domingo, 18 de julio de 2010

ILUMINISMO, ILUSTRACIÓN Y ENCICLOPEDIA EN EL ADVENIMIENTO DE LA MODERNIDAD


DE LA REBELIÓN METAFÍSICA EN LA HISTORIA: ILUMINISMO, ILUSTRACIÓN Y ENCICLOPEDIA EN EL ADVIENTO DE LA MODERNIDAD NEOPAGANA
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Amados/as Cristalinos/as:
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Quisiera compartir con los/as Gemo-Amigos y otros/as Visitantes do Blog
reflexiones sobre un conocimiento historiológico fundamental para entender nuestro presente. El siguiente estudio es un dossier perteneciente a la sección de "Neologismos y Nomenclatura" del Libro 16 de los 36 Tomos de Libros de Clase del Curso Piedra Filosofal de Formación en Gemosofía, Cristalino -Hidro -Gemoterapia y Psico-Gemoterapia.

Ruego el permiso a los Guías (espirituales) Benefactores del Curso y la compreensión de los/as Suscriptores/as de Piedra Filosofal, para compartir ésta propuesta de elucidación histórica central en las perspectivas de la Gemosofía como un sistema filosófico de inspiración mineral-cristalina con su propia interpretación acerca de las fuerzas propulsoras de la Historia y sus propios mecanismos, que no cabe desarrollar aquí y ahora.  

Espero que sirva a los/as lectores/as y los Gemo-Amigos participantes del Blog de los Cristalinos/as para conformar su propia compreensión acerca de una parte muy importante del presente colectivo, a partir de las influencias que lo condicionan tanto con las glorias como con las desgracias de un pasado no lejano que sigue influyendo en ésta época de Cambio de Edades y de Era.

Ojalá la reflexión os aporte datos para completar vuestras mismas síntesis y colabore con la consciencia cristalina en su faceta de conocimiento de los antecedentes históricos de las generaciones presentes y los factores de fondo que todavía las condicionan. 
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Saludos a todos/as.
Aquí la tenéis:

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A partir del siglo XVII en Occidente la ortodoxia cristiana empezó a denominar iluministas, e Iluminismo, los adeptos de la doctrina considerada "herética" según la cuál la divinidad se comunica directamente con el individuo por medio de revelación personal, y que el individuo con lo divino también se produce sin necesidad de intermediarios/as ni mediadores/as. 

Se considera que la iluminación espiritual, interior y trascendente, entre otras clarificaciones, reniega la necesidad de los sacramentos y rechaza las jerarquías eclesiásticas y las castas sacerdotales como viles explotadoras de la humanidad.

Muchos "iluministas" eran personas doctas y cultivadas emancipadas de la religión organizada. Aunque muchos de ellos fueran creyentes, eran libre-pensadores, varios de los cuales querían librarse de las influencias del mundo para depender cada vez más sólo de los influjos del Cielo.
Su camino fue abierto por unos pocos pensadores osados de la época anterior, cuando en el Renacimiento europeo artístico y cultural del siglo XVI los sabios recuperaron el clasicismo de los antiguos griegos y prefiguraron el esbozo del neopaganismo.

Entre los primeros iluministas o sus precursores se identifica como uno de los más grandes el místico cristiano y teósofo alemán Jacob Böhme (1575-1624), pero también eruditos -martirizados como Giordano Bruno (1548-1600)- o Giandomenico Campanella (1568-1639), y hasta el fanático milenarista desviado Savonarola, unos personajes muy diferentes entre si.
Acusados de promover una herejía y formar una secta, los iluministas en realidad eran bastante anárquicos e desvinculados unos de otros hallándose en su mayoría en diferentes países, pero aceptaron enseguida con agrado sarcástico la acusación de "iluminados", o "iluministas".

