DECLARACIÓN HUMANISTA HOLÍSTICA EN PRO DE LA VIDA, LA CULTURA HUMANA Y UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DE VERDAD AVANZADA, COMPASIVA E INCLUSIVA.
Esta es una declaración de principios que retrata, casi en plenitud, el ideario del espíritu del Instituto Gemosófico, por lo que empezamos el año "2013" (perdón.., 2766 según el Calendario Occidental Tradicional) con reproducir al texto que sigue y no es otra cosa que una gran poesía -sociológica- en defensa de la Vida.
En seguida compartimos una Declaración que expresa perfectamente los principios fundamentales de la Gemosofía Gemoterapéutica Holística, proporcionada por el Instituto Gemosófico, con unos ideales inspiradores -de base- que inspiran nuestra labor por la consciencia cristalina humana planetaria.
Así por igual, ésta es la base del espíritu que rige nuestro trabajo por la Gemo-Iniciación en la Gemoterapia Holística, por medio de la transmisión del conocimiento iniciático gemosófico, y gemoterapéutico en forma de Curso Piedra Filosofal.
Existimos para la sanación. Estamos en esencia por la promoción de una cultura ciudadana transnacional de consciencia cristalina humana global, transparente, cristalina y demo-crática, coordinada en red, y con el espíritu de este ideal humanista inauguramos el nuevo ciclo anual de este Foro.
Aunque así, conviene matizar que pese al apoyo irrestricto que le dedicamos, el Instituto Gemosófico tampoco se involucra con otras obras o iniciativas del autor al que aquí le daremos resonancia, voz y eco. Le hecha en falta también la aceptación de la inclusión de una dimensión espiritual más profunda en en ser humano y su Existencia, percibida por una cantidad muy extensa de personas, que merece ser respectada y protegida en sus derechos.
También echamos en falta una Declaración Medio-Ambiental, y otra más, muy importante, la Declaración de Protección de los Animales y a su Derecho de Vivir y de dejarlo con una muerte digna, sin sufrimiento, así como una lista más amplia de más aspectos.
Aunque así, en cuanto a la dimensión más cartesiana del texto que sigue, le apoyamos por entender y amar a su espíritu, que es común al nuestro, en el Caminos de Gemas Físicas y Espirituales de la Tradición del Fuego y las Piedras Sagradas.
Habría de enseñárselo a todos habitantes del planeta, y a los niños/as desde los primeros años incluso en un tipo de enseñanza pública universal de alta calidad por todo el orbe, como principio de una civilización no por discurso si no por hechos que existe en pro de la buena evolución -y felicidad y realización- de todo individuo de la especie humana.
Recuperar una civilización racional, ética y sostenible que sustituya la patología sistémica imperante en el planeta, es una parte fundamental del trabajo de quienes obran de hecho por el Bien Común, que no podría si no por tener una base sólida en la educación de valores vitales para las nuevas generaciones así como como para reeducar la población con buena cantidad de civismo y solidariedad.
Como en el presente caso, se están ofreciendo alternativas vitales como la realización personal por medio de un servicio transpersonal por ejemplo, trabajando por el verdadero progreso y continuidad de la aventura humana, con un nuevo modelo de producción y organización humana en esencia respetuoso, con creatividad y nuevos paradigmas que se realizan en favor de la Vida como un don divino.
Aquí lo tenemos:
Una Declaración Humanista Secular ( Paul Kurtz )
Publicado por Biblioteca Escéptica en julio 5, 2008
" La Declaración
humanista secular fue publicada en 1980, porque el humanismo y, en particular el
Manifiesto humanista II, había sido sometido a duros ataques por parte de los
fundamentalismos religiosos y de las fuerzas políticas de la derecha en Estados
Unidos. Muchas de esas críticas sostenían que el humanismo secular era una
religión. En consecuencia, la enseñanza del humanismo secular en las escuelas,
argüían, violaba el principio de separación entre Iglesia y Estado y establecía
una nueva religión.
La Declaración respondía que el humanismo secular expresaba
un conjunto de valores morales y un punto de vista filosófico y científico no
teísta, que no podían hacerse equivalentes con la fe religiosa. La enseñanza del
punto de vista del humanismo secular en modo alguno violaba el principio de
separación. Al contrario, defendía la idea democrática de que el Estado secular
debería ser neutral, sin ponerse ni a favor ni en contra de la
religión.
