LOS TRES NUEVOS VOTOS SAGRADOS DEL NEO-FRANCISCANISMO LAICO.
Es hora de que se sepa quienes somos. Punto de Encuentro y cristalización oriundo de la convergencia de muchas tendencias afines, no somos fáciles de clasificar, como podrá intentar cualquier mal-intencionado. Es cierto que la ciencia del autoconocimiento y la iluminación espiritual del Tantra avenido de los Maestros de Sabiduría de Oriente, por ejemplo, tiene un puesto central en nuestras doctrinas y prácticas, como las del Zen, el Zen-Budismo, el Tao, el Hinduísmo, aparte las venerables tradiciones de Occidente que invocamos anteriormente al presente Capítulo, nacido de un Conclave de hace años.
Así también conformamos un río amazónico nacido de la aportación de muchas corrientes culturales, o pluviales, en tanto formas místicas o intelectuales de fluidez diversa desde lo Mismo, el Uno, la Gran Unidad.
Si na nuestra es una Cofradía creativa, o sea, abierta y plural, no podríamos si no contar con el espíritu y el conocimiento de muchos “neos” movimientos herederos de antiguas tradiciones espirituales de sabiduría en nuestra síntesis convergente, tal como explicitamos en el Capítulo Segundo del Líber Neofranciscanus et Neoclarisas.
Es un pilar de nuestra mística y espiritualidad neofranciscana la conexión con lo divino por medio de la “materia” santa y cristalina reunida en las gemas, en piedras sagradas, los árboles, en la vida de las montañas, los ríos y los mares, la unión de lo sagrado y lo profano en una nueva revelación que contempla en la bóveda celeste, en el cosmos -del micro al macrocosmos-, un Multiverso con un sin fin de bellezas en manifestación o potencialidades, mucho más allá y creativo de lo que puede concebir la más desbordante imaginación humana.
El Tantra -filosófico y práctico- es una disciplina clave de los Hermanos y Hermanas de nuestra humilde pero feliz Cofradía neofranciscana / neoclarisa, por lo importantes que son las Hermanas, tanto las “Shaktis”, como los Hermanos, los “Shivas”, en la fusión nuclear del Yin y el Yang en equilibrio que preconizamos y buscamos en nuestro camino espiritual, sea en pareja o en solitario. Pero unimos varias influencias tanto de Oriente como de Occidente en el Amor que nos inspira nuestro Santo Patrono Avatárico.
Una vez no queda más de tan solo un uno por cien de la población de nuestros países trabajando en el campo, las nuevas tecnologías permiten a muchos de nosotros vivir algo apartados, o más, en un entorno natural, al tiempo que estamos perfectamente conectados con el resto del mundo y laborando intensamente, pero nos hemos hecho casi todos liberales y tolerantes individualistas urbanos.
Nuestra Cofradía bien podía llamarse (Des) Orden cristalina Neofranciscana, u Orden Libre Neoanárquica Responsable de Solitarios Urbanos o Campestres Solidarios, Frailes y Sorores (Hermanas) Laicos, de la Novena Orden o Cofradía Abierta de San Francisco de Asiz.
La “vulgarmente” denominada Orden Primera es la de los que han recibido los hábitos y viven en las congregaciones formales, oficiales, de la Iglesia de Roma desde la primera institución franciscana aprobada por el Vaticano; y la Segunda, era solo de "Sorores", Hermanas -en latin-, y la Tercera Orden son sus cómplices, o mejor, con perdón, sus colaboradores, vigilantes o acólitos laicos, que apoyan los de la línea de frente de la Primera Orden, que adopta votos de santidad a modo de juramento como compromiso ante “Dios”, de rodillas, en manos de los oficiales sacerdotales de mayor rango en la jerarquía católica-romana correspondiente.
Nos autodenominamos “Orden Novena de San Francisco de Asiz” (o des-Orden, por nuestra vocación no jerárquica, horizontal -pese unos saltitos diagonales o verticalizantes por momentos, según la posición geográfica, física o metafísica en que nos encontramos a veces-), por lo que sólo entenderéis tras un breve peregrinaje por la cordillera de párrafos que os presento a seguir.