La acusación resultó muy aceptable para los místicos iluministas por contraste con la institución religiosa mayoritaria que consideraban su mayor enemiga, la Iglesia Católica Romana, que reconocían como "el poder del mal, la ignorancia y la oscuridad", y se tomáron al fin estos términos muy en serio. 
La reforma protestante y los nuevos movimientos religiosos independizados de la Iglesia del monopolio de la verdad se desarrollaron desde las semillas del Iluminismo místico medieval, su precursor más próximo. Una de las primeras evoluciones modernas de los "iluministas" inspiró -o se entroncó- en seguida con el movimiento cultural más importante desde el Renacimiento y la Reforma religiosa surgidos en Europa: la Ilustración.
El movimiento poseía un sentido libertário racionalista de nuevo cuño: preconizaba la secularización de la sociedad y su emancipación de la religión, o cuando menos de la religión "formal" tal como la conocían, sobre todo por su ambición desmedida y continuada en el sentido de mantener sometidos todos los sujetos a sus normas y doctrinas bajo su incuestionable y absoluta autoridad.

Sin embargo, los nuevos iluministas ilustrados no renunciaban a lo que consideraban la mística y la espiritualidad genuinas, incluso en el seno de una Iglesia que despreciaban cómo en cualquier otra religión, a modo de una dimensión religiosa auténtica y sagrada de la vida y la existencia que la Iglesia y otras religiones arcaicas sólo hacían oprimir y ocultar.
En cambio, hubo una corriente iluminista minoritaria que más tarde crecería y prosperaría mucho, rompiendo del todo con el pasado para adoptar un agnosticismo agresivo o un ateísmo radical como su principale seña de identidad. Son los herejes de "tercera generación", los padres de la cuarta generación, mucho más conservadora -si no contra-revolucionaria y reaccionária- que vino después.

La Ilustración empezó a desarrollarse sobre todo en Gran Bretaña y Francia, apropiandose del ambiente no clerical de las nacientes logias masónicas que evolucionáron de las sociedades profesionales laicas conocidas otras veces como cofradías. Los centros de oficio burgueses y artesanales que iniciaban aprendices en sus artes, se transformaron en lugares frecuentados por los iluministas.
Eran los lugares más neutrales y protegidos dónde podían expresarse libremente y comulgar ideas y planes conformando o fotaleciendo nuevos grupos de libre-pensadores, aparte disponerles de la posibilidad de hacer proselitismo y ampliar el número de adeptos para las nuevas ideas.

Los principales representantes de este movimiento casi secreto en sus inicios, o muy discreto, se fueron atreviendo a expresarse con cada vez más libertad a medida en que tenían menos temor de la revancha cristiana, sea de papistas o de reformados. A partir de 1525 las guerras civiles además habían empezado a llenar las tierras de sangre por cuestiones religiosas.

Tras un siglo de barbaridades cometidas entre hermanos cristianos el desastre acabó desacreditando ambos bandos, tanto el católico-romano como el cristiano reformado, protestante. La influencia de Roma decayó por primera vez en la mayor parte del continente que había sido, hasta entonces, casi exclusivamente suyo desde como hacía mínimo diez siglos como su Cristiandad.

Los nuevos pensadores eran muy críticos con la religión formal instituída, hombres y mujeres intelectualmente ilustrados, cultos, reflexivos, con ideas propias, que de un cierto modo discreto formalizáron su condición de neo-iluministas adoptando el adagio latino ¡Sapere aude! "Atrévete a saber", tan apreciado por los discípulos de Hermes y otras "ciencias ocultas" como su lema.
El verdadero conocimiento (gnosis) que conducía hacía la luz de la sabiduría para ellos era el primer paso al ideal más elevado al que podía aspirar un ser humano, con la consecuente autorrealización de sus mejores potencialidades.

De hecho, lo que antes era la luz de la fe en "Dios" y en los dictámenes de la religión, entre los pensadores ilustrados se transformó en fe en el conocimiento racional como la verdadera luz divina que conducía hacía la verdad y la mejoría de las condiciones de vida del ser humano.

Ya los primeros iluministas creían que cuando el faro del conocimiento sagrado aclaraba e ilustraba el intelecto, como en la transparencia de un cristal puro en el que la luz brilla fluyendo con toda libertad, esta luz resplandecía como una sabiduría que destruye las tinieblas de la ignorancia.
Los nuevos filósofos seculares decidieron apostar su confianza sólo en lo que ellos mismos pudieron percibir, verificar, corregir, y finalmente, en lo que pudieron elegir líbremente por ellos mismos. Se empezaba a afirmar la individualidad como un valor social importante que añadía creatividad y riqueza a la comunidad.