Declaración
humanista secular
Incontables millones
de personas se han adherido racionalmente a ideales humanistas seculares y han
vivido vidas significativas, y han contribuido a la construcción de un mundo más
humano y democrático. La visión moderna del humanismo secular ha llevado a la
aplicación de la ciencia y la tecnología a la mejora de la condición humana.
Esto ha tenido un efecto positivo al reducir la pobreza, el sufrimiento en
varias partes del mundo, al prolongar la longevidad, al mejorar la
transportación y la comunicación, y en hacer posible una nueva vida para más y
más gente. Ha emancipado a cientos de millones de personas del ejercicio de la
fe ciega y los miedos de la superstición y ha contribuido a su educación y al
enriquecimiento de sus vidas.
El humanismo secular ha provisto de ímpetu a los
seres humanos para resolver sus problemas con inteligencia y perseverancia, para
conquistar fronteras geográficas y sociales, y para entender el campo de la
exploración humana y la aventura.
Hoy, lamentablemente
encaramos una variedad de tendencias antisecularistas: la reaparición de
religiones dogmáticas autoritarias; cristianismo literalista y doctrinario; un
crecimiento rápido e intransigente del clericalismo musulmán en el Medio Oriente
y Asia; la reafirmación del autoritarismo ortodoxo de la jerarquía papal
católico-romana; el judaísmo religioso nacionalista, y la regresión a las
religiones oscurantistas en Asia.
En muchas sociedades occidentales están
creciendo cultos nuevos e irracionales, así como creencias bizarras en lo
paranormal y lo oculto, tales como la creencia en la astrología, la
reencarnación, y el poder misterioso de los supuestos psíquicos. Estos
desarrollos inquietantes se dan como consecuencia de la aparición, en las
primeras décadas del siglo veinte de movimientos mesiánicos intolerantes y cuasi
religiosos totalitarios tales como el fascismo y el comunismo.
(NOTA DE LA EDICIÓN: este es el único párrafo del texto al que rechazamos y somos contrarios del todo. Contiene prejuicios descalificadoras reduccionistas que solo muestran la ignorancia al respecto del autor acerca de estos asuntos del espíritu. Confunde tradiciones espirituales venerables con ideologías abominables. Nuestra espiritualidad cristalina, en cambio, además de absolutamente libertaria y anti-sectaria, sólo fortalece las convicciones humanistas de base. La discordancia acerca de este aspecto no invalida el apoyo a todo demás).
(NOTA DE LA EDICIÓN: este es el único párrafo del texto al que rechazamos y somos contrarios del todo. Contiene prejuicios descalificadoras reduccionistas que solo muestran la ignorancia al respecto del autor acerca de estos asuntos del espíritu. Confunde tradiciones espirituales venerables con ideologías abominables. Nuestra espiritualidad cristalina, en cambio, además de absolutamente libertaria y anti-sectaria, sólo fortalece las convicciones humanistas de base. La discordancia acerca de este aspecto no invalida el apoyo a todo demás).
Estos activistas
religiosos no sólo son responsables de mucho del terror y la violencia del mundo
actual sino que también son una traba para las soluciones de los problemas más
serios del mundo…
El humanismo secular
no es un dogma o un credo. Existen grandes diferencias de opinión entre los
humanistas seculares en muchos asuntos. No obstante hay un consenso aproximado
con respecto a varias proposiciones. Comprendemos que la civilización moderna
está amenazada por fuerzas contrarias a la razón, la democracia y la libertad.
Muchos creyentes religiosos no dudarán en compartir con nosotros la fe en muchos
valores humanistas seculares y democráticos. Les damos la bienvenida para que se
nos unan en la defensa de estos ideales:
1.- La libre investigación.- El primer principio del humanismo democrático secular es su compromiso con la investigación libre. Nos oponemos a cualquier tiranía sobre la mente del hombre, cualquier esfuerzo de las instituciones eclesiásticas, políticas, ideológicas o sociales para socavar el pensamiento libre.
La libre investigación supone el reconocimiento de las libertades civiles como integrantes de su propósito, esto es, la persona libre, la libertad de expresión, el derecho a organizar partidos de oposición y de unirse a asociaciones voluntarias, y la libertad de cultivar y publicar los frutos de una libertad científica, filosófica, artística, literaria, moral y religiosa.