La idea es que tras un vistazo desde las cimas de los pulcros montes que os invito a conocer a modo de paseo iniciático, o viaje chamánico, por unos textos vítreos lo más transparentes, podáis mejor ubicar en sextuple sentido inverso lo que os presento como la “Novena Orden Franciscana”, como otro nombre invocatorio de la “Des-Orden Neofranciscana/Neoclarisa” de nuestra Cofradía, en el Blogger de los/as Cristalinos/as.
Si al lector, o lectora, parece confusa ésta explicación, sabéis que las nubes se despejarán en un cielo claro de aguamarina en breve, aunque vislumbren nubarrones huracanados en el horizonte, quizás acercándose, si no al lector/ar, al autor de este libro online inédito. La Divina providencia Cristalina nos proteja a todos de los fanáticos, los mediocres y los envidiosos, aparte los de las bandas criminales a las que apuntamos con un dedo invicto, de manos que no tiemblan por la fuerza de la fe o la ingenuidad.
Naturalmente, todo esto es autocreado por quienes asumimos libremente un plus de identidad con nuestras creencias y prácticas por derecho innato a la libertad de pensamiento y expresión, defendidas institucionalmente en los Estados de Derecho, aunque en buena parte éstas libertades son puramente teóricas, según el grado de veraz intensidad de lo que se piensa y expresa; aunque las utilizemos en las sociedades avanzadas, no hay que decir demasiado lo que ocurre en las que no lo son, en las cuáles cualquier atisbo de libertad de lo que sea puede significar no solo la pérdida de la libertad si no de la propia vida.
Por coherencia de principios, ni buscamos ni deseamos cualquier reconocimiento oficial de la ortodoxia, y aunque nos acusen de heterodoxos, nos consideramos la verdadera, pura y santa “ortodoxia” del franciscanismo de Asiz en los nuevos tiempos, aunque esto en realidad es irrelevante y nos importa un pepino.
Lo importante es seguir nuestras prácticas tradicionales renovadas para vivir mejor, ser felices y hacer felices a los demás. Bendito sea y Es nuestro Padre Fundador.
¿Por qué Francisco de Asiz? (conste claro que éste, es nuestro “Amado Francisco” no el de san F. Xavier que éste era un misionero compañero de armas mágicas goéticas del fundador de los jesuitas, mientras nuestro Amado era un místico contemplativo, aunque muy activo en la entrañable fraternidad de su Ser divino con los demás, que no tienen que ver el uno con el otro ni con ningún otro “Francisco”), tal como está explanado en los dos primeros Capítulos (de este Libro-manual) de la Cofradía, por ser el máximo precursor del homo sapiens sapiens cristalinum en su Era, el máxime Avatar del Amor.
Un amor apasionado por lo sagrado, lleno de coraje, sabiduría, compasión, desprendimiento y ecologismo, entre innumerables otras virtudes, transcendentales y humanistas vanguardistas.
En plena Era de Piscis, nuestro Padre Fundador y Avatar fue el supremo precursor de la Edad Cristalina hace ochocientos años, acercándose el gran finale del Neolítico tardío que por fin agoniza en el presente siglo. Estamos ahora en un Renacimiento Holístico que corresponde al anterior Renacimiento en Occidente allá por el siglo XVI como una ecuación de magnitud exponencial incomparable, inigualable en escala e intensidad, tanto en formas como en sustancia y sustrato.
Es una Regeneración total naciente a una velocidad cada vez más acelerada, a medida en que pasamos por el estrecho túnel hacía el inicio de un nuevo ciclo astronómico de 2160 años, lo que durará la Era de Acuario, inaugurando desde ya, a su vez, una nueva Edad humana y planetaria de un Gran Ciclo astronómico de casi 26.000 años. Un evento histórico sin precedentes.