La doctrina central de la Ilustración reposaba en una confianza notable e irrestricta en la razón natural para resolver todos los problemas de la condición humana. Su objetivo central era aclarar, o ilustrar el intelecto humano con un conocimiento empírico de la realidad científico y racionalmente demonstrable, aunque sus sucesores a partir del siglo XIX incluyeron pronto en condiciones de igualdad la intuición con la razón.

En el encuentro del Intelecto racional y la Intuición asertiva nace lo mejor de todo lo que puede generar la mente. Habiendo además inspiración venida de un orden superior de la existencia o Espíritu, muy bienvenida sea en tanto resulte una gran síntesis, lo que en la nomenclatura gemosófica llamamos "Clarificación". Los nuevos iluministas reconvertidos en racionalistas en el siglo XVIII, no rechazaban tampoco la Transcendencia si no todo lo contrario. 

La primera consecuencia de la mística y los frutos de esta nueva racionalidad laica sería el progreso de los individuos y las sociedades, que expandieron sus economías con el apoyo de los avances científicos-tecnológicos que sólo reafirmaban la validez las proposiciones ilustradas.
Hasta que se ha ido convertiendo en parte y sobre todo en algunos lugares en un nuevo credo civil, pero que en algunos casos resultó tan dogmático, jerárquico y fanático como el que querían combatir. 

Así una parte del progresismo iluminista-ilustrado llegó a ser en sus manifestaciones extremas un sucedáneo laico de carácter messiánico propio de la religión cristiana fundamentalista precedente, a la que quiso desterrar y trascender. En conjunto era un producto selecto, único y universal de Occidente, destinado a ser exportado e implantarse en el mundo entero con la promesa de crear la aurora de una nueva civilización más avanzada.

La cofianza exaltada de los adeptos de la razón se originó a su vez de antiguas doctrinas místicas que afirmaban al Intelecto como una chispa divina inmanente al Ser Humano, una porción de la Divinidad como potencialidad a desarrollar si el individuo así lo decide, una vez se haya iniciado en el conocimiento libertario del poder creativo de su propia individualidad. 

Lo humano merecía por lo tanto vivir en una sociedad que respetara su razón, su libertad de pensamiento, consciencia y expresión, con un Estado fuerte que preservara sus derechos básicos, su dignidad intrínseca, justo para expresar mejor así la luz interior salvífica del Ser: la inteligencia aclarada por el conocimiento y la sabiduría tras un ejercício libre de discernimiento y voluntad.

Siempre y cuando el ciudadano/a no faltára grávemente, claro, con sus deberes para con el estatuto legal de convivencia colectiva y su comunidad, cobijado en una sociedad que evolucionaría hasta tal punto que un día respetaría incluso su derecho a equivocarse, sin dejar de ser tratado con dignidad y tener nuevas oportunidades. 

Estas concepciones metafísicas esotéricas transpostas a la sociología acabaron inspirando ideales progresistas como la fraternidad republicana, el sufragio universal, la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, o la misma democracia.
Lo mismo ha sucedido en caso de las raíces culturales del socialismo utópico o la inspiración fundacional de las Naciones Unidas, como puede que con la misma Unión Europea en proceso de formación desde el final de la II Guerra Mundial.

La rebelión metafísica expresada como un esoterismo místico de carácter político revolucionario que habría de reflejarse en el orden social y económico de las sociedades occidentales, tan temido por la religión dominante que ésta la excomulgó -algo mucho peor que maldecir- en todas sus variantes en numerosas oportunidades, estuvo en los orígenes de las grandes revoluciones que dieron paso a la modernidad.
En el principio remoto de los movimientos iluminista e ilustrado, que convergieron hasta formar un gran oleaje revolucionario, muchos de sus protagonistas vivían lejos unos de otros, incluso en diferentes países, por lo que estos seres inteligentes basados en la química del carbono ideáron conectar y contactar unos con otros formando una red por medio de otro tipo de material hecho de carbono: en forma de papel con tintura escribiendo un amplio epistolario. Esto les llevó a ser conocidos como partícipes o miembros de la República de las Letras.

