotados de
una estrella guía de buena suerte y de la predilección de Neptuno
-el regente de los mundos acuáticos-, con sabiduría, sobreviven por
más tiempo.
Este pez simbólico o
arquetípico signo del buscador espiritual sabe que en el mundo
emocional o espiritual, como en el astral o en la sociedad humana,
hay aguas
superiores
y aguas
inferiores.
Existen mares de aguas transparentes y mares de aguas pantanosas, hay
mar abierto y espacios cerrados, agua corriente o estancada, dulce o
salada, zonas tropicales luminosas o profundidades abisales.
Hay aguas tranquilas
seguidas de maremotos, tsunamis y huracanes. Algún que otro pez
gordo y muchísimo plancton. Aguas de peces coloridos y pacíficos y
aguas turbias de predadores. Uno decide la corriente por donde
fluirá, y si va solo o en grupo.
La piedra sagrada primordial y los
minerales dan a todos los peces un don de visión, en los cristalinos
de sus ojos como en los reflejos de las sales minerales en el agua,
en los infinitos microcristales del agua en los que se refleja la
conciencia de la luz.
El mundo de los peces es un
hermoso cosmos cristalino, un reflejo de muchas otras dimensiones, y
la meditación sobre estos signos sagrados -el Pez y el Agua- resulta
un baño clarificador para el alma del caminante.
Medita sobre qué
clase de "pez-buscador" eres, por qué corriente fluyes, sobre qué
mares te gustaría nadar y cómo llegar a ellos. ¿Prefieres nadar
solo, arriesgándote, pero más libre, o seguir por la corriente en
un grupo -supuestamente- más protegido?
La clave no está en lo que decidas sino
en tener claro lo que quieres, dónde estás y cómo llegar".
Extracto
seleccionado para el blog de la Gemosofía Gemoterapéutica desde el 4º Libro de la Colección de Libros de Clase / Grados de
Consciencia Cristalina del Curso Piedra Filosofal de Formación en
Gemosofía y Gemoterapia Holística, parte del Tratado Enciclopédico Gemosófico revelador de una espiritualidad cristalina y una
Tradición Cristalina ancestral omnipresente en el mundo
humano, del Lapidarium
Boström Líber Mirabilia Mineralium, de
autoria del escritor e investigador Francisco
Boström.
Gracias por compartir sabiduría.
ResponderEliminarConmigo habita un Cuarzo Amatista en el que vive un delfín que está saltando de una arista a otra.
Precioso.
Gracias, gracias,gracias.
Estibaliz