Con él realizamos nuestra esperanza de que gocemos lo antes posible de los divinos dones de la nueva y futura humanidad, transhumana, con su avanzada Civilización de Cristal. En este Gran Tránsito de Eras y Edades Francisco es nuestro primero Faro inspirador, el que nos ha despertado un vínculo sagrado, y desde él, con todo una red cósmica sagrada, un linaje o tradición de hombres y mujeres sabios atemporales.
Admiramos hondamente los cambios de su vida, el frondoso camino espiritual que ha realizado, la transformación de que ha sido capaz, su integridad y brillantez, el logro de llegar a un estado celestial de consciencia cristalina en amorosa convivencia fraterna con los que querían seguirle y disfrutar de la Divina Presencia que emanaba de su Ser, con su aura pleno de la iluminación espiritual despierta en estado amoroso de fusión con la Gran Unidad.
Valoramos su modo humilde y tranquilo de ser como un ejemplo crístico deificante merecedor de ser amado y reproducido, por lo compasivo, transparente y bondadoso que ha sido, viviendo feliz en estado de Gracia inmerso en su cosmovisión de una Deidad trascendente bondadosa reflejada en parte del mundo, y más exactamente, en su mundo interior.
Una vez cristalizó en el centro de gravedad de su Ser la más excelsa consciencia cristalina-adamantina, Francisco de Asiz existió con placidez y alegría entrañable entre sus frailes, sus Hermanos y Hermanas en Espíritu, los afortunados seguidores inmediatos del Maestro, con su compañera Clara, en una comunidad móvil, entre nómada y sedentaria, libre, autosostenible en términos vitales y ecológicos, conocedora y amiga además de los misterios de la Naturaleza en el lenguaje diverso de sus manifestaciones.
Pero claro, conscientes de que también han cambiado los tiempos, los Hermanos y Hermanas laicos de la Novena Orden de la Cofradía Neo-Franciscana, nos autodenominamos de la “Novena” Orden Franciscana por destacar nuestra laicidad ciudadana militante. La adoptamos para enfatizar nuestro contraste ostensivo con relación a la llamada Orden Tercera de San Francisco de Asiz dedicada a miembros que vivían fuera del orden monacal consagrado, como laicos célibes, en estado marital, pluralista o andrógino -en este ultimo caso a escondidas, naturalmente-.
Lo hacemos para exaltar in extremis el simbólico “triple tres” a modo de mensaje con tal de reiterar lo tanto que rechazamos los clericalismos y el moralismo hipócrita, sin por ello faltar con el respecto a quienes deciden voluntariamente vivir la vida monástica, fraterna, o libres, al modo de los ermitaños, aparte de para con todos los fieles crísticos sinceramente amantes del Espíritu, y por lo tanto, pacíficos, tolerantes para con los que viven su espiritualidad desde otras creencias y costumbres, no fanáticos ni belicicstas.
En condición de “neos”, nuevos, queremos vivir en el amor franciscano de nuestro Fundador pero no estamos más como para seguir reproduciendo las miserias, culpas, sacrificios, auto-puniciones y penitencias como las que exhibieron los primeros Hermanos cristianos del siglo XII hasta recientemente.
Ya lo tenemos muy duro con la fuerte paliza constante que supone sobrevivir en el tipo de sistema monetarista cruel en el que vivimos, hecho totalitario y esclavista sofisticado con dogmas economicistas completamente arbitrarios, inventados para engañar, como ficciones que se imponen a la humanidad como verdades absolutas incuestionables, mientras que en realidad no pasan de una creación pérfida hecha para someter y degradar la dignidad humana.
Todo en beneficio de unos pocos, en su mayoría personas tan infelices y desgraciadas interiormente como la mayoría de los siervos, esclavos o excluidos que administran y sostienen en tal estado a diario. Es una construcción humana, pero más parece el invento maldito de una naturaleza humano-diabólica, o de origen siquiera humana tan grande es su cruel deshumanidad.
No encontramos mayor penitencia que el hecho de ya haber nacido en un mundo tan brutal, con islas de una frágil comodidad o fugaz felicidad traicionera, en medio de un desierto de abominación y hediondez.