Los hábiles sucesores del inventor de la imprenta Johannes Gutemberg (1397-1468) permitieron a los iluministas, ahora como ilustrados unos siglos más tarde, divulgar y popularizar sus pensamientos rapidamente en forma de libelos, libretos y opúsculos que contagiaron a numerosos lectores con las nuevas ideas por todo el continente.

Y más allá del espacio continental europeo hasta el otro lado del Atlántico en las repúblicas nacientes del Extremo Occidente de las tres Américas a partir del influjo europeo ilustrado en sus antiguas colonias, como algo más tarde desencadenó hacía las culturas y naciones de Oriente.

No tardaron en aparecer las primeras Academias de Letras por los países europeos y sus ex-colonias pero también sociedades secretas y organizaciones inspiradas por la Ilustración envalentonadas, cada vez más poderosas e influyentes, radicalizadas en cuanto a iniciativa política e ideológica y con la pasión de llevar estos ideales a la práctica transformando radicalmente el orden establecido hasta entonces desde tiempos muy remotos.

Unas décadas más tarde una era convulsionada perpleja vió y sufrió como una serie de repúblicas -más autoritarias que democráticas- sustituían las viejas monarquías tradicionales, con sus "antimodernos" régimes basados en los clanes dinásticos y alguna religión en particular.

El Siglo de las Luces que empezó con un animoso intercambio de cartas de mentes excepcionales y en las alegres tertúlias de aristócratas con otros privilegiados en algunos casos geniales, en lugares y escenarios espléndidos,  como herederos espirituales de antiguos rebeldes mayormente menos afortunados que no podían permitirse el lujo de reflexionar e intercambiar ideas nuevas con total libertad, acabó desencadenando una tempestad mundial.

Los modestos livros con las ideas de los primeros filósofos ilustrados acabaran provocando una fiera cadena de batallas, las más violentas revoluciones y guerras atroces. Si pudieran, algunos filósofos ciértamente abjurarían las aberraciones cometidas por muchos revolucionarios en nombre de los ideales humanistas de la Ilustración, con sus honestos sueños progresistas de igualdad, justicia y capacidad libertária reflejadas en su mote "Igualdad, Libertad y Fraternidad".

Los ilustrados eran sobre todo caballeros, unos seres cordiales y altruistas felizmente educados e inspirados. Pero el resultado final de la pugna descomunal que han desatado está todavía por desvelarse.

El mundo permanece envuelto en la confrontación entre la pre-modernidad, la modernidad y la posmodernidad. En términos gemosóficos, ésta deriva conflictiva se explica por el embate que ocurre inevitablemente entre las resistencias del período Neolítico tardío y los influjos de la nueva Edad Cristalina, que con muchas esperanzas bien fundamentadas no pocos individuos y grupos tratan de progresar anhelando un futuro mejor para sus descendientes y la humanidad.

Entre los precursores teóricos protagonistas de la revolución iluminista-ilustrada está el gran humanista y genio avatárico Isaac newton (1642-1727) y, entre otros, John Lock (1632-1704), David Hume (1711-1776), George Berkeley (1685-1753), François Voltaire (1694-1778), Denis Diderot (1713-1784), G.E.Lessing (1729-1781), J.J.Rosseau (1712-1778), Johann W. Goethe, Emmanuel kant (1724-1804) y Christoffer Jacob Boström (1797-1866) en el campo del espiritualismo filosófico y la teología.

Unos más que otros, todos fueron grandes maestros buenos conocedores de los orígenes místicos gnósticos de la filosofía moderna. También tenían conocimientos profundos sobre la alquímia, el esoterismo occidental tradicional y el conocimiento de la Piedra Filosofal. La mayoría tuvo además una próspera, larga y agradable vita breve, confirmando en parte este saber oculto de la vejez que poseían en secreto compartiéndolo sólo con unos pocos.

