sábado, 18 de mayo de 2013

Anubis, Divino Gemo-Arquetipo Regente del Guardián del Mundo Mineral en la Tradición Cristalina del Panteón Egipcio Faraónico.




HOMENAJE A LA 'VETERANÍA' DEL IMPERIO EGÍPCIO FARAÓNICO.
GRAN CIVILIZACIÓN MAESTRA CONOCEDORA DE LA TRADICIÓN DE LAS PIEDRAS SAGRADAS, 
CON MAESTRÍA HASTA EN SUS CAPACIDADES TERAPÉUTICAS.

 POR LOS MÁS DE DIEZ MIL AÑOS
DE SU EXISTÉNCIA ÉPICA COMO MINIMO,
 EVOCACIO EL GEMO-ARQUETIPO SIMBOLÓGICO CRISTALINO
SAGRADO DEL GUARDIÁN/A DE
LAS RIQUEZAS DE LA TRADICIÓN MINERAL HUMANA,
TANTO "FÍSICAS" COMO LA MANIFIESTAS EN MATICES
Y EN OTRAS FRECUENCIAS
DE DENSIDAD, ESCALA, VIBRACIÓN,  CONSCIENCIA, RESONANCIA DE FORMA, GEOMETRÍA SAGRADA,
QUE EN EL PANTEÓN EGIPCIO,
ES EL GUARDIÁN SUPREMO,
EL MÁS CELOSO GUARDIÁN DE LOS TESOROS DE
LA PIEDRA FILOSOFAL EN TRADICIÓN INICIÁTICA SAGRADA.

POR LO TANTO, ANUBIS
ES UN GRAN PROTECTOR DE LOS GUARDIANES/AS DE LA TRADICIÓN CRISTALINA, ESPIRITUAL E INICIÁTICA, 
QUE ESTÁ REGENTADO POR LA DIVINIDAD
DEL GRAN ANÚBIS, ENTRE UNA LEGIÓN -JERÁRQUICA- DE MUCHOS MÁS CRISTALES GUARDIANES, CRISTALINOS POLIÉDRICOS O HUMANOS, ASCENSIONADOS Y (MUY BIÉN) ENCARNADOS EN VIDA CHRISTALINA CON AMOR Y SABIDURÍA EN LA GRAN ARMONÍA.

CON LA GRATIDUD DEL ESTADO -EXCEPCIONAL- DE GRACIA
 MÁS MUCHA ARTE DE VIVIR,
CON AYUDA DE LA COSMOVISIÓN DEIFICANTE
DE LA GEMOSOFÍA METAFÍSICA, MÍSTICA Y ESPIRITUAL,
NUESTROS TRES FAROS AMADOS
MULTIPLICADOR DE CONSCIENCIA CRISTALINA
Y TANTOS PODERES ADAMANTINOS, ASÍ COMO, ENTRE OTROS, AMPLITUD DE POTENCIALIDADES DESPIERTAS DESDE LA ESENCIA CRISTALINA EN PODERES ORÍFICOS Y DIAMANTINOS,
EN UN GRADO DIMENSIONAL EVOLUTIVO DE LA CONDICIÓN HUMANA
MAYORMENTE INFERNALIS.

Felizmente no importa a los Gemo-Adeptus  Iniciados/as en la Tradición Cristalina pues esta desgraciada condición está en PROCESO DE CAMBIO EXTREMO EN SALTO EVOLUTIVO
"HACÍA ARRIBA Y ADELANTE ETCÉTERA CON MUY 'BUENA SUERTE'"
EN UNA RESPLANDECIENTE NUEVA HUMANIDAD MUY PERFECCIONADA
CON SU "CIVILIZACIÓN DE CRISTAL" CUÁNTICA AVANZADA.

EN GEMO-CONEXIÓN CON LOS MAGNUS ADEPTUS CHRISTALINUS "ASCENSIONADOS", ESTO SERÁS Y YA ES
UNA EDAD HUMANA Y PLANETARIA COMÚN PARADISÍACA PARA
LOS/AS HOMO SAPIENS SAPIENS CRISTALINUM,
MÁS ALLÁ DE LO QUE LA ACTUAL IMAGINACIÓN HUMANA
DE AMPLIAS MAYORÍAS PUEDE ALCANZAR.