La
libre investigación requiere que toleremos la diversidad de opinión y que
respetemos el derecho de los individuos a expresar sus creencias, aunque ellas
sean impopulares, sin prohibición social o legal o miedo a las sanciones. Si
bien podemos tolerar puntos de vista contrastantes, esto no significa que estén
inmunes al escrutinio crítico.
La premisa guía de aquellos que creen en la libre
investigación es que la verdad puede ser descubierta, con más probabilidades, si
existe la oportunidad para el libre intercambio, con frecuencia es, impotente
como el resultado. Esto se aplica no sólo a la ciencia y a la vida diaria, sino
a la política, la economía, la moralidad, y la religión.
2.- La separación de la Iglesia y el Estado.- A causa de su compromiso con la libertad, los humanistas seculares creen en el principio de la separación de la Iglesia y el Estado. Las lecciones de la historia son claras: dondequiera que una religión o ideología se establece y obtiene una posición dominante en el estado, las opiniones minoritarias están en peligro. Una sociedad pluralista, abierta y democrática permite que todos los puntos de vista sean oídos.
3.- El ideal de libertad.- Hay muchas formas de totalitarismo en el mundo moderno secular y no secular a todos los cuales nos oponemos vigorosamente. Como secularistas democráticos defendemos consistentemente el ideal de libertad, no sólo la libertad de conciencia y creencia de aquellos intereses eclesiásticos, políticos y económicos que buscan reprimirlos, sino la genuina libertad política, la toma de decisión democrática basada en el mandato popular, el respeto por los derechos de las minorías y la norma del derecho.
No sólo apoyamos la
independencia del control religioso si no también la libertad del control
gubernamental legítimo en un Estado de Derecho con aplicación global.
Estamos por la defensa de los derechos humanos básicos,
incluyendo el derecho de proteger la vida, la libertad, y la búsqueda de la
felicidad. En nuestra opinión, una sociedad libre debería alentar, además,
algunas medidas de libertad económica sujetas a las restricciones necesarias por
el interés público.
4.- La ética basada en la inteligencia crítica.- El humanista secular reconoce el papel central de la moralidad en la vida humana. La ética, ciertamente, fue desarrollada como una rama del conocimiento humano mucho antes que las religiones proclamen sus sistemas morales basados en la autoridad divina.
Hay una tradición filosófica
influyente que sostiene que la ética es un campo autónomo de búsqueda que los
juicios éticos pueden ser formulados independientemente de la religión revelada
y que los seres humanos pueden cultivar la razón práctica y la sabiduría y, por
su aplicación, lograr vidas virtuosas y excelentes.
Por otra parte, los
filósofos han enfatizado la necesidad de cultivar un juicio sobre las exigencias
de la vida social y para las obligaciones de un individuo y las
responsabilidades hacia los demás. De este modo, los secularistas rechazan que
la moralidad necesita originarse en la creencia religiosa o que aquellos que no
se adhieren a una doctrina sean inmorales.
Para los humanistas seculares, la conducta es, o debería ser juzgada por la razón crítica, y su meta es desarrollar individuos autónomos y responsables, capaces de hacer sus propias elecciones en la vida basados en la comprensión de la conducta humana.
Como humanistas seculares creemos en la
importancia central del valor de la felicidad humana aquí y ahora. Nos oponemos
a la moralidad absolutista, aunque sostenemos que los patrones objetivos surgen,
y que los valores y principios éticos pueden ser descubiertos, en el curso de la
deliberación ética.
5.- La educación moral.- Creemos que el desarrollo moral deberá ser cultivado en los niños y los jóvenes adultos. No creemos que ninguna secta en particular pueda reclamar como su propiedad exclusiva, valores tan importantes. Por consiguiente es deber de la educación pública manejar estos valores.
6.- El escepticismo hacia lo religioso.- Como humanistas seculares, generalmente, somos escépticos ante las afirmaciones de lo sobrenatural. Reconocemos la importancia de la experiencia religiosa: esa experiencia que redirige y da sentido a las vidas humanas. Negamos, en cambio, que tales experiencias tengan algo que ver con lo sobrenatural. Consideramos al universo el escenario dinámico de las fuerzas naturales que son comprendidas mejor por la investigación científica.
Estamos siempre abiertos al
descubrimiento de nuevas posibilidades y fenómenos en la naturaleza. Los
humanistas seculares pueden ser agnósticos, ateos, racionalistas, o escépticos,
pero además encuentran evidencia insuficiente para el sostenimiento de que algún
propósito divino exista para el universo.