Desde el principio y en adelante ambos movimientos, tanto el Iluminismo como la Ilustración, tuvieron mucho que ver el uno con el otro transformando el mundo en pocas generaciones. En su raíz común existe una mística, una gnosis, un gnosticismo, un saber y una intuición primigenia, hasta un esoterismo que unió ambas corrientes culturales en un sólo gran movimiento cultural imparable que cambiaría radicalmente el curso del mundo y la historia de la humanidad.

La savia está constituída por una combinación de tradiciones espirituales transgresoras aunque casi siempre pacifistas, con una actitud vital revolucionaria atemporal, y buena parte de la rebelión metafísica derivada de un antiguo instinto revoltoso o ansia de Iliminitud que volvió a reproducirse en gran escala irrompiendo con violencia en la sociedad occidental a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.

Sin embargo la Ilustración comenzó una primera decadencia profunda y se desprestigió gravemente tras las violencias de la Revolución Francesa, las guerras napoleónicas y las Restauraciones conservadoras seguidas de disturbios. Más tarde, tras un turbulento y sangriento siglo XIX europeo, su prestígio residual cayó en picado tras la Primera Guerra Mundial.

Las revoluciones modernizadoras desterraron o limitáron seriamente el poder absoluto de los tronos y los altares, las clases dinásticas oligárquicas y la casta sacerdotal, pero luego se lo recojiéron los dueños del Gran Capital, que a su modo arroparon el Iluminismo ilustrado secuestrando su discurso para manipularlo en función de intereses egoístas, frecuentemente contrarios al bien y el progreso general de todos sin humanismo ni compasión.

En este hecho encontramos la ruptura traumática fundamental que rompió la médula de la motivación humanista creadora común del nuevo mundo libre pos-teocrático del Antiguo Regimen, defraudó los auténticos humanistas, sacrificó a numerosos idealistas y acabó rompiendo con los ideales fundacionales de la propia modernidad

Pronto los nuevos príncipes del mundo -grandes banqueros- y otros magnates de la era industrial surgida de las revoluciones burguesas- hiciéron lo mismo con el resto de la comunidad de naciones propulsando la civilización industrial-petrolera y tecnológica global neoesclavista depredadora de la naturaleza, armada, guerrera y beligerante, marcada sobre todo por unas desigualdades sociales extremas.

Este hecho extraordinario produjo una consecuente transformación radical de costumbres ancestrales en todo el mundo: alargó la estimación de vida media y mejoró la calidad de vida de millones de personas. Fue una de las mejores consecuencias del movimiento iluminista-ilustrado pero al radicalizarse éste en otros frentes, al ponerse al servicio de intereses no más que privados, puso en jaque la moralidad de los libre-pensadores que ideáron el nuevo sistema de producción y convivencia humana, sus doctrinas y mecanismos y mitología.

La guerra mundial puso en entredicho los beneficios de la ciencia y la tecnología, las hijas predilectas de la razón y el racionalismo, revelando sus capacidades para producir también unos grados de destrucción masiva como jamás se habían visto, igual que sostener la barbárie y atrocidades de nuevas tiranías que no tenían nada que ver con el antiguo Despotismo Ilustrado de feliz recuerdo saudoso para muchos hasta finales del siglo XIX y bien entrado en siglo XX.

La modernidad nació así de las sucesivas revoluciones inspiradas por el Iluminismo y la Ilustración de los Siglos de Oro de Occidente en combate con los poderes clericales-reacionarios, y en parte es producto de una espiritualidad eclética discreta de fondo pero influyente y determinante.

La Ilustración se caracterizó por una postura intransigente en contra de la intolerancia religiosa, la defensa de los derechos inalienables del ser humano, como el gozar de un Estado de Derecho democrático que proteja la inviolabilidad de su dignidad intrínseca incluyendo la libertad religiosa y vital, de pensamiento, derecho a la educación y otros mínimos vitales del principio al fin de su vida, con libertad de movimiento y expresión.
Uno de sus mejores resultados estuvo en liberar del oscurantismo religioso a los investigadores libres fomentando el desarrollo científico y, entre las ciencias más beneficiadas estaban la geología, la mineralogía y la gemología, como nuevas fuentes vitales de valores, energía y civilización. 