AGRADEZCO ASÍ EN TÉRMINOS INVOCATORIOS PROTECTORES A DIVINIDADES COMO ANUBIS PARA TODA LA RED CRISTALINA TRANSNACIONAL-MULTIDIMENSIONAL DEL MUNDO MARAVILLOSO "DELS "CHRYSTALINUS"
GEM-VANGUARDIA EVOLUTIVA HOLÍSTICA DEL CERCANO 
HOMO SAPIENS SAPIENS OPUS CRISTALINUM.


CON EL THÉO-INFO-GEMO-CONOCIMIENTO ADECUADO, 
CUANDO UNA OBRA PRIMA PRODIGIOSA "SEMI-COLECTIVA" IN EXTREMIS, ES ATACADA, CONTACTAMOS CON LAS GRANDES POTENCIAS DE LOS "MUNDOS PARALELOS SUPERIORES" PARA AYUDARNOS
EN ESTE PROCESO INICIÁTICO ÁRDUO
Y A VECES INCLUSO SANGRANTE,
PERO EN TODO CASO IRRESISTIBLE E INEXPLICABLE DE HASTA QUE PUNTO ES FELIZ Y GRATIFICANTE, 
CON LA RECUPERACIÓN DE LO DIVINO EN LA HUMANIZACIÓN, 
EN PLENO MOVIMIENTO DE ACELERACIÓN INTENSIFICADA.

INVOCACIÓN GEMO-BIO-GRÁFICA DE GRANDES GRACIAS
A LOS ASCENDIENTES EGIPCIOS EN "LOS KÓSMOS SUPERIORES"
EN LA TIERRA ENCARNADOS, 
ASÍ COMO SUS AGENTES RE-ACTUALIZADOS
EN LAS EXPRESIONES HUMANAS ANUBIANAS INTACTAS
REINCARNATUS GRATIE.
GRACIAS.




REGALOS DESDE LOS LIBROS /
GRADOS DE
CONSCIÉNCIA CRISTALINA Y PODERES ADAMANTINOS DEL CURSO PIEDRA FILOSOFAL,

PARA VISITANTES LECTORES/AS DE ESTE
LÍBER-BLOG-BLOGUER-BOOK ONLINE
 INICIÁTICO
IN STATUS DE "BLOGSPOT" DE QUIJOTEZCA GRATUIDAD. A LA JUSTICIA HUMANA Y DIVINO SE LA ENTREGO, SIMBÓLICA.MENT
EN MANOS DEL VENERABLE DIÓS HOMBRE-CHACAL
ANUBIS DEL EGRÉGORA DE LA TRADICIÓN EGÍPCIA
FARAÓNICA




Líber 13º , Capitulo III.1.


ANUBIS: DEIDAD PROTECTORA GUARDIANA
DE LAS PIEDRAS SAGRADAS, LOS TESOROS
Y LAS ALMAS

Pese a que el estudio de este personaje sagrado de la religión del Antiguo Egipto faraónico podría constar en el apartado “Historia, leyendas y mitología”, lo ubicamos en el apartado referente a los símbolos religiosos y espirituales magnos del Cristal dada su extremada importancia y protagonismo en la Tradición de las piedras tanto de aquella época como de hoy.


Anubis es, antes que nada, un arquetipo, por lo tanto, es una figura universal en el patrimonio del inconsciente colectivo de la humanidad, que aparece bajo distintas formas en otros sistemas culturales y mitológicos.

El Antiguo Egipto supo, no obstante, captar el sentido profundo y representar este símbolo sagrado de la memoria colectiva de modo tan preciso y atractivo que esta deidad del Antiguo Egipto sigue ocupando un lugar central clave como signo luminoso cristalino en el panteón universal de la Tradición Mineral.