Este es el motivo por el que nos negamos a seguir complaciendo tamaña insanidad auto-aplicándonos más castigos aún, tal como exigen las viejas religiones dinosáuricas todavía militantes en el juego del poder en el ajedrez del Monetarismo como cómplices, induciendo a sus seguidores hacía todavía más rigores y sinsabores. Por esto nos rebelamos con nuestra Cofradía, proponiendo en cambio una auténtica espiritualidad benigna y amiga de la esencia del Ser con su bien vivir en amor, sapiencia y belleza, con nuevos votos sacros para religarnos con la Fuente de todo Bien.
Como neofranciscanos y neoclarisas, somos conscientes de que vivir totalmente fuera del sistema social, micro y macro-económico, creado a partir de la neoaristocracia bancaria y financiera que logró la máxima hegemonía global desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX, adquiriendo un poder inaudito sobre los Estados nacionales haciéndoles sus deudores, con tanto poder como para rediseñar el mundo según su exclusiva voluntad -escandalosamente antidemocrática-, con juegos sucios frecuentemente asesinos o genocidas, más trucos de manipulación colectiva esperpénticos pero eficaces, desvinculando la economía de la ética basándonos en el negocio de la guerra en todos los niveles, es imposible sin auto-aniquilarse.
La locura compulsiva de la civilización monetarista se basa esencialmente en mantener un estado de guerra física y metafísica generalizada. Desde el alma individual y las familias hasta las etnias, los Estados nacionales y los carteles internacionales. Este régimen de la Bestia triunfal trabaja para hacer de las aparentes separatividades confrontaciones violentas, hace con que las polaridades armónicas y complementarias se parezcan y transformen en dualidades agresivas que se odian y se agreden.
Es así por dónde la religión laica del Monetarismo capitalista anti-humanista saca su máximo beneficio, a la vez que confunde el desarrollo del pensamiento crítico constructivo de las personas, entorpece las consciencias y genera engaños neutralizadores de la sanación general, para que reine soberana y arrogantemente la pesadilla de una guerra sin fin en todos los ámbitos. Además, dónde no puede hacer la guerra, hace con que impere la desolación.
Así, el poderío de ésta civilización bárbara anti-humanista, traidora de la modernidad -nacida de ideales humanistas- ha logrado que casi todos acaben cómplices obligados del nuevo mundo humano extendido como una cárcel disfrazada de circo, de manicomio centrado en la tortura o campo de concentración en el absurdo, de la cuál excluirse del todo es lo equivalente a tirarse a la muerte por inanición.
Nuestro primero deber es con la vida, empezando por salvaguardar la propia vida para, además de hacer por dónde para ser felices, luego poder hacer el máximo bien a la vida de los demás, sean seres humanos como de otras especies y toda vida de la Biosfera, nuestro hogar. Esto al menos mientras las otras formas de vida no atenten contra nuestra propia vida, por obligación de coherencia con el primer principio espiritual, que es cuidar con amor de la propia vida para poder amar y ayudar la vida ajena, en consciencia de la gran Unidad que nos mantiene a todos enlazados en una misma Red.
No por ser compasivos, seres amantes y pacíficos, podemos excusarnos de la autodefensa si es necesaria a bien no solo de nuestra propia vida como de nuestra dignidad intrínseca -como seres humanos, emanaciones del Uno en evolución de Reintegración consciente en el seno del absoluto divino-, en proceso de humanización evolutiva progresista. Así también como para la defensa de nuestros seres amados, congéneres y otros, por diligencia de una solidariedad que no tiene el derecho de ejemplificar a nadie, empezando por la propia consciencia cristalina y frente a la Deidad, una rendición a la malignidad por falta de fortaleza, resistencia y valentía, si no oponiéndose en lucha contra la violencia, la injusticia o la maldad.