La Tradición Mineral Cristalina en este contexto histórico extraordinariamente expansivo contribuyó y aceleró los cambios revolucionarios generando lo más importante de la riqueza, la economía y la materia prima de la industria, el trabajo y la prosperidad general que proporcionó un aumento vertiginoso de la poblacción mundial como consecuencia del progreso.

El poder de las piedras suplió así con minerales de tipo estratégico o vital tanto las necesidades tecnológicas inmediatas como el vasto imaginario de los seres humanos. Una vez más, la materia prima y las herramientas generosas de conocimiento de la Tradición Mineral sirvieron de grandes motores revolucionarios para el cambio en pro del desarrollo pleno del potencial humano con el paso de generaciones.

La exaltación de la razón y la libertad declaró enemigos todo tipo de absolutismo causando varias guerras fratricidas entre Estados y naciones. El racionalismo y uno de sus frutos más explosivos, el cientificismo, catapultó un nuevo mundo tecnológico e industrial en muchos casos deshumanizador, pero entró en crisis moral y sufrió otra grave pérdida de confianza tras la Segunda Guerra Mundial.

Jamás se había visto con tal intensidad y magnitud como los sueños humanistas fundacionales de la modernidad se podían volver en contra de las personas.

Se observó como la ciencia y la técnica sin un control de la consciencia superior, una inteligencia ética y humanista con sabiduría, e independencia de los poderes particulares con intereses egoístas espúrios, son perjudiciales o nefastos para las grandes mayorías, podían convertirse en armas fatídicas de explotación y destrucción masiva tanto de seres humanos como del medio ambiente hasta llegar a ir en contra de si misma.

Uno de los anhelos utópicos de la Ilustración era reunir todo el saber humano del conocimiento científico y humano en un gran libro que era una sóla obra en numerosos tomos, tan gruesos como un conjunto de tratados: la Enciclopedia. Su significado profundo como proyecto de la consciencia cristalina humana intuitiva era lograr la gran síntesis o re-unión de lo diverso en un ser único omniabarcable, plasmado en forma de caracteres con dibujos en una colección de hermosos libros de papel en un material ligero, táctil y agradable de carbono.

Pues es con este mismo espíritu que busco proporcionar en el presente Lapidarium una visión lo más amplia y completa de la Tradición Mineral Cristalina que ubicamos como Gemosofía en el Curso Piedra Filosofal.

Hay una línea de continuidad ininterrumpida desde los primeros adeptos del Iluminismo clásico pagano, neoplatónico o gnóstico, del hermetismo medieval-cristiano más refinado y heterodoxo como el posterior al renascentista-humanista en el Siglo de las Luces, y así posteriormente hasta entre las revoluciones modernizadoras  hasta el presente.
Todos somos herederos de la gran aventura de este movimiento del Espíritu divino y humano manifestándose en la Historia.

En el actual Tránsito de Eras y de Edades sucediendose con numerosos cambios añadidos aparte muchas cicatrices, la aventura sigue todavía por ejemplo, entre otras vías, en el espíritu de aspiración enciclopédica holística que anima el Curso Piedra Filosofal de Formación en Gemosofía, Cristalino-Hidro-Gemoterapia y Psico-Gemoterapia.


Francisco R. Boström
   

3 comentarios:

  1. Bueno Francisco, creo que has tocado uno de los momentos históricos clave en la historia de la humanidad...
    Gracias por ampliar nuestros conocimientos, ya que soy una amante de la Historia.

    Pienso que El Iluminismo tampoco hubiera existido de no haber precedido un debilitamiento del poder de la iglesia, a causa de la reforma protestante que dividió al mundo cristiano en "católicos y protestantes" y del humanismo (movimiento filosófico que encontró en el hombre el objeto de las preocupaciones terrenales, quitando a la religión ese privilegio.

    Los grandes pensadores de la ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición , la tiranía y construir un mundo mejor.