Es hijo de seres divinos, íntimo de los dioses supremos, respetado por todos. Destinado desde antes de la cuna al servicio de los dioses, y dios él mismo. El plan secreto de los dioses le encargó nada menos que la guardia de los más preciados tesoros de la Tierra, sobre todo interior, cristalinos y geológicos.



Tesoros de los dioses prestados a los seres humanos para que se los cuidaran bien. Tesoros que nada ni nadie debería poder sustraer, macular o destruir.

Entre otras incumbencias, Anubis es el encargado de pesar el valor de las almas pasada la vida terrenal, como los artesanos cristalinos –mineros, joyeros, empresarios, coleccionistas, amantes de las piedras y devotos– pesaban en una balanza antiguos minerales preciosos como oro y diamantes.


Si el alma tenía demasiada opacidad y se separaba mucho de los principios divinos era conducida a un mundo inferior infernal. Si en cambio el justiciero medía el alma con relación a una pluma y la balanza apenas se movía, el alma ascendía a los mundos superiores, no sin antes pagar eventuales deudas en un tiempo de purgatorio, lo que podría ser, entre otras cosas, una reencarnación sufriente en la Tierra, como ser humano u otro ser.



Él mismo conducía luego a las almas en una barca de una orilla a otra de la existencia.


De todo esto se ocupa el arquetipo del supremo guardián de las piedras sagradas y minerales preciosos. Es él mismo quien recibe la esencia o cuerpo astral de los que dejan definitivamente la dimensión terrestre.

El experto en seres y formas cristalinas es también el que juzga el destino de cada alma, en el otro lado del umbral de la vida. Anúbis hace de puente entre los mundos, él es quien abre o cierra las puertas más importantes tras la vida física. Anúbis conecta a cada uno con su destino correspondiente, y nadie puede escapar a la ley cósmica de pasar por la prueba de su discernimiento perfecto.


Este guardián supremo tiene las llaves del Paraíso y del Infierno, de un futuro feliz y gozoso o de una punición severa, pero no es él quién decide realmente sino el individuo y su historia personal, con su grado de méritos y deméritos en el espectro de valores de la justicia cósmica.

El supremo Guardián del Umbral es Maestro de la energía cristalina porque sabe distinguirla perfectamente, porque tiene la capacidad de reconocer la energía de polaridad opuesta anticristalina, anómala, desequilibrada y enfermiza. Su mirada penetrante y profunda desvela con transparencia absoluta las capas más internas e indecibles de la mente, incluso las verdades que ni su propio portador no alcanza a ver.




Entre otras prerrogativas, el Maestro de la Transparencia puede beneficiar a sus devotos, así como a otros seres mortales queridos por otros dioses, no solo después del trámite de la vida física sino mientras dura este corto período de tiempo de energía vital concedido a los seres de la dimensión humana.


Les puede proporcionar entre otros favores, por ejemplo, el facilitar al devoto el acceso a los grandes tesoros tanto de la Tierra mineral-cristalina como de la Existencia superior, en otras dimensiones del Multiverso. El acceso a cualquier secreto, además de la revelación de los misterios mayores, como guardián de la información clave, es uno de los poderes que suele compartir Anubis con los suyos.




Naturalmente que todos los seres humanos bien relacionados y en simetría de resonancia y compatibilidad con el supremo panteón de dioses de la conciencia-energía cósmica cristalina, y los tesoros minerales, son personas con un acceso privilegiado a la dimensión astral superior donde se encuentra el centro de irradiación del supremo Guardián de las Piedras Sagradas.


Todos los que tienen un amor, una curiosidad o una predilección particular por los minerales también son considerados personas especialmente susceptibles de ser queridos y estimados por el Guardián jefe de la corte divina cristalina, además de las demás personas buenas y bienintencionadas.


En la versión egipcia de este arquetipo divino del supremo Guardián de los Tesoros de la Tradición Mineral Cristalina y Humana es Anubis, más exactamente ANPU, o ANUP, en el idioma nativo. Era el dios maestro del embalsamamiento, el que pesaba el corazón de los muertos y conducía al alma al otro mundo.