Pero pese a todo lo descrito, muchos ya entendieron que con sabiduría, arte e ingenio se puede vivir con un pie dentro del sistema y con otro fuera de él. Como si se tratara de un círculo mágico maléfico que monopoliza las fuentes vitales de energía para la supervivencia humana, mantenerse con ambos pies dentro de él es un mal vivir en el infierno con instantes ilusorios de satisfacción, y vivir del todo fuera del círculo es -como mínimo- caer en el caos del hambre, o en otros modos de tortura, sea por marginación o persecución.
Sin embargo, hay cada vez más personas que descubren como vivir “a su manera” con un pie dentro del círculo mágico diabólico del Monetarismo y con otro pie fuera de él, en la amplitud de la paz de espíritu y la libertad, alimentándose en cuerpo, alma y espíritu a partir de otras fuentes de energía vital, que no se pueden distinguir ni conectarse con ellas si se está del todo dentro del circulo circense del maleficio global.
Este es un cruel círculo maldito que se recarga y retroalimenta fomentando la ignorancia con la imposición de sus dogmas, sus mitologías inductoras de un consumismo desenfrenado devastador del medio-ambiente, esparciendo frustración e infelicidad por doquier, con sus inventos economicistas y otros mitos que lo sostienen. Este absurdo genera una cultura mundial pueril que acaba inevitablemente en desengaño.
Los inventos mentirosos, irracionales, absurdos del economicismo monetarista, en la orgía financiera local y global, promueven una ideología materialista que cultiva los instintos animales inferiores del Ser como la ganancia y el egoísmo insolidario, estúpido (que daña a los demás sin la consciencia de que el mal lo hace sobre todo a si mismo), en una naturaleza despiadada.
Los “espirituales”, incluso los inconformistas inteligentes devotos de la espiritualidad de la “materia” (una palabra cada vez más en desuso mientras la ciencia va comprobando cada vez más la inconsistencia del término), tienen claro que jugar con las cartas de baraja del Demo... es pérdida y sufrimiento garantido.
Con un instinto metafísico superior, una intuición de autosupervivencia sin prejuicios inspirada por un sentido pro-vida, tratando de cultivar el libre pensamiento y una consciencia cristalina propia clarificada, liberada de los condicionantes culturales que ha recibido desde el vientre materno, y haciendo gala del máximo de ingenio y creatividad que le ha dispuesto la naturaleza, los neo-inconformistas no tememos la búsqueda de la felicidad. Tratamos de recrear el propio mundo y nuestra manera de vivir en co-creación armónica con un poder superior al del imperialismo dominante, en sintonía con la Plenitud inagotable del Gran Espíritu reflejado en el Uno mismo.
Hay que saber disfrutar de lo que la Existencia nos ha dado como tiempo vital disponible, salud y un enorme abanico de posibilidades -si observamos más atentamente dónde nos encontramos y qué podemos hacer con lo que tenemos o no tenemos-. En caso contrario, suportar la propia consciencia como ser espiritual encarnado en la condición humana en el nivel evolutivo del homo “sapiens” bestialis es en la mayor parte del tiempo inaguantable, y para los individuos dotados de una singular sensibilidad, un hecho tarde o prontamente del todo imposible.
