Un Código Clave del Lenguaje de las Piedras en su Variante Numerológica Poética
Invocación Mágica Teúrgica Cristalina das Energías Cristalinas Sanadoras Por Medio de Un Número Maestro de la Tradición de las Piedras.
"VI.1.
SACRALIDAD MINERAL-CRISTALINA DEL NÚMERO NUEVE EN EL RENACIMIENTO
OCCIDENTAL, POR DANTE ALIGHIERI
El
excelso filósofo, escritor y poeta Dante Alighieri afirmaba,
misteriosamente, que su suprema musa, Beatriz, era un número nueve
en el orden de los seres humanos y las dimensiones cósmicas: el
número que descubre los secretos más herméticos de la naturaleza
divina.
Este
código numerológico sagrado aparece en la estructura misma de la
Divina Comedia, la obra magna del que ha sido uno de los más grandes
artistas, pensadores y poetas de todos los tiempos, Dante, fue además
miembro de la sociedad iniciática y secreta renacentista los “Fieles
del Amor”.
La
Divina Comedia contiene tres partes divididas en 33 cantos cada una,
sumando 99. Beatriz, su adorada musa, aparece en medio del Canto XXX
del Purgatorio (2ª Parte), precedida por 63 cantos y seguida de
otros 36.
Con
esta estructura gemosimbológica de tipo noveno o múltiplo de nueve,
Dante se une a la corriente sagrada inmemorial de los Hijos de Luz o
Adeptos que se reconocen —entre otros códigos iniciáticos—, por
medio de esta clave numérica.
El
poeta se vincula así a otros grandes maestros cristalinos con sus
obras magnas como Plotino, discípulo de Platón y uno de los más
grandes filósofos de la Historia, cuya gran obra escrita llamó
“Eneádas” (Nueves)
basada en una estructura dividida en 999 partes.
Otro
ejemplo notable LO encontramos en uno de los libros sagrados de la
Tradición Mineral en la Era de Piscis: el Tratado Gemoterapéutico
árabe-judío recuperado y dado a conocer por el rey de Hispania
Alfonso X, conocido por su nombre como códice “Lapidario de
Alfonso X” (de lapis,
“piedra”,
como fueron conocidos entonces, durante varios siglos, los grandes
tratados clásicos de la gemoterapia denominados “Lapidaria”).
El Lapidario constaba de 360 capítulos.
Este
número y estas obras guardan un gran secreto, con una parte
fundamental del conocimiento de la Piedra Filosofal y la Tradición
Mineral Cristalina. Son testimonio inequívoco de que este
conocimiento iniciático sagrado y ancestral —que nunca ha dejado
de existir y de estar presente de modo público y visible o
subterráneamente esotérico—, ha acompañado siempre a la
humanidad amante y predilecta de la deidad.
Este
secreto códice iniciático tiene una conexión inmemorial en
relación a la condición de herederos de las dimensiones
cristalinas, del Empíreo, además del cielo en la Tierra y de la
suprema Trascendencia.
Al
respecto, y relacionándolo con su divina musa Beatriz (equivalente a
Sophia –de “Sabiduría”-), dijo el maestro Dante:
“Como
el número nueve ha sido mencionado en las líneas y en lo dicho
precedentemente, y si podría creer que esto se ha hecho sin tener
para ello una buena razón, y como por otro lado, dicho número ha
jugado un papel importante en la muerte de cierta persona querida
(Beatriz) es preciso aquí algunas aclaraciones sobre este tema.
Por
esto voy a decir a continuación cómo el número nueve intervino en
el accidente de su muerte, y después señalaré la razón por la
cual este número ha sido tan favorable a dicha dama.
Yo
diré, en consecuencia, y siguiendo la costumbre de Arabia, que el
alma tan noble de esta dama se ha separado de su cuerpo durante la
primera hora del noveno día del mes y, siguiendo el uso de Siria,
durante el noveno mes del año.
Porque,
en este país, Siria, el primer mes corresponde a nuestro Octubre, y
siguiendo la costumbre, ella ha abandonado este mundo en este año de
nuestro calendario, es decir, en los años del Señor en los que el
número perfecto quedaba comprendido nueve veces en el siglo. Éste
fue también el número de los cristianos del siglo xiii
(¿se refería Dante a los cátaros?); como ha sido entre los
cristianos hasta el iv
siglo.
Si
buscamos por qué este número nueve la ha acompañado siempre de
forma tan amigable, he aquí una razón probable: según Ptolomeo y
las verdades cristianas, hay nueve cielos que se mueven y que, según
la opinión común de los astrólogos, estos nueve cielos trasmiten
hacia aquí abajo las combinaciones armónicas a las que están
sometidos en lo alto; este número ha sido amigo de Beatriz, para
hacer comprender que cuando ha sido engendrada, los nueve cielos
móviles se comportaban en perfecta armonía.
Ésta
es una de las razones. Pero considerando la cosa más sutilmente, y
de acuerdo con la verdad infalible, este número era ella misma. Al
establecer esta comparación, he aquí cómo entiendo el asunto: el
número tres es la raíz cuadrada de nueve, porque sin ayuda de
ninguna otra cifra, y por sí mismo, es capaz de producir el indicado
número nueve.
Puesto
que es evidente que tres veces tres hacen nueve, y siendo por lo
tanto el tres creador del nueve, y el gran operador de milagros por
naturaleza es trino, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo, siendo
tres y un todo a la vez, esta danza ha estado constantemente
acompañada del número nueve, para dar a entender que era un nueve,
es decir, un milagro cuya raíz es la admirable Trinidad.
Se
podría sin duda establecer esta verdad por razones todavía más
sutiles, pero las que yo acabo de dar me complacen mucho más que
todas las que puedo entrever”.
Dante
Alighieri en «Vita Nova», XI."
Extracto
seleccionado para el blog de la Gemosofía Gemoterapéutica desde el
3º Libro de la Colección de Libros de Clase/Grado de Consciencia
Cristalina del Curso Piedra Filosofal de Formación en Gemosofía y
Gemoterapia Holística, parte del Tratado Enciclopédico gemosófico
revelador de una espiritualidad cristalina y de una Tradición
Cristalina ancestral omnipresente en el mundo humano, el Lapidarium
Boström Líber Mirabilia Mineralium, de
Francisco
Boström.
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