Se le representaba como un varón esbelto con pecho descubierto y cabeza de chacal, y otras veces, tan solo como chacal, de color negro y atuendos dorados, similares a joyas de oro. Aparece entonces como un felino noble, hierático, disciplinado, impasible, quieto, a veces severo, en estado de atención y concentración perfectas. Es el prototipo del guardián perfecto.




Anubis aparece con frecuencia en la iconografía egipcia faraónica en colaboración con el plan divino en compañía de otros dioses supremos. En el Antiguo Egipto eran numerosas las esculturas en su homenaje.

En la mayoría de los templos y edificios oficiales había imágenes y recuerdos del dios chacal, maestro de la riqueza terrestre y de ultratumba, en piedra. También en los cementerios abundaban sus figuras de piedra para proteger al alma de sus habitantes.

Los maleficios de Anubis eran considerados los más temibles y guardaba los peores para los profanadores de tumbas y los ladrones.


En el panteón del Imperio del Nilo, Anubis era hijo de Osiris y de Neftis. Según algunas versiones insidiosas atribuidas a magos sospechosos de hechicería y satanismo o a los curas, se afirmaba que era hijo de Set, el Anti-Ser de la Oscuridad, para relacionar esta figura divina tan correlacionada con la noche como es Anubis con el nefasto principio maléfico de la Oscuridad.

Nada que ver, pues aunque que exista en los mundos de las profundidades y la noche, el dios chacal es el más leal servidor del principio divino luminoso.



Isis, la diosa madre, maestra del discernimiento, reina de todas las riquezas del cielo y la tierra, adoptó a Anubis como ser de su máxima predilección y confianza. Le dedicó un amor puro y amante y a cambio ganó del adoptado un afecto con votos de lealtad absoluta.

En los momentos más difíciles, era a Anubis, el guardián supremo, a quien la diosa pedía socorro. Cuando Osiris fue desmembrado tras haber caído en una trampa, destrozado por una cuadrilla encabezada por Set, Anubis ayudó a Isis a recuperar las partes divinas desgarradas de la Unidad de Osiris y a reintegrarlas para resucitar al dios.


Reincorporado este, expresó su gratitud para con su hijo de la siguiente manera: le hizo heredero de grandes tesoros, le otorgó poderes especiales y le invitó a participar en el juicio y punición de Set.

En recuerdo a su papel en la restauración del orden divino roto por Set, en la posteridad le prestarían culto representado en piedra como un chacal que descansa en estado de máxima atención sobre un arca en el que estaban depositados los restos de Osiris con sus tesoros, guardados por el leal vigilante y hijo derecho del dios de la luz, todo lo opuesto a Set.





Como protector de lugares sagrados, del espíritu de los ancestros y de las tradiciones sagradas, Anubis aterroriza a los asaltantes de tumbas, de memorias y tesoros ajenos. Es la pesadilla de los profanadores de lo sagrado, de la pureza de la tradición y de las personas dignas.

Es el vengador de las víctimas de graves injusticias que no perdona el perjurio, la maldad o la mentira; la deidad justiciera que discierne de forma maestra la gema preciosa de la piedra falsa y engañosa, es él quién las separa y las encamina cada una a su lugar apropiado.


En términos gemosóficos, guardianes de tesoros son todos los seres despiertos que respetan el fenómeno de la vida y son cumplidores fieles de las leyes cósmicas, establecidas por los dioses y la Unidad superior.

Las personas esencialmente cristalinas tienen en el arquetipo divino de Anubis un gran amigo y protector. Más allá de la culpabilidad o el mérito aparente, su visión alcanza la esencia de la verdad de lo que uno realmente Es.


Anubis regala a sus favorecidos la victoria, el éxito rotundo, y antes, la seguridad absoluta en la victoria, el acceso a los lujos más exclusivos, los privilegios más gratificantes, desde el equilibrio y la justicia cristalinas, a los que vibran en sintonía con los cristales maestros. Su intermediación privilegiada junto a Isis y Osiris garantiza a sus protegidos la indudable recompensa por los buenos servicios prestados a los dioses.