Por todo esto los “Fieles del Amor”, amantes de una Deidad compasiva y Pro-Vida (inteligente, con Amor en Sabiduría) manifestada en nuestro Avatar como un Redentor del Mundo ejemplar, nacido en Asiz, hemos cambiado los antiguos votos de adopción de la Orden Franciscana y la de Santa Clara, haciendo uso legítimo de nuestros derechos como seres libres y ciudadanos éticos, en nuestra felizmente anárquica Cofradía Neofranciscana/Neoclarisa, por tres nuevos compromisos:
1º. En vez de “pobreza” adoptamos el voto trinitario inicial de Riqueza, Abundancia y Prosperidad Holística en primero lugar, pues con tantos pobres en la Tierra no se les puede ayudar si no se tiene una buena economía, por que no se puede elevarse en las excelsitudes del espíritu pasando hambre o solo pensando en las cuentas que hay que pagar como tributo absurdo al imperio anti-humano de la religión laica Monetarista que domina el mundo, a modo de neoesclavismo financiero que nos ha sido impuesto desde antes del nacimiento;
2º. En vez de castidad, profesamos el voto de “lujuria casta consentida” (lujuria de “lujo”), en el sentido de vivir con todo el tiempo libre disponible de acuerdo con nuestra propia razón, voluntad y consciencia, solo o en compañía, en este segundo caso, desde el respeto a la total libertad de opción de quién quiere estar en nuestra compañía, solidarizándonos en el cuidado mutuo por la (mejor posible) buena salud y calidad de vida de quienes conviven compartiendo juntos su tiempo en un mismo cristal de espaciotiempo cósmico, breve a la vez que eterno desde una perspectiva metafísica; practicantes convictos de la no-violencia, permitiéndose la amabilidad en vez de los malos tratos, disfrutando de todo lo que se quiera y se pueda sin hacer daño a nadie sin por esto consentir ni tolerar cualquier opresión o retaliación por ello, en el pleno derecho a Ser libre con lo que se Es feliz en paz y respecto;
3º. Y en vez del viejo voto de “obediencia”, profesamos, vivimos y militamos ahora con el voto de Desobediencia Responsable, individual a la vez que cooperativa, unitiva con todos demás seres conscientes si es posible.
Es una desobediencia legalista, inteligente, ética, más poética y existencial que la de una insurrección agresiva. Una desobediencia a bien de la ética, respetuosa con las leyes humanas aunque trate de, con arte, genio e ingenio, sobrellevarlas si son injustas, si hace falta, con sinuosidad o saltos cuánticos. Por que el mejor bien que podemos aportar a la sociedad en que vivimos es armonizarnos sobre todo con las Leyes Cósmicas de la Gran Armonía, reflejadas en la consciencia cristalina de la esencia del propio Ser.
Reivindicamos el derecho de desobediencia al mal a bien del orden cósmico. El deber de actuar a bien de la propia felicidad. Adoptamos una rebeldía solidaria con la justicia, pacífica, acuariana, cosmopolita y ecológica, defensora de la responsabilidad de la consciencia individual, tratando de sobrevivir en un mundo humano hostil sin perder la cordura ni la solidaridad con prójimos y lejanos, el respeto o Amor por la vida en general, y no solo la vida humana. La nuestra es una rebeldía pacifista pero no por ello menos contundente que otras rebeldías éticas, con la fortaleza adamantina de una consciencia despierta esclarecida.
Obramos en amor pero con firmeza para trascender y liberarnos -en espíritu, alma y cuerpo- de la mentalidad esclavista colonizadora de almas, de la obediencia jerárquica propia del cristianismo oficial y otros teísmos, el que sea de monos o plurales nos da igual, así como la del neocolonialismo cultural, religioso y socio-económico del capitalismo criminal desenfrenado que hace lo posible por enterrar lo mejor de la modernidad, en tanto expresión del humanismo.
En cambio, estamos en pro de un neohumanismo contundente, holístico, transhumanista incluso, no antropocéntrico, medioambientalista, que ya no tolera ningún tipo de neoesclavismo, en estado de Gracia y Amor al Gran Espíritu.
Con nuestros nuevos votos sacros, profanos y religiosos a la vez, superando éstas y otras dualidades a favor de las complementariedades cooperativas consertadas, de común acuerdo y a bien de todas las partes, procuramos contribuir así para el surgimiento de un nuevo mundo más justo, armónico y bondadoso para con los seres vivientes del Multiverso, para empezar, en la Tierra, cada uno con su alrededor, en resonancia armónica con los afines de todo el orbe.
A nuestra manera, queremos con estos votos solemnes alcanzar un nuevo grado de santidad laica feliz llena de Gracia, de humanización en el mejor sentido evolutivo -espiritual y tecnológico- para cristalizar en el santuario de nuestro espíritu humano el Santo Grial del Espíritu Santo de Sabiduría, que se manifestó en nuestro Amado Mentor, para vivir con ello “eternamente mientras podamos” para siempre. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario