lunes, 6 de febrero de 2012

24ºCap. d Cofradia NeoF.: Confianza Basica

24º Capítulo del Manual de la Cofradía Neofranciscana.




CONFIANZA BÁSICA


Entre las psico-medicinas las lecciones internas de la Cofradía Neofranciscana con las prácticas recomendadas, existe una base sin la cual no se puede construir la obra de arte de un Ser humano feliz y realizado. Nuestro Amado maestro Fundador recibió ésta cimentación que se realiza naturalmente, o no, cuando una niña o niño reciben suficiente atención amorosa de al menos uno de sus padres.

San Francisco de Asís recibió ésta riqueza de su madre. Se trata de un transfondo -o programación o autoprogramación- psico-emocional que tiene depositado una fuerte confianza en la Existencia, en la luminosa energía vital de la vida y en la dimensión de un orden divino de la Divinidad tras las apariencias del mundo tal como lo observa la gran mayoría de laespecie humana.

Es una confianza que nunca se abala del todo no frente ya a las dificultades si no a los dramas o las tragedias. Puede que tenga una suave caída en el nivel de fe en la Vida tras el choque de un golpe del destino, la Némesis griega, pero enseguida recupera su fe y con ella la fuerza y la paz que le permite la Claridad mental, emocional, física y espiritual. Por lo tanto, es una calidad o prerrogativa del Ser de carácter imbatible, indestructible. 

Así hasta el punto de que incluso con la pérdida de la prosperidad holística , la salud o la encarnaciónen un cuerpo "físico", ésta base profunda permanece estable, como una roca inamovible que genera paz y felicidad, con lo que las produce de más importante también: la compreensión y consolo.

Sin embargo, la hostilidad ambiental constante que recibe incluso al más confiante en el ciclo evolutivo y civilización  en el que está inserido hace muchas generaciones, igual que fuerzas hostiles dañan las células sanas, combate sin cesar la confianza básica en la Vida y en la la Existencia.

Y además están las numerosas personas que no recibieron en la infancia éstas atenciones y amorosidad, creadora de confianza en la correnteza del "Tiempo", el diós Chronos, y empatía con el entorno. En casos extremos en absoluto minoratarios, estan además las infancias sufrientes, que en vez de confianza en la Existencia y el transfondo de las cosas, tienen razones para todo lo contrario.

Se trata aqui de memorias personales de infancia, incluso de la primera infancia, por lo tanto formadoras de parte de la personalidad para toda la vida, que llegáran a producir en no pocos la negación, renúncia, resentimento  incluso de ódio, hacía la propia condición humana, y al mundo en general.

Este es un estado de consciencia no-cristalina sin el discernimiento correcto, que no incluye en su percepción  la dimensión esencial de estar en esencia siempre ligado desde el uno individual con el gran Uno multi-cósmico del Ser Divino en su Infinitud, en la Gran Unidad, atemporal, generadora de una plenitud cercana o inmersa en una celestial felicidad  

Éstas son personas que tienen por misión existencial desarrollar por sí mísmas aún más esfuerzo por la experiencia y establecimiento estable en uno mismo de un estado de confianza sagrado en el rumbo de los acontecimientos desde una perspectiva más larga del tiempo, capaz de ubicar el presente en una evolución lógica hacia un Plan Oculto, perfecto, en el decir de Sri Aurobindo, otro ser avatárico hermanado con la filosofía de nuestro Mentor san Francisco de Asís. 

El triunfo del escepticismo negativista, o desesperado, al contrario de la Confianza Básica, significa caos emocional, confusión mental, retroceso o desastre material, inmobilismo, o frenesí, ambos doentíos, con la conseguiente falta d ecapacidad de tomar decisiones, en primero lugar, y decisiones adecuadas en segundo. Todo lo que evitar.

Aunque con máxima desconfianza y prudencia cuanto al mundo, empezando por la condición humana, la confianza básica es recuperable por medio de la mística y la espiritualidad, por un lado, y sanidad y sensatez psico-emocional por otro, el individuo necesita antes que nada recuperar su confianza básica, y por lo tanto en sí mismo, no en su ego, sino en la Vida que se manifiesta por tí y en tí.

Está también -a veces- el contacto lo más asíduo con la naturaleza, si es posible, con el agua, el aire, la tierra, la luz, o la luz nocturna pacificadora, la meditación, la lectura que eleva, centra, alumbra, y así con las personas y lugares sanadores, entre muchas más fórmulas sanadoras, recuperadoras de ésta confianza fundamental que proviene de la esencia del Ser hacía la totalidad y la Plenitud.

Cofrades amados y amadas, pase lo que pase, llevárselo con philosophía, filosofía divina, desde la comprensión de nuestra unidad con y en el absoluto divino, en armonía total con la aceptación de la voluntad divina. Incluso cuando ésta provoca cambios y experiencias indecibles, con un estado de consciencia que nadie logrará entender, que no es retransmitible ni expresable con el lenguaje verbal, al menos no con el habitual.

La experiencia metafísica, espiritual o mística de la Confianza es un encuentro absolutamente íntimo y personal irreproducible para los demás, si no en casos muy selectos, como en el de nuestro amado Kristós de Asís, en su misión pública avatárica. No obstante siempre, en algún grado, la luminosa presencia positiva de la confianza básica desde su resonancia genera en el aura de la persona un carisma, la percepción de un don, por algunas y algunos. 

   

1 comentario:

  1. Maravillosa entrada...sobre todo en los tiempos que corren.
    A mi parecer la confianza basica esta en saber y sobretodo entender y aceptar que nada ni nadie esta aqui por "casualidad"..
    Despues de eso solo queda "tirar hacia arriba"; evolucionar..entender...descorrer los velos...y sobretodo..a quien haya tenido el privilegio de descorrer esos velos y sentir lo que somos en realidad..de alguna forma...transmitirlo.
    ETERNIDAD...quien dijo miedo????
    Joana.

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