Toda persona conectada con los minerales por medio de un auténtico amor o afecto está ya bajo un grado de protección especial de Anubis y sus legiones, pero si se lo pide, si establece así un contacto directo y consciente, el guardián de cristales puede multiplicar las posibilidades de gozar los beneficios de su predilección, consideración y afecto.


Se puede empezar la conexión simplemente teniendo un dibujo con el dios en destaque, en un lugar especial de casa, tener en su homenaje una roca, un Cuarzo u otra piedra preciosa junto a la figura, y alguna vez encender al lado una vela en su intención, mejor en los días novenos o múltiples de nueve de cada mes, pues el número nueve es omnipresente tanto en el gemosimbolismo de los cristales y la Tradición Cristalina como en la resonancia de Anubis.


 
Pero antes de terminar examinemos otros aspectos esenciales de la simbología de este signo maestro de las piedras sagradas. Él impera en la dimensión de las gemas y de otros tesoros de la manifestación, como esencias cristalinas y humanas preciosas, y simboliza a todos los que de una forma u otra también son guardianes de tesoros.

 

Antes de dejar Anubis (por lo menos en este texto presente Livro / Grado de Consciencia Cristalina), recapitulemos algunas de las características claves de este Ser divino tan amado como temido en la Tradición Sagrada del Antiguo Egipto, y desglosemos más datos puntuales que revelan otras facetas anubianas:


*Anubis era el patrono de Assiut, una de las veinticuatro provincias del Antiguo Egipto, región rica en agua y minerales preciosos. En la actualidad Assiut es, curiosamente, un punto sociogeográfico que ha sido dominado por los monoteístas más fundamentalistas y se ha transformado en un foco del integrismo radical árabe.


Incluso el turismo, una de las principales fuentes de ingresos para una parte muy importante de la población, ha sido prácticamente desterrado de este lugar que ha sido uno de los más hermosos de la Tierra.


No obstante, y de manera perversa, este hecho tiene un sentido oculto y una lógica, dado que el arquetipo de la deidad anubiana también tiene como dos de sus facetas pronunciadas cierto rigor y la voluntad justiciera.

Si ambas son mal entendidas, o si son objeto de un uso abusivo con intenciones perversas, si se canalizan a partir de una ideología supuestamente religiosa pero con una visión opaca, parcial y reduccionista de gente fanática y oportunista con la que es imposible dialogar, se pueden convertir en el origen de grandes calamidades y de mucho sufrimiento.




Nada de esto ocurría mientras Anubis era objeto de un culto popular muy extendido, muy lejos del tiempo actual, en el que esta figura es rechazada y maldecida por los fanáticos del monoteísmo que impera en sus tierras, condenado como un diabólico dios pagano. Assiut era una zona próspera, rica y sofisticada del antiguo Egipcio.

Durante siglos, ha sido un lugar muy cuidado y privilegiado que había sido transformado por las personas que en él vivían en un paraíso terrenal, en un espacio templado, plácido, ordenado, fértil y abundante, en el cual su gente vivía en paz en un estado de relativa felicidad en relación al modo en el que vivía la gran mayoría de la humanidad en esta época.


El mundo de Anubis estaba lleno de sacralidad, de un sentido profundo de lo sagrado en la vida y la existencia. Su universo mental poseía unos horizontes amplificados, acostumbrados a la infinitud y a la meditación sobre el absoluto.

 El espacio-tiempo anubiano está marcado por un sentido intenso de orden, pureza, equilibrio y justicia, con unos ideales elevados y un encendido fervor religioso hacia lo sagrado.

 
Los pueblos que vivían bajo el manto protector de esta deidad gozaban de paz, salud, prosperidad y longevidad y le estaban muy agradecidas.

En cambio, después de abandonar su culto, profanar sus lugares sagrados y execrarlo, desde entonces esta región se empobreció en relación a la época de esplendor anubiano y vivió terribles desastres, uno tras otro, fue invadida y arrasada muchas veces.

¿Será esto una venganza de los dioses antiguos, o de una tierra que dejó de ser respetada como morada de varios seres divinos, en vez de uno solo, y muy cuestionable además?