    La Ilustración (Lumieres en Francés, Enlightenment en Inglés, Iluminismo en Italiano, Aufklafrun en Alemán) fue denominada así por disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón, por este motivo el siglo XVIII es conocido como el "siglo de las luces".

    Creo también que en los tiempos que atravesamos ahora también es crucial la nueva entrada de la luz en la humanidad, para marcar un antes y un después...

    Os quiero dejar con una gran frase de Benjamín Disaeli:

    "DONDE TERMINA EL CONOCIMIENTO, COMIENZA LA RELIGIÓN"

    Saludos crIsitalinos a todos, con A.MOR,

    LUCÍA

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  2. Gracias Francisco:
    Me resulta muy importante este siglo llamado de “Las Luces” del cual hemos heredado sus “luces” y también sus sombras.
    Esos inspirados ideales, gérmenes de violencia también.
    El siglo de las “Luces” nos deja una enseñanza importante que nos podría estar advirtiendo; *cuidado con esos ideales inspirados solamente hacia lo luminoso….. porque la Paradoja también existe*
    Sí, porque cuando el sol alumbra no significa que la luna haya dejado de existir.
    Entonces me surge una palabra entre la razón y la lógica del pensamiento occidental con su linealidad; y la circularidad que remite al vacío, del pensamiento oriental. Esta palabra es; INTEGRACIÓN de la dualidad.

    Y como no quiero que mi precaución llegue a transformarse en miedo paralizante, pasto de los religares varios; voy a recordar algo del Conocimiento de nuestros tiempos y que la Enciclopedia Ilustrada no consideró.
    • “El Macrocosmos alterna movimientos de expansión y contracción”.
    • El observador en su microcosmos también alterna movimientos de contracción y expansión de consciencia.
    • El Tiempo del Macrocosmos es el Eterno Presente. Espiral ascendente o descendente, en clave 13/28, calendario lunar. (donde el final de un ciclo es el inicio de otro)
    • El tiempo de nuestro microcosmos queda representado por el círculo que gira en si mismo, con la clave 12/60 del calendario gregoriano. (clave de resonancia disarmónica)
    • “Dentro de toda entidad, ya sea una galaxia o un átomo, incluido nosotros mismos, existe un agujero negro”…..agujero negro de “singularidad”, lleno de energía en tensión, que en el humano encierra (entre otras) la tensión entre el Deber Ser, el Deseo Ser y lo que Somos.
    • “La imaginación es más importante que el conocimiento” (Einstein)…..Pero….
    ¿a qué alude Einstein con la palabra “imaginación”?.......Recordemos que
    “el observador altera lo observado…..” y que “Una partícula también se puede comportar como onda y estar en diferentes sitios a la vez”……
    • ¿No es acaso cierto, que la Vida es una paradoja? ….. Y es que si no lo fuera estaría detenida…
    • Ahora el macrocosmos se expande, y yo me pregunto; ¿será su expansión la que produce el movimiento expansivo en la consciencia del microcosmos o será que nuestra consciencia en expansión está determinando el comportamiento del macrocosmos……?
    • Conocimiento y Saber no van de la mano. Porque lo Epistémico solo despierta Saber cuando mueve lo libidinal de alguien que No Sabe/no contesta, y por eso se pregunta y pregunta, sin pretender nada.
    De una sola cosa estoy segura. De que no vamos bien solo con la razón, porque hay que integrar el Vacío; con la ignorancia acerca de nosotros mismos como ínfima parte de una Totalidad. El Tao, que cuando se nombra deja de ser Tao.
    Esta ignorancia no dista mucho de la ignorancia que combatió la Ilustración.
    Creo que esta vez, debemos vencer la tentación de religar, porque me parece que antes debemos integrar, en nosotros mismos nuestras luces y nuestras sombras, para poder así abarcar a los demás con sus diferencias.
    Una nube de posibilidades para todos, Cristalinos, amantes de la *Transparencia*.
    Isis Chang.

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    1. OM GRACIAS ISIS CHAN G GEMSOPHIE AMERM .. OM THANK YOU

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