7.- La razón.- Estamos comprometidos con el uso de los métodos racionales de investigación, la lógica y la evidencia en el desarrollo del conocimiento y en comprobar la veracidad de las afirmaciones. Como los seres humanos están propensos a equivocarse, estamos abiertos a la modificación de todos los principios, incluyendo aquellos que rigen la investigación, creyendo que pueden estar en la necesidad de una constante corrección.
Aunque no somos
tan ingenuos en creer que la razón y la ciencia puedan fácilmente resolver los
problemas humanos, sostenemos en lugar de eso que puedan producir una gran
contribución al conocimiento humano y que pueden ser de beneficio a la
humanidad. No conocemos un sustituto superior para el cultivo de la inteligencia
humana.
8.- La ciencia y la tecnología.- Creemos que el método científico, aunque imperfecto, todavía es la manera más fidedigna de comprender el mundo. Por eso consideramos las ciencias naturales, biológicas, sociales y conductuales para el conocimiento del universo y el lugar del hombre dentro de él.
Mientras seamos conscientes y nos opongamos a los abusos de la tecnología mal aplicada y sus posibles consecuencias perjudiciales para la ecología natural del medio ambiente humano, se nos insta a resistir los esfuerzos irracionales para limitar los avances tecnológicos o científicos.
Valoramos los grandes beneficios que la
ciencia y la tecnología puedan brindar a la humanidad, pero reconocemos además
la necesidad de balancear los avances científicos y tecnológicos con las
exploraciones culturales en el arte, la música y la literatura.
9.- La evolución.- Aunque de la teoría de la evolución no se puede decir que haya llegado a su formulación final, o que sea un principio infalible de la ciencia, con todo, está apoyada de manera impresionante por los descubrimientos de muchas ciencias. Puede haber algunas diferencias significativas entre los científicos sobre los mecanismos de la evolución, con todo, la evolución de las especies está apoyada muy enérgicamente por el peso de evidencia difícil de desechar.
10.- La educación.- En nuestra opinión la educación debería ser el método esencial para construir sociedades humanas libres y democráticas. Las metas de la educación son muchas: la transmisión del conocimiento, la preparación para las ocupaciones, las carreras y la ciudadanía democrática y el fomento del crecimiento moral. Entre sus propósitos vitales deberá estar, además, la tentativa de desarrollar la capacidad de la inteligencia crítica tanto en el individuo y la comunidad.
Conclusión.- El humanismo secular democrático es demasiado importante para que la civilización humana lo abandone. Las personas razonables reconocerán seguramente sus profundas contribuciones al bienestar humano. Sin embargo, estamos rodeados por profetas del día del juicio, del desastre que siempre desean retroceder el reloj de la historia: son la anti-ciencia, la anti-libertad, lo anti-humano.
En
contraste, la visión secular humanista es básicamente mejorativa, mirando hacia
adelante con esperanza, en vez de hacia atrás con desesperación.
Estamos
comprometidos en extender los ideales de la razón, la libertad, la oportunidad
individual y colectiva, y la democracia a través de la comunidad mundial. Los
problemas que la humanidad encarara en el futuro -como en el pasado- sin duda,
serán complejos y difíciles. Sin embargo, si ella sobrevive podrá hacerlo
imponiéndose creatividad y coraje.
El humanismo secular pone la confianza en la
inteligencia humana más que en la guía divina. Escéptico ante las teorías de
redención, castigo y reencarnación, los humanistas seculares, intentan
aproximarse a la situación humana en términos realístas: los seres humanos son
responsables de su propio destino.
Creemos que es posible producir un mundo más humano, basado en los métodos de la razón y los principios de la tolerancia, compromiso, y las negociaciones de la diferencia. Reconocemos la necesidad de modestia intelectual y la voluntad de revisar la creencias a la luz de la crítica.
De
este modo, el consenso es, a veces, realizable. Mientras que las emociones son
importantes no necesitamos recurrir a panaceas de salvación, escapar a través de
la ilusión o de algún salto desesperado hacia la pasión y la violencia.
Deploramos el crecimiento de credos intolerantes y sectarios que fomentan el
odio. En un mundo hundido por el oscurantismo y el irracionalismo es vital que
los ideales de la ciudad secular no se pierdan".
La reiteramos ahora en estos tiempos.
Saludos cristalinos,
Francisco Boström.
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