*En uno de los libros sagrados de Egipto, el Libro de la vida, mal traducido en Occidente como el Libro de los muertos, la deidad habla en primera persona, se presenta y se revela exclamando: “Soy el chacal de los chacales, soy el aire luminoso que transporta los alientos (el alma de los que han dejado la vida terrenal) delante de los venerables hasta el firmamento de los cielos y el fin del mundo”.


Anubis es el guía y el compañero del alma tras la existencia terrenal, es el gran consolador que encamina el alma hacia un cara a cara con el dios de la luz, frente a la cual será juzgada según sus intenciones y obra, juicio tras el cual el alma es conducida a su nueva morada.

Para la religión egipcia, los bienaventurados, fieles a la corte divina de los Inmortales y a la suprema deidad luminosa, heredan un paraíso celestial, que empieza en su vida terrenal-encarnada". Así también con los "homo virulentus", pues pronto el alma vital de los infieles y de los perversos es dada en alimento a los cocodrilos astrales.

Esto es una forma simbólica con una precisión asertiva exacta para representar la vuelta y disolución del ser individual en la energía cósmica, pero suave en un modo de expresar este momento vital tan dramático, tal como en humana "encarnación" el indivíduo se lo hizo a otros/as por ley cósmica infalible del efecto cristalino  del boomenang.


El dios era así el gran intermediario entre los mundos. Un guía de los senderos posteriores al mundo físico que estaba presente a lo largo de toda la vida del ciudadano del imperio.



Se suplicaba su atención benigna y favorecedora por medio de unos rituales muy complejos que duraban buena parte del año, en especial para la clase sacerdotal ocupada del culto a los dioses, que trataba y estaba encargada de conciliar Cielo y Tierra, logrando grandes alegrías para los seres terrenales y el alma eterna de los que se han ido.

Él introducía a los elegidos de los dioses estelares en un auténtico paraíso en la vida eterna.





* El templo más celebre dedicado al chacal divino en Assiut fue rebautizado por los griegos como Canópolis, y estaba en una zona rica en cuarzo. El Chacal divino egipcio también está correlacionado en el panteón de Oriente con Shiva, que entre otras cosas representa la energía cósmica (en el fondo, cristalina, ordenadora) regeneradora del Universo, como fuego divino purificador, o la fuerza destructora de las obras construidas sin cimientos sólidos en el Tiempo, así como de la ignorancia y el mal. Shiva es un aspecto del supremo Brahma, la deidad suprema, una faceta rigurosa y justiciera del Todo.



*En el “Árbol de la Vida” del sistema cabalístico en la tradición hebrea, Anubis se correlaciona con la sephira, arquetipo o esfera de Daath, la invisible, totalmente transparente, casi arriba de todo, que comunica los poderes de la trinidad suprema entre Binah y Chokmah, la fuerza femenina generadora de la vida y la sabiduría del Ser supremo.



Entre los tres constituyen los mundos superiores e inferiores y el que separa o hace de firmamento entre ambos. Anubis, su dimensión y sus legiones de fieles astrales, comunican, transportan información y energía.

Él es la puerta, como Daath, que conduce al goce supremo, o a la bajada a la más temible oscuridad, según lo que han hecho en vida todos los que tienen obligatoriamente que encontrarse con las deidades supremas.





*En términos gemosimbológicos, la deidad representada por el elegante y erecto felino de la religión egipcia, en el orden de las energías cósmicas transpersonales, tiene que ver con una función cósmica netamente ecológica, cristalina y reequilibradora.

En el simbolismo de los minerales, está directamente correlacionado con el Cuarzo Hialino pero dónde se revela con más fuerza es en la Obsidiana, en particular en los ejemplares de este mineral de color negro y blanco y los que tienen manchas iridiscentes o doradas. Así como con el lápiz-Lázuli lo tenían en lo más alto de su panteón de piedras sagradas.

  


En gemosimbología el arquetipo de este dios egipcio está reflejado en diversos minerales más, y estas piedras tienen potencialmente la capacidad de conectar una persona en estado de meditación con él.

Anubis también está conectado con las demás piedras negras y con el simbolismo de las Turmalinas por el simbolismo de la verticalidad y del bastón de poder y autoridad de estos minerales; con el Citrino por su carácter y personalidad mineral regia y solar, que en la Tradición Mineral representa la energética nobleza del Sol y el Gran Sol, Osiris, más allá de los astros solares físicos; y con las gemas amarillas y el Cuarzo Ahumado. Anubis es el maestro de muchas energías cristalinas.


También es cierto que cualquier mineral o piedra natural, a parte de los citados con un particular gemosimbolismo identitario asociado al arquetipo de Anubis, puede servir para reflejar gemosimbológicamente calidades características y resonancias anubianas.

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Hay piedras o rocas con un formato parecido a la cabeza de un chacal u otro felino que se pueden identificar como uno de los signos de esta deidad protectora y guardiana. Diversos gemósofos amantes de la Egiptología han visto imágenes de Anubis así como de otras deidades, en la superficie lisa o en el interior transparente de un mineral no manipulado por la mano humana.


Si especificamos las señales gemosimbológicas históricas, habría que resaltar que a partir del siglo XIX la arqueología ha encontrado vestigios cristalinos del uso de obsidianas y de oro como parte del tesoro que utilizaban los antiguos para ofrendar culto religioso a Anubis. Encontraron obsidianas como ojos en esculturas de piedra que lo representaban, en máscaras mortuorias, en joyas que le hacían de precioso collar, con cuarzos adamantinos y abundante oro.

 
Alguna vez el resplandor anubiano también se puede reflejar en una amatista muy preciosa y singular, en las profundidades traslúcidas o semitransparentes de acentuado color lila o violeta rojizo, como de rubí; brilla entonces una reaparición en forma de espectro amigo, protector, siervo de la luz espiritual, o se presenta en imagen y figura a alguien con los dones necesarios para reconocerlo.



*Que conste con un sobresaliente de atención el hecho de que, aunque el dios haga o imparta justicia, pese a su apariencia pictórica a veces severa o, incluso, amenazadora, Anubis no practica la violencia, y menos aún directamente.

El alma de los eliminados del orden cósmico por los dioses la devoran los cocodrilos astrales, que abundan en los mundos inferiores en compañía de otros monstruos de esta dimensión espeluznante y amenazadora del imaginario colectivo y las dimensiones del ínferos de la realidad.


El dios con cabeza de chacal es ente todo un poder armónico que restablece o reinstaura el orden cósmico, tal como lo ha planeado el Ser supremo, un orden de sabiduría y de belleza que puede ser roto por la impiedad. De la aplicación directa del castigo a los incumplidores de la más espiritual ley cósmica se encargan otros.


Él imparte el destino, y en esta función es frío e impersonal, no se exalta jamás por su excelsa tranquilidad, pero en él no existe ni crueldad ni emocionalidad inferior alguna, es un ser sublime iluminado tan solo por la luz de la deidad suprema, inmediatamente superior y en contacto directo con él.


Tampoco son consistentes las opiniones de los fundamentalistas que lo asocian con ritos nocturnos y con la magia diabólica. Es cierto que la magia en Egipto solía invocarlo con énfasis y bastante frecuencia, así como su vinculación con la nocturnidad y la Noche cósmica, puesto que él es también el que habita en las profundidades del templo de Gaya, en la tierra interior, con las riquezas minerales del planeta, o participando en sus ritos fúnebres internos junto al alma de los fallecidos.

Pero ni una cosa ni otra justifican involucrarlo históricamente con la magia inferior de individuos goéticos demomaníacos, igual de malos que los teomaníacos fundamentalistas.



*Como protector de los lugares sagrados, de los cementerios y las tumbas, de la memoria y la tradición de los ancestros, de los tesoros minerales de los dioses, en Egipto se representó este arquetipo adamantino con la forma del chacal por su fuerza persuasiva en aterrorizar a los atacantes, por el poder y majestuosidad de este animal, por sus virtudes de lealtad, nobleza de carácter y atención perfectas que se asocian a ciertos felinos.



