domingo, 9 de diciembre de 2012

Un Código Clave del Lenguaje Cristalino en su Variante Numerológica Poética



Un Código Clave del Lenguaje de las Piedras en su Variante Numerológica Poética

Invocación Mágica Teúrgica Cristalina das Energías Cristalinas Sanadoras Por Medio de Un Número Maestro de la Tradición de las Piedras.

"VI.1. SACRALIDAD MINERAL-CRISTALINA DEL NÚMERO NUEVE EN EL RENACIMIENTO OCCIDENTAL, POR DANTE ALIGHIERI

El excelso filósofo, escritor y poeta Dante Alighieri afirmaba, misteriosamente, que su suprema musa, Beatriz, era un número nueve en el orden de los seres humanos y las dimensiones cósmicas: el número que descubre los secretos más herméticos de la naturaleza divina.

Este código numerológico sagrado aparece en la estructura misma de la Divina Comedia, la obra magna del que ha sido uno de los más grandes artistas, pensadores y poetas de todos los tiempos, Dante, fue además miembro de la sociedad iniciática y secreta renacentista los “Fieles del Amor”.

La Divina Comedia contiene tres partes divididas en 33 cantos cada una, sumando 99. Beatriz, su adorada musa, aparece en medio del Canto XXX del Purgatorio (2ª Parte), precedida por 63 cantos y seguida de otros 36.

Con esta estructura gemosimbológica de tipo noveno o múltiplo de nueve, Dante se une a la corriente sagrada inmemorial de los Hijos de Luz o Adeptos que se reconocen —entre otros códigos iniciáticos—, por medio de esta clave numérica.

El poeta se vincula así a otros grandes maestros cristalinos con sus obras magnas como Plotino, discípulo de Platón y uno de los más grandes filósofos de la Historia, cuya gran obra escrita llamó “Eneádas” (Nueves) basada en una estructura dividida en 999 partes.

Otro ejemplo notable LO encontramos en uno de los libros sagrados de la Tradición Mineral en la Era de Piscis: el Tratado Gemoterapéutico árabe-judío recuperado y dado a conocer por el rey de Hispania Alfonso X, conocido por su nombre como códice “Lapidario de Alfonso X” (de lapis, “piedra”, como fueron conocidos entonces, durante varios siglos, los grandes tratados clásicos de la gemoterapia denominados “Lapidaria”). El Lapidario constaba de 360 capítulos.

Este número y estas obras guardan un gran secreto, con una parte fundamental del conocimiento de la Piedra Filosofal y la Tradición Mineral Cristalina. Son testimonio inequívoco de que este conocimiento iniciático sagrado y ancestral —que nunca ha dejado de existir y de estar presente de modo público y visible o subterráneamente esotérico—, ha acompañado siempre a la humanidad amante y predilecta de la deidad.

Este secreto códice iniciático tiene una conexión inmemorial en relación a la condición de herederos de las dimensiones cristalinas, del Empíreo, además del cielo en la Tierra y de la suprema Trascendencia.

Al respecto, y relacionándolo con su divina musa Beatriz (equivalente a Sophia –de “Sabiduría”-), dijo el maestro Dante:

Como el número nueve ha sido mencionado en las líneas y en lo dicho precedentemente, y si podría creer que esto se ha hecho sin tener para ello una buena razón, y como por otro lado, dicho número ha jugado un papel importante en la muerte de cierta persona querida (Beatriz) es preciso aquí algunas aclaraciones sobre este tema.

Por esto voy a decir a continuación cómo el número nueve intervino en el accidente de su muerte, y después señalaré la razón por la cual este número ha sido tan favorable a dicha dama.

Yo diré, en consecuencia, y siguiendo la costumbre de Arabia, que el alma tan noble de esta dama se ha separado de su cuerpo durante la primera hora del noveno día del mes y, siguiendo el uso de Siria, durante el noveno mes del año.

Porque, en este país, Siria, el primer mes corresponde a nuestro Octubre, y siguiendo la costumbre, ella ha abandonado este mundo en este año de nuestro calendario, es decir, en los años del Señor en los que el número perfecto quedaba comprendido nueve veces en el siglo. Éste fue también el número de los cristianos del siglo xiii (¿se refería Dante a los cátaros?); como ha sido entre los cristianos hasta el iv siglo.

Si buscamos por qué este número nueve la ha acompañado siempre de forma tan amigable, he aquí una razón probable: según Ptolomeo y las verdades cristianas, hay nueve cielos que se mueven y que, según la opinión común de los astrólogos, estos nueve cielos trasmiten hacia aquí abajo las combinaciones armónicas a las que están sometidos en lo alto; este número ha sido amigo de Beatriz, para hacer comprender que cuando ha sido engendrada, los nueve cielos móviles se comportaban en perfecta armonía.

Ésta es una de las razones. Pero considerando la cosa más sutilmente, y de acuerdo con la verdad infalible, este número era ella misma. Al establecer esta comparación, he aquí cómo entiendo el asunto: el número tres es la raíz cuadrada de nueve, porque sin ayuda de ninguna otra cifra, y por sí mismo, es capaz de producir el indicado número nueve.

Puesto que es evidente que tres veces tres hacen nueve, y siendo por lo tanto el tres creador del nueve, y el gran operador de milagros por naturaleza es trino, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo, siendo tres y un todo a la vez, esta danza ha estado constantemente acompañada del número nueve, para dar a entender que era un nueve, es decir, un milagro cuya raíz es la admirable Trinidad.

Se podría sin duda establecer esta verdad por razones todavía más sutiles, pero las que yo acabo de dar me complacen mucho más que todas las que puedo entrever”.

Dante Alighieri en «Vita Nova», XI."

Extracto seleccionado para el blog de la Gemosofía Gemoterapéutica desde el 3º Libro de la Colección de Libros de Clase/Grado de Consciencia Cristalina del Curso Piedra Filosofal de Formación en Gemosofía y Gemoterapia Holística, parte del Tratado Enciclopédico gemosófico revelador de una espiritualidad cristalina y de una Tradición Cristalina ancestral omnipresente en el mundo humano, el Lapidarium Boström Líber Mirabilia Mineralium, de
Francisco Boström.



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