domingo, 11 de diciembre de 2011

15ºCap. d la Cofradía NeoF.: Cofrade Ativo No-Contemplativo...


15º CAPÍTULO. COFRADE ATIVO NO-CONTEMPLATIVO: NO DESCANSES MIENTRAS NO LLEGUES A TUS CAMPOS ELÍSEOS



LA META QUE IMPULSA ALGUNOS SERES HUMANOS ES PARA SER COMPLACIDA, REFLEJA LA VOLUNTAD DIVINA TRAS LA LIBERACIÓN DE LOS CONDICIONAMIENTOS, PARA BENEFICIAR TODA LA ESPECIE.


Nuestro amantísimo san Francisco de Asís es el más claro ejemplo de la fusión de la voluntad de uno con la voluntad cósmica, la consciencia de unidad con la Plentitud y el absoluto en uno mismo.



Tras desvestirse del ego social y mundano , que se le desapareció, de quitarse los prejuicios ajenos que se ha dado cuenta de lo tanto que lo estuvieran poseyendo , desviándola o impidiendo la realización de la verdadera voluntad de su ser desde su máxima esencia, una con la totalidad.

Tras quitarse de encima los deseos paternos totalmente discordantes de los anhelos vitales más importantes de su ser, así como de la mentalidad general de su época.


El maestro , liberarse del encanto por una vida mundana sin mayores preocupaciones, sin las creencias del discurso religioso dominante, en verdad fachada de un entorno muy mezquino y materialista, es cuando san Francisco de Asís encontró su razón de ser y existir, la plena autorealización durante todo que le quedó de encarnación en un cuerpo humano en el “mundo visible”.


Después de experimentar con total claridad lo tanto que quería liberarse de tantos condicionamientos malsanos y limitadores, y de conocer cuál era su verdadera voluntad, fue cuando nuestro amantísimo Salto Patrono se encontró con la consciencia cristalina del absoluto. Y perduró así, en la dicha radical de la máxima felicidad realizada -hecha real- posible, hasta la última noche de su encarnación terrenal como un ser espiritual divino manifestado la condición humana.


Pero no lo pudo alcanzar mientras no se deshizo de todo que limitaba su verdadero potencia de autorealización, con una luz interior que tras alumbrar lo que cargaba sin consciencia, limitando el potencial pleno de lo divino en su condición humana.

Fue deshaciéndose de los pesados fardos heredados, como los demás miembros de la especie humana, se volvió un espíritu divino despierto de paso por la vestimenta de la condición humana alumbrado y asombrado con las posibilidades de una consciencia voluntariamente con una condición poshumana inmortal.

Tanto como para no existir otra persona ni en su tiempo de paso por la Historia terrestre antes o después que haya encontrado tanta realización conviviendo con el absoluto, tal como se puede reflejar en la comprensión de un cristal líquido de carbono, más una cincuentena de elementos, en la condición humana.


La fusión de nuestro Avatar con la unidad cósmica divina, en las dimensiones superiores como en la vida, en la que portaba como en la de todos los demás seres vivos, así como con la luz interior de su espíritu inmortal, uno con el Gran Espíritu, en la Gracia del Espíritu Santo.


Una de las grandes Vías de Autorealización del Potencial Humano, como nos enseño el Gran Maestro Máximus Franciscus de Asís, está en ser transparente consigo mismo como un cristal puro natural igual de cristalino en la consciencia como parte de la consciencia de la divinidad. Es una condición imprescindible para conectar con las superiores dimensiones cristalinas celestiales en una encarnación humana intensa, muy acelerada.


La experiencia intensa del autoconocimiento y el conocimiento divino instantáneo del mundo en las perspectivas amplificadas del puro espíritu inmortal, cuando se desvistió y se liberó del ego inferior, fue cuando Francisco de Asís transcendió las limitaciones temporales y todas demás sin la Presencia Divina del absoluto.


Libre de los condicionamientos externos, reencontrado con la absolutitud de su destino, en inmensa medida el Maestro de Maestros pudo fusionarse con la innombrable divinidad omnipresente, que brilla en el ser vivo, que flota y fluye con la consciencia plena de la inmensidad, trascendente a la vez que inmanente con lo sagrado consciente en el fenómeno de la vida.


Es imprescindible pasar por ésta prueba iniciática para acceder al Templo interior, en un instante mágico y cósmico maravilloso, la cosmovisión y luego la cristalización de una gran obra para el beneficio de la especie humana, así como para la satisfacción holística, completa, que alumbra la propia vida.


El individuo cambia radicalmente cuando ocurre ésta experiencia mística de unidad, tanto con una mismo como de uno con la Gran Unidad, que a la vez se replica por el Infinito tanto cuanto uno mismo.


Al darse el evento místico y espiritual, la propia percepción se expande y se va rompiendo todas las fronteras y barreras que lo separaba de la felicidad en la Plenitud.


Es cuando uno es nada y Todo a la vez, en su naturaleza esencial, sabe que está unido y conectado en su esencia con la consciencia cristalina de lo Supremo y la Iliminitd, cuando mejor cristaliza una contemplación, una vida meditativa o una gran obra, según la vocación de cada uno.


La consciencia cristalina de la luz espiritual en una dimensión superior de la propia naturaleza, hace hace uno experimentar la vida con una intensidad muy próxima de la Plenitud, como nadie puede antes haber soñado o esperado jamás, hasta haberla conocido.


La propia voluntad entonces ya no es tan propia cuanto una impronta cósmica que religa uno consigo mismo y la misma Trascendencia, con un deber transpersonal.


Lo que uno quiere desde lo más hondo del Sí Mismo, de su verdadera naturaleza, lo que incluye la Mônada espiritual, en ña esencia del Ser religa el individuo con la dimensión espiritual del absoluto en su plena Iliminitud, lo que genera una gran y estable paz interior y felicidad holística, estable, desafiante del “tiempo”.


En este caso, la voluntad divina está manifestada en la propia voluntad. Es un decreto irrevocable, impenetrable e inalterable de la Naturaleza. Uno experimenta intensamente que ha de realizarla, volverla real, cristalizada en un cristal de espaciotiempo del mundo de la manifestación.


No te pares hasta que encuentres en las fluctuaciones de la Gran Explosión cósmica este lugar sagrado del auténtico estado de gracia que la vida busca en ti. El bien estar, la felicidad -en una Celestitud de Paz y Goce sin carencias-, son calidades inmanentes de la esencia del Ser.


Cuando despierta la consciencia de la realización de un potencial divino inscrito en la propia voluntad, tal como ocurrió con nuestro amado Avatar, que sólo empezó a saciarse cuando se encontró con la consciencia del absoluto, y que se quedó con ella, en este estado de Gracia, a la vez que realizaba una obra terrenal humana divina, ésta fuerza de la Naturaleza holística.


Este es el mensaje del Maestro san Francisco: enfoca la atención y tus fuerzas en que en la medida de lo posible y algo más tú, bien estar sea soberanamente independiente de las circunstancias.


El individuo debe de ser el único amo de su propio cosmos y de su mundo interior, en armonía con los demás cosmos individuales y los macrocosmos de los Dioses, emancipado de las ocurrencias distintas de esta sólida realidad que debe de ser su sólido estado de paz y centramiento interior, con un grado de dicha de elevada imperturbabilidad, posee un elevado grado de poder de cristalización.


Una vez descubierta la llave de activación de la Fuente de la Plenitud, en uno mismo, en la quietud de la no-acción, no se deja luego de participar tampoco, de experimentar y actuar en el mundo, sólo que con otra perspectiva muy distinta, mucho más armónica, panorámica y eficaz.

Sosténte en la roca santa estable del Observador y el Testigo, el centro interior, espiritual, como tu centro de gravedad, y diluye parte del aprensivo ego cerrado que se te impuso el inconsciente ente social. No pasivo ni alienado sino Presente, activo y comunicante, sé soberano de ti mismo y estate en paz y dignidad.

Eres Ser, eres luz: un Ente absolutamente digno de la Dicha. Esfuma las mentiras y los autoengaños del ego propio como el de los ancestros, porque son enemigos de la autorealización y el mayor potencial de la creatividad.

Sé libre en la transparencia del Ser totalmente en el Uno, compartiendo con creatividad lo mejor de ti mismo con los demás. Si lo ves bien, todos los seres son tuyos, tú eres de ellos, y todos somos Uno. Somos co-creadores responsables unos de otros, pero no lo podemos cumplir bien este destino si no es desde una individualidad, a la vez única y diversa, plenamente desarrollada.


Muchos cumplen con tu función en la existencia de su Historia humana en la no-acción, o con poca, la mínima indispensable, como opción preferente, mas otros, con la de la actividad por la realización de una obra, desde la más cristalina esencia del propio Ser. Cada uno siga su camino amo de la propia naturaleza. La diversidad nos complementa y enriquece, con inteligencia, para abrirse con alegría hacía las perspectivas de un amplio y vasto porvenir.


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