También por su especial habilidad de ver en la oscuridad y de neutralizar potencialmente a cualquier adversario.


* En la astrología egipcia Anúbis está correlacionado en términos astronómicos con los misterios de Sirios, rincón cósmico habitado por seres inmortales con una cultura y tecnología muy avanzadas.

Atribuían a este lugar espacial la morada celeste superior del dios, en el que seguiría existiendo cuando la humanidad se olvidara de él o dejara de existir.


Estuvo también correlacionado en astrología con la constelación de Canis Mayor, en Géminis, arquetipo zodiacal del alquimista, que logra transmutar los metales pesados o las piedras brutas en Oro Filosofal; el que apunta al conocimiento hermético, que atribuía al dios de la luz la facultad de elevar las almas hasta los cielos de los inmortales.



También el poder hacer la más alta y más luminosa magia divina que el alquimista supremo, además de guardián de tesoros minerales y de un conocimiento que vale más que todos los tesoros materiales juntos, es un gran maestro del Orden iniciático.


En el simbolismo zodiacal, los sacerdotes y astrólogos egipcios lo asociaban al signo de Piscis, duodécimo y último signo zodiacal, representando el espíritu de servicio y sacrificio del Gran Guardián, y su rendición y redención, absolutas, a la voluntad divina.




*En la anatomía humana, la cábala identifica el hemisferio derecho del cerebro como la zona de influencia anubiana, su lugar simbólico correspondiente en el cuerpo humano.

Como Señor de la nocturnidad en la cual ejerce de supremo guardián, Anúbis es también el Señor del inconsciente colectivo, de los archivos de memoria de los ancestros, y del Multiverso, de un plano multidimensional sin fronteras.

Esta mente nocturna está iluminada por la conciencia divina y eterna que no cesa nunca, como la de un vigilante perfecto al que no se le escapa absolutamente nada.


Esta amplitud de miras intuitiva y expansionada es una potencialidad asociada a los talentos o funciones superioras del hemisferio derecho del cerebro. Si se interactúa armónicamente con las funciones del hemisferio izquierdo y con otros centros de conciencia del Ser hay más posibilidades.

La cercanía o la meditación sobre Anubis como arquetipo de fuerzas cósmicas de un orden superior, que también existen en el ser humano reflejadas como potencias psicoemocionales, suele potenciar esta capacidad mental superior de generar una gran síntesis armónica entre los hemisferios cerebrales: una auténtica revelación interior. A veces, una cruenta revolución".




EXTRACTO del IVº de IX Libros de la Colección de Libros de Clase / Grados de Consciencia Cristalina y poderes adamantinos- de Gemosofía del Curso Piedra Filosofal, en 36 tomos / grados de consciencia y nuevas capacidades, suddividos en Cristales Maestros de los ementos Tierra, agua, Aire y Fuego, por loa tanto, corresponde al 13º de la Colección Gemo-Iniciática, a  parte de constituir un Ensayo-Diccionario Enciclopédico de autoría de Francisco R. Boström, pertenecientes a su obra inédita titulada Lapidarium Boström Líber Mirabilia Mineralis, impartido en forma de e-books como Gemo-Iniciación en las dimensiones cristalinas de la materia denominado Curso Piedra Filosofal de Introducción y Formación en Gemosofía y Cristalino-Hidro-Gemoterapia, del que el pentagrama de los cinco primeros Grados/Libros Gemo-Iniciáticos Retransmisores de la Tradición Mineral Cristalina están disponibles en la tienda "Gem-Cristalshop Terapêutica de Cristales Maestros en el site www.franciscobostrom.com.br , con los cuáles de establece una conexión directa con el autor-gemo-Iniciador del site enteramente dedicado a la Obra del Instituto Gemosófico Internacional, sediado en Río de Janeiro, Brasil desde el año "2012"e.C., así como la introducción del lector/as -si así lo quiere- en los Círculos Mandálicos de Estúdios Internos de la Tradición del Fuego de Vida y Consciéncia Divina Cristalizada en Piedras Sagradas del Instituto Gemosófico.

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