viernes, 27 de abril de 2012

34ºCap.d Cofradía NeoF.: Exame de Consciencia Cristalina Diario con el Testigo Interior




EXAME DE CONSCIENCIA CRISTALINA DIARIO Y AUTO-OBSERVACIÓN CONSTANTE. TEN LA ATENCIÓN PUESTA EN EL TESTIGO INTERIOR, EL GRAN OBSERVADOR.

Al buscador del gran reencuentro con la esencia del Ser, Amante del Conocimiento Liberador, de la Conexión Cristalina con la Transcendencia, lo más valioso en este Camino Real es mantener un estado calmado de atención permanente, de observación serena e imparcial, en la mayor parte del tiempo.

Esto es aprovecharlo bién, lo más son insignificancias sin este desarrollo de la atención. Se puede empezar a recuperar ésta auto-observación serena y meditativa como hizo nuestro Amado Maestro, realizando y proponiendo uno o más auto-exámenes de consciencia cada día.

El tiempo concedido es demasiado precioso como para no medir nuestro grado de beneficio y disfrute de un modo periódico intermitente. Aun el mundo exterior te oprima extrayendo o robando de lo que realmente te gustaría hacer con tu tiempo del amanecer al pernoctar, saca unos minutos solo para ti, de reflexión cualitativa de tu tiempo.

¿Sonreíste? ¿Dijiste palabras amables? Viste lo máximo que pudiste en los escenarios por lo que pasaste? ¿Disfrutaste? ¿Cómo puedes empezar a disfrutar de cada instante como una gema, y cada momento como una joya, una oportunidad única? ¿Mantuviste la paz, la serenidad y la armonía mientras las dualidades del mundo te demandaban nerviosismo o agresividad? ¿Estuviste en tu centro interior, impasible y equidistante, aun la absurdidad te indujera a la pérdida del auto-control?

Cofrade: pregúntate entonces sinceramente: ¿Tuviste toda la transparencia, corrección y dignidad debida a tu estado de ser humano que quiere ser más consciente y cristalino? ¿Hiciste del día de hoy, o harás el de mañana, un cristal de espaciotiempo que valdría guardar para siempre? ¿Fuiste todo lo responsable, consciente e inteligente que podrías? ¿Fuíste lo bastante sabio, solidario y compasivo?

Visualiza el ser ideal que te gustaría ser y déjate agasajar por el sueño alumbrado por este pensamiento. En la hora del descanso, al dormir, autoprográmate con la visualización de lo que realmente quieres ser, y lo serás en realidad. Lo que la mente proyecta, de un modo u otro, se cristaliza. Y mucho más rápido y mejor si se lo hacemos con la ayuda de las palabras, las emociones positivas y las actitudes coherentes que le corresponden.
 
A medida en que vamos cristalizando ésta faceta de conocimiento puro indiferenciado del Ser, de autoconocimiento, en la consciencia inmutable del Observador, que analiza sin distorcionar lo que percibe, nos vamos haciendo mucho más fuertes. Cuando aparece la intempérie, con las sorpresas menos agradables, estás preparado/a.
 
Te sorprendes entonces contigo mismo de hasta que punto puedes estar fuerte, lúcido, calmado y correctamente activo actuando con el Observador presente, atento, tras la falsa quietud o los malabarismos exteriores del ego, según el carácter de cada uno y las circunstancias, existe una dimensión cristalina de tu ser que es cristalinamente inmaterial e indestructible.
 
Es una profundidad del Ser que permanece impasible -por que la cultivaste, le diste espacio interior con luz y transparencia, en cada meditación auto-observadora-, inalterable en su paz interior, inmutable, mientras actúa con su "ser exterior" de acuerdo a cada momento y situación, aunque el entorno manifieste una dificultad grávemente hostil.
 
Nuestro Amado Francisco de Asis lo hízo y lo ha recomendado, habiendo despertado en sí mesmo por medio de ésta práctica constante un plus contundente en fuerza de voluntad con claridad, fortaleza y enorme paz interior. Nos ha enseñado el enorme valor de despertar al Testigo interior, éste a quién nadie engaña, ni uno mismo al suyo. Es la misma consciencia cristalina la que va despertando con el Testigo interior cada vez más atento y presente.    
 
Así que es imprescindible dedicarte unos instantes al día reflexionando sobre tu vida, inmediata, como posiblemente, lejana. Aun fueran cinco o diez minutos cada día, estos minutos te valdrán como inestimables diamantes en la memoria correctiva del Espíritu. Recuperarás el poder de auto-transformarte a partir de una fortaleza interior adamantina, plena de una paz y claridad insuperables, contigo mismo/a y al cosmos -pese las opiniones ajenas-, en un estado de gracia de fortaleza llena de felicidad y dicha. Es un reflejo de la Luz indestructible de tu verdadero Yo, tu espíritu, Uno con el Gran Espíritu.